En honor a la verdad, nunca nadie le creyó a Roberto Carlos Yañez Moreno que fuera parte de la comunidad LGBT+, sin embargo, en las semanas que asumió el cargo de diputado se tomó muy en serio su papel de gay a pesar de las burlas de quienes lo conocemos de tiempo atrás, y prometía hacer mucho más que cualquiera que sí perteneciera a ese grupo poblacional ancestralmente marginado.
Ayer, el Tribunal Electoral del Estado de Morelos (TEEM) instruyó al Congreso local a remover al diputado Roberto Yáñez Moreno y tomar protesta a Gabriela Sánchez Marín, dándole un plazo de 24 horas para hacerlo.
Y si creen que se hace justicia al quitar a un falso gay, pues ahora se dará paso a una falsa indígena, pues es del dominio público que Gabriela (cuñada del ex diputado Manuel Tablas) es cualquier cosa menos descendiente de un grupo étnico.
Vamos por partes:
El Partido Morelos Progresa registró la lista de Candidatos a Diputados por el principio de Representación proporcional para el Proceso Electoral Local 2020-2021, quedando de la siguiente manera: primera posición, Julio César Yáñez Moreno; segunda posición, Gabriela Marín Sánchez; tercera posición, Roberto Carlos Yáñez Moreno, con sus respectivos suplentes.
Sin embargo, el Impepac rechaza la candidatura de Julio Yáñez por no haber acreditado su calidad de indígena y en su lugar pone a su tío, Juan José Yáñez Vázquez, pero sin registrar a nadie como suplente.
La candidata Gabriela Marín Sánchez impugnó mediante un Juicio para la Protección de los Derechos Político Electorales del Ciudadano ante el Tribunal Electoral del Estado de Morelos bajo el número de expediente TEEM/JDC/1390/2021-1, el cual se resolvió en su contra el 15 de julio de 2021.
En su demanda, Gabriela Marín Sánchez pedía que no se le concediera la diputación plurinominal a Yáñez Vázquez en virtud de que no registró candidato suplente, sino que se salte a la siguiente posición en la lista que presentó el partido, de tal forma que sea ella quien ocupe dicho cargo.
Así es como llega a la diputación plurinominal Juan José Yáñez Vázquez, un señor de la tercera edad que a leguas se le notaba que estaba disminuido en su salud, y que incluso se desplazaba en silla de ruedas, misma que se turnaban para empujar los dos hermanos, Julio César y Roberto Carlos.
Desafortunadamente el diputado (quien ya se había declarado priísta) falleció en el mes de abril. En mayo, los hermanos Yáñez negocian con el grupo de los 10 diputados del PAN, PRI, MC y Nueva Alianza y logran un acuerdo parlamentario para que –sin la intervención de ninguna autoridad externa- Roberto Carlos tome protesta como legislador, volviendo así el grupo a ser “El G-11”. Aun así, no tenían los 14 que se requieren para tomar el control del Congreso.
Su llegada a la diputación fue tomada por los auténticos LGBT+, como una falta de respeto para todes aquelles que siempre se han presentado abiertamente como miembros de esas minorías. Roberto Carlos es casado y tiene hijos, y en un principio intentó mantenerse como “machín” diciendo que tenía derecho a esa posición porque había apoyado el matrimonio igualitario, sin embargo, en su desesperación terminó por declararse abiertamente gay. Total: qué tanto es tantito.
En ese aspecto la ley es clara: basta que alguien se autoadscriba homosexual para que se dé por hecho que lo es. Indagar en su vida íntima es violatorio de los Derechos Humanos.
Los grupos LGBT+ hicieron berrinche, le aventaron huevos a la fachada del Congreso, pero después fue disminuyendo su inconformidad.
Hábil como es y pragmático cien por ciento, Roberto Yañez comenzó a operar con la gente que se oponía a su permanencia en la LV Legislatura. Llevó grupos a la marcha del orgullo gay en la ciudad de México y él mismo se hizo fotografiar frente a una enorme bandera con los colores del arco iris, además de que comenzó a hacer propuestas en beneficio de ese sector poblacional tradicionalmente marginado.
“En el Mes de la Diversidad Sexual, el legislador local se ha convertido en el principal cabildero de cuatro iniciativas, no todas de su autoría pero que impactarán de manera favorable en la comunidad LGBTIQ”, se publicó en un medio de comunicación.
Las iniciativas son para eliminar el lenguaje binario; aumentar las sanciones establecidas a los crímenes de odio por orientación sexual; una iniciativa para crear direcciones de atención a la Diversidad Sexual en los 36 municipios de la entidad, y una propuesta para prohibir las terapias de conversión y sancionarlas con dos años de prisión.
Ávido de reflectores, “el falso gay” se convirtió en el primero en protestar por los crímenes en agravio de los trans. En un foro organizado por el Impepac, los grupos LGBT+ siguieron criticando a los que se hacen pasar por gays en busca de una curul, pero ya no dijeron su nombre. Es decir, se los iba ganando.
En la celebración del día del abogado, tomó con mucho sentido del humor cuando el presidente de la Barra de Abogados, Miguel Ángel Rosete lo presentó como “el diputade”, y soltó la carcajada cuando el abogado justificó el haberlo confundido con su hermano Julio César: “Si tú te cambiaste de sexo qué importa que yo te cambie de nombre, de todos modos eres Yáñez”, le dijo Rosete.
Bien vale la pena aguantar la carrilla a cambio de un sueldo de más de 100 mil pesos mensuales.
Pero el gozo se fue al pozo cuando ayer miércoles el Tribunal Estatal Electoral de Morelos citó a conferencia de prensa para informar que, al resolver un recurso legal, determinaron que el Congreso debe quitarle el cargo a Yáñez Moreno y dárselo a Gabriela Sánchez Marín.
“Nos basamos en la Constitución Federal y sí establece que para el caso de que exista una vacante definitiva se debe de cubrir con el segundo lugar de la lista, en este caso la señora Gabriela Sánchez Marín, ocupa el segundo lugar además de que cuenta con la característica (autoadscripción) indígena”, confirmó la titular del TEEM, Martha Mejía.
Inmediatamente después de la conferencia del TEEM, el aludido citó a los medios para advertir que apelará esa resolución ante la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Deploró que la sentencia soslayó “el criterio de paridad de género”, ya que la LV Legislatura “está conformada por 10 mujeres y 10 hombres” y añadió que la sentencia del tribunal local, sienta un precedente grave en Morelos, que podría delinear el regreso de "las Juanitas: candidatas titulares obligadas a pedir licencia a sus cargos para dar paso a la siguiente fórmula de 'hombres' en las listas de prelación".
En caso de darse la llegada de la cuñada del presidente del partido Morelos Progresa, se daría un caso insólito: cuatro personas “indígenas” en una misma Legislatura, aunque solamente una de ellas (Macrina Vallejo) sea auténtica.
HASTA MAÑANA.