El nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia, Jorge Gamboa Olea tiene una doble personalidad. Ayer primero fue a misa a recibir la bendición del obispo a través del vicario Tomás Toral, y después fue a preparar su venganza contra su antecesor, el equipo de éste y los jueces que le llevaron la contraria en determinados asuntos judiciales.

Emulando al ex presidente de la República, Vicente Fox, antes de asumir la titularidad del Poder Judicial en Morelos, Gamboa Olea acudió a una de las parroquias de la Catedral a escuchar misa, comer la hostia y recibir la bendición sacerdotal. “Fue en un horario que no es laborable, y porque una parte de mi agradecimiento está precisamente en mi creencia”, se justificaría más tarde.

Ahí estaban ya sus compañeras magistradas y compañeros magistrados con sus respectivos esposos y esposas: Elda Flores León (quien se encargó de dar la primera lectura del viejo testamento); María del Carmen Aquino Celis (del brazo del ex presidente del TSJ, Juan Manuel Jiménez); Guillermina Jiménez Serafín, Leticia Taboada Salgado (conocida por todos por su cercanía a la Iglesia Católica), Carlos Iván Arenas Ángeles (uno de los primeros magistrados abiertamente panistas); la cuñada del fiscal Uriel Carmona, Marta Sánchez Osorio y el ex coordinador de asesores de la Fiscalía, Francisco Hurtado Delgado, acompañado de su esposa Abigaíl, hermana del ex senador Rabindranath Salazar.

Los nuevos magistrados Jaime Castera Moreno y Rafael Brito Miranda, también presentes en la misa de las 7 am.

El único que faltó fue Andrés Hipólito Prieto, aquel que saltó de una delegación municipal en el trienio de Sergio Estrada Cajigal a una magistratura, y que fungió como “fedatario voluntario” de Jorge Gamboa el día que éste último resultó ganador con 11 votos. Sí, el mismo número de magistrados que estuvieron en misa, más Andrés Hipólito, que se disculpó porque tenía que dar clases.

Entre las decenas de feligreses que asistieron a la misa se alcanzaban a distinguir quienes conformarían su equipo de trabajo del nuevo presidente: Víctor Iván Saucedo Tapia (sí, el hijo de Saucedo Perdomo, quien trabaja en el Poder Legislativo); Héctor Ocampo Popoca (hijo de la ex magistrada Virginia Popoca González) y Minerva Delgado, nueva jefa de prensa del TSJ.

Institucional, la representante de los jueces ante la Junta de Administración, Vigilancia y Disciplina, Mireya Díaz Cerón, también acudió a la celebración eucarística donde el padre Toral manifestó sus deseos de que Jorge Gamboa sea como el rey Salomón.

Después de la misa, al igual que en una boda, los feligreses se tomaron fotos en la puerta de la iglesia y felicitaron al nuevo presidente, quien enseguida partió a su nueva encomienda escoltado por los elementos de la Comisión Estatal de Seguridad Pública que tiene asignados para su seguridad personal, no de ahora, sino desde que fue amenazado por la delincuencia organizada por su función jurisdiccional.

Después de haber cumplido con su deber como católico y desayunar con sus compañeros magistrados y colaboradores en el Roof Garden que mandó instalar exprofeso, Jorge Gamboa Olea arribó al lugar que venía deseando llegar desde que fue nombrado magistrado en 2014: la presidencia del Tribunal Superior de Justicia.

Como ocurre cada dos o cuatro años, los que llegan traen una cara de triunfo, vistiendo sus mejores ropas y acomedidos en todo lo que pida el jefe. Los que se van, esperan en la antesala a que el nuevo presidente les diga qué va a pasar con ellas y ellos. Cuando llegó Gamboa ya lo estaban esperando, pero los mantuvo ahí por horas.

Antes atendió a los medios de comunicación. Primeramente leyó su “Plan de Desarrollo Estratégico para el periodo 2022-2024”, que tiene como objetivo el regresar a los niveles que "nos vuelvan nuevamente competitivos a nivel nacional a través de la capacitación, la transparencia, la honradez y la evaluación constante en los niveles de calidad".

"Con esto quisiera dar por concluido formalmente el histórico proceso electoral que vivimos e invito a mis compañeras y compañeros a dar vuelta a la página, a poner la mirada en construir el futuro y a trabajar desde hoy en Unidad, olvidando diferencias y con la meta trazada con claridad sobre el Poder Judicial que deseamos para las y los morelenses", acotó.

Ya en la sesión de preguntas y respuestas fue donde cayó en contradicciones.

Dijo que el reto principal es “la alta calidad en la impartición de justicia, esto basado en un cambio de ideología, pertinencia, y que tiene que ver precisamente con los ejes rectores y los estándares de profesionalización con los que hemos estado hablando… que no se confunda lo que es un estándar de profesionalización con lo que pudieran entender como una persecución. En el Poder Judicial del estado hay estabilidad laboral para quien quiera trabajar en el Poder Judicial y para quien sienta realmente el gusto de trabajar en el Poder Judicial de Morelos”.

Luego aseveró que “la psicosis que se está creando es generada precisamente porque esos cambios y nombramientos hechos en las últimas fechas pues no responden a lo que señala la norma y a la legalidad que señala la propia norma”.

Cuestionado por los medios de comunicación, el funcionario dijo que “yo no le he pedido la renuncia a nadie”, para luego referirse al caso de la oficial mayor, Paulina Toscano Vera.

“Uno de los primeros actos de corrupción es aceptar un cargo para el cual no estás capacitado y para el cual obviamente no cumple con los requisitos que señala la ley, si la ley señala ciertos requisitos para haber sido designado en tal encargo, vamos a revisar, es evidente. El tema de la oficial mayor fue un tema personal, ella decidió presentar esa renuncia”.

Y recalcó: “Aquí la estabilidad laboral está garantizada, siempre y cuando esté en el marco de la ley todos esos nombramientos, porque obviamente yo no puedo convalidar nombramientos que no fueron hechos conforme a la ley”.

-Está abultada la nómina- preguntó una reportera.

-Sí, yo creo que necesitamos hacer una reingeniería administrativa, definitivamente.

Y después de que había pedido a sus compañeros “darle vuelta a la página”, lanzó una velada amenaza:

“Quienes hayan hecho las designaciones fuera de los marcos de la ley, definitivamente tendremos que analizar incluso las responsabilidades penales que pudieran tener”.

-¿Hay aviadores? Se decía que todavía había ex magistrados aquí laborando como asesores- interrumpió otra periodista.

-El día de mañana que tengamos acceso a esa información por parte de la Junta de Administración y Vigilancia podré informarles qué personas se encuentran en la nómina y evidentemente qué personas no están laborando- contestó.

Dijo que los jueces tendrán todo el apoyo de su presidente y prevalecerá la presunción de inocencia, a pesar de que en una sesión de Pleno se pronunció a favor de que el juez Daniel Rodríguez Apac fuera separado del cargo por estar bajo proceso por homicidio imprudencial.

HASTA MAÑANA.