El hombre vestido con pantalón de mezclilla, una playera con la máscara de Blue Demon estampada y una camisa negra encima, se da cuenta que está siendo grabado y esconde las credenciales de elector en medio de los formatos de afiliación. Inicialmente trata de disimular pero después de unos segundos decide encarar al improvisado “periodista”.
--¿Qué pasó?- increpa a la persona que no deja de grabarlo con su teléfono celular.
-- ¿Por qué tienes tantas credenciales’—cuestiona el “cazamapaches”.
--Es mi familia que les faltaban sus hojas éstas—contesta el líder social visiblemente nervioso mientras señala a un grupo de personas que permanecen formadas en la fila para votar en el proceso interno de Morena.
-- Ah, órale— responde el del celular, con un lenguaje no verbal que denota que no le cree absolutamente nada.
-- Ah, ¿crees que estoy haciendo mamadas? Ustedes son los que están en estas cosas— dice ya enojado.
--Ustedes los que se dicen de Morena, quiero que me digan qué es lo que han hecho por el pueblo, y ponen a las mismas personas que nada más se quieren adueñar—, reza el hombre identificado como Abraham Blanco, líder de la colonia La Lagunilla.
--Ganamos la presidencia de la República—replica el que se supone es “morenista de hueso colorado”.
-- No manches, eso ya pasó y fue a nivel nacional. Yo quiero que me digas qué han hecho aquí en Morelos.
--- ¿Por quién vienes?—pregunta el que nunca muestra su rostro y que difundió el video en la cuenta de Facebook de Elia Ortíz Garcia.
—Yo soy líder social y no vengo por nadie. Yo no pertenezco a ningún partido político—contesta ya molesto.
—No te enojes pues. Yo sólo ando viendo que no compren el voto—, dice el “auténtico morenista”, y continúa con su “paneo” de las miles de personas que hacen fila en el centro de Cuernavaca este domingo 31 de julio.
Ese tipo de discusiones se dieron durante todo el día a lo largo de todo el estado, tanto en forma presencial como en redes sociales.
Los que se dicen “fundadores” del Partido (la mayoría de ellos provenientes del Partido de la Revolución Democrática), reclaman la intromisión de quienes hasta hace poco estaban en otros institutos políticos y aceptaron la invitación que hizo el Comité Ejecutivo Nacional de afiliarse a Morena y automáticamente tener el derecho a ejercer sufragio para elegir a sus dirigencias estatales.
Y todo lo que criticaron, ahora lo están haciendo. Por ejemplo, unas horas antes de las votaciones, quisieron viralizar una “fake news” en la que advertían que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación había invalidado a uno de los candidatos a la dirigencia estatal, y en la madrugada de ayer se difundieron fotografías de camiones incendiados supuestamente en Temixco, todo ello con la finalidad de desanimar a los posibles votantes.
En este espacio lo advertimos hace una semana: va a ser una competencia en la que va a ganar el grupo que logre movilizar más gente en el menor tiempo posible y con la mayor discreción. Y así fue.
Y si existe inconformidad es porque, cuando los que se creen dueños de Morena llegaron a tratar de acarrear gente, los lugares ya estaban ocupados, así que se dedicaron a denunciar el acarreo, y a amenazar con la posibilidad de que el proceso electoral sea anulado por estas irregularidades.
Nosotros suponíamos que la gente comenzaría a llegar a las 6 de la mañana, pero nos quedamos cortos: ¡la gente comenzó a llegar a los centros de votación el sábado a las 8 de la noche!
La cantidad de gente formada superó a las filas que se hacían para obtener las primeras vacunas contra el covid y cualquier otra movilización. El acarreo fue evidente pues los camiones y las combis tuvieron que estacionarse en las calles aledañas al centro. Darle de comer a tanta gente no puede pasar desapercibido. Hubo un grupo que instaló su centro de distribución en plena plaza del kiosco.
Lo único que –hasta el momento de redactar la presente columna- no se había podido evidenciar, era la compra de votos. Mientras no exista un video donde se vea claramente que están comprando los votos, no van a poder invalidar el proceso de elección interna de Morena.
Es de esperarse que a partir de hoy lunes, o incluso de ayer domingo por la noche, comiencen las inconformidades de quienes no se vean favorecidos por los votos. A quienes les haya ido bien, calificarán el proceso como una “fiesta democrática”.
Tradicionalmente los partidos políticos buscan llegar al poder, y cuando llegan al poder se olvidan de que son partidos. Y cuando quieren regresar al poder se enfrascan en pugnas internas hasta que echan a perder todo lo ganado. Así le pasó al PRD hace años, y ahora ya hasta el registro perdió.
En esta ocasión todos incurrieron en la compra de votos, ya sea a través de la inclusión en programas públicos del gobierno federal, del gobierno estatal o en los municipios, así que no pueden quejarse.
Lo único que queda es pedir civilidad a los morenistas y neomorenistas, para que no vayan a incurrir en actos de violencia como ocurrió en otros estados. De todos modos, el presidente López Obrador dirá que fue una fiesta democrática y que fueron los opositores, infiltrados en el proceso interno de Morena, los que provocaron todo, magnificado por los medios de comunicación que ya no reciben dádivas.
HASTA MAÑANA.