La verdad es que la Fiscalía General de Morelos nunca debió aceptar la declinación de su similar del Estado de México de la puesta a disposición de los cuatro hombres acusados de participar en el homicidio del empresario Carlos Benítez y dos policías en el municipio de Cuautla, el pasado 25 de agosto. La pifia fue de los agentes mexiquenses pero la institución que quedó en ridículo fue la de Morelos, al no encontrar el mínimo indicio de responsabilidad en el atentado.
Lo peor es que las cuatro personas podrían iniciar una demanda por daño moral contra la Fiscalía del Estado de México y contra la que encabeza Uriel Carmona Gándara y ambas instituciones se verían en la obligación de indemnizar económicamente a los ciudadanos, además de la consabida disculpa pública por la exhibida que les dieron y las molestias causadas durante casi una semana.
Durante todo ese tiempo muchos morelenses sentíamos cierto alivio de saber que –por lo menos- los responsables del cobarde ataque (en el que una niña también resultó herida), ya estaban detenidos y caería todo el peso de la ley sobre ellos. “Sí tienen cara de malandros”, escuché decir a un colega de Cuautla después de que la Secretaría de Seguridad Pública del vecino estado difundió las fotos de los hombres capturados la tarde-noche del 25 de agosto.
Sin embargo, ahora pongámonos en el lugar de ellos cuatro y de sus familiares. Imagine usted, estimado lector, que va a comer a Cuautla y que de regreso, ya en territorio mexiquense, les marcan el alto, los bajan a golpes, los esposan y desde ahí son tratados como delincuentes (aunque la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de México les haya puesto una franja negra en los ojos y les haya quitado los apellidos) hasta que logran demostrar su inocencia.
El único indicio que los comprometía era que alguien dijo que los atacantes de Bildmart huyeron en un automóvil Mustang color blanco, y José, Anselmo, Iván y Ulises, todos ellos profesionistas, iban a bordo de un Mustang blanco, a la altura de los arcos de Nepantla, con dirección a Tepetlixpa, Estado de México, donde radican.
Ya detenidos fueron trasladados a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, con sede en Amecameca, donde pasaron toda la noche y alrededor de las 7 de la mañana del viernes, los hombres fueron llevados a la Fiscalía Regional Zona Oriente de Cuautla Morelos. Los familiares señalaron que a los detenidos no se les permitió tener contacto con sus abogados.
Fue hasta la noche del viernes cuando los abogados pudieron tener contacto con los acusados, como resultado de una queja presentada ante la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Morelos.
“Simplemente queremos que nos escuchen y que nos permitan que ellos validen sus derechos. Porque también cuando a ellos los ingresaron a Cuautla les pusieron un licenciado de oficio. Nosotros tenemos nuestro licenciado y se perdió todo ese tiempo con los de oficio, haciéndose patos, no nos daban información y que hasta la fecha se les afectó”, declaró a los medios la hermana de dos de los detenidos.
“Ha sido desgaste moral, desgaste físico, desgaste económico y obviamente no nos vamos a doblegar y vamos a estar aquí hasta que los dejen libres. Hacemos un llamado a nuestro gobernador Alfredo del Mazo, para que como nuestro representante nos apoye. Que abra un medio de comunicación con las autoridades del Estado de Morelos para que a través de él puedan checar este atropello, este abuso de autoridad, estas irregularidades. Porque únicamente buscan a quien culpar, cuando ni siquiera han investigado […]. Son jóvenes que desafortunadamente se encontraban en el lugar y el momento incorrecto. Ese fue su único error”, relataron los familiares.
No sabemos si el fiscal no checó el expediente pero el hecho es que dio total credibilidad a la Fiscalía del Estado de México. “Son cuatro personas detenidas, mañana (miércoles) será la audiencia de vinculación a proceso; tenemos indicios que los hacen responsables de este lamentable hecho; estimamos que los indicios son suficientes para vincularlos”, refirió el fiscal Uriel Carmona Gándara a la reportera Verónica Bacaz.
No había tales indicios. En el vehículo no se encontraron armas, ni pasamontañas; los detenidos pudieron comprobar que no son matones a sueldo, sino un maestro, un abogado, un administrador de empresas y hasta un miembro de la Guardia Nacional adscrito a Tepic que se encontraba de vacaciones.
Sin embargo, la jueza no quiso aventarse el paquete de liberar de inmediato a los imputados pues había línea para mantenerlos presos. Me comentan que hubo un momento en el que la funcionaria judicial mandó a receso argumentando sentirse un poco indispuesta. Salió de la sala de audiencias, luego un elemento de seguridad le dijo al fiscal que le hablaban afuera. Luego regresó la juez y minutos después el funcionario de la Fiscalía.
¿Qué pasó en esos minutos? No tengo pruebas pero tampoco dudas: la juez le habló a su jefe para decirle que si no hacían algo tendría que soltar en esos momentos a los detenidos. Su jefe le habló a su amigo (al que invita a sus cumpleaños) y le hizo la misma advertencia, poniéndose de acuerdo sobre el punto medular que se requería para declarar como legal la detención.
Así, al reiniciarse la audiencia, la jueza dijo algo así como “licenciado, continúe con lo que me estaba diciendo”. Y el MP dijo las palabras que la juzgadora necesitaba para declarar legal la detención y citar para una nueva audiencia en la que se determinaría su situación jurídica. Pero mientras, permanecerían en el Penal de Atlacholoaya.
El miércoles 31, en una maratónica audiencia, los abogados pudieron demostrar que sus clientes son totalmente inocentes, y alrededor de la medianoche abandonaron el Penal de Atlacholoaya, después de casi una semana de estar privados de su libertad injustamente.
El pasado 30 de agosto trascendió que hay un nuevo detenido por el caso Bildmart, se llama Lorenzo pero nadie ha dado más datos, no vaya a ser que también resulte “chivo expiatorio” y sea una pifia más para la Fiscalía.
A este caso se le suma el que no haya todavía detenidos en el caso de la mujer que falleció después de que sus familiares le prendieran fuego. No es posible que hasta el momento no haya detenidos por ese caso, y que tampoco se hayan dado a conocer destituciones de servidores públicos a pesar de que ya admitió el fiscal que hubo negligencia.
¿Y se acuerdan de aquel “atentado” contra el fiscal por parte de dos jovenzuelos en la autopista del Sol? Pues tenemos información de que la Fiscalía retiró todos los cargos y pagó una considerable cantidad por las molestias causadas.
HASTA MAÑANA.