Alma, una maestra de educación primaria, aceptó la proposición de su jefe, director de la escuela, de “rentarle su útero” para procrear un hijo, ya que su esposa no podía ser madre. Después de dar a luz se arrepintió del trato y ya no quiso entregarlo a la pareja, por lo que recibió amenazas por parte del padre. Un juez ordenó que el progenitor tenía derecho a convivencia supervisada en las instalaciones del DIF. Así estuvieron durante dos años, hasta que un día la mujer llegó a la cita con una pistola en su bolso, le disparó en cinco ocasiones al padre de su hijo y después se dio un tiro en la cabeza.
No, no es una historia ficticia, ocurrió en el municipio morelense de Zacualpan de Amilpas el pasado dos de agosto y fue publicado en medios locales y nacionales.
La maternidad subrogada es un fenómeno social que se da todos los días en México y en el mundo, pero que sólo en una mínima parte está regulada por la ley. En México está permitido en Tabasco y Sinaloa, en tanto que en Morelos la legislación familiar no dice absolutamente nada.
El tema fue abordado ayer por la juzgadora Sandra Gaeta Miranda, Jueza décima familiar en el XXIII Congreso Internacional de la Federación Iberoamericana de Abogados (F.I.A) que tuvo lugar en el auditorio Emiliano Zapata de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos el pasado miércoles y ayer jueves con la participación de juristas de varios países.
Explicó que el artículo Cuarto de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos señala que toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y el espaciamiento de sus hijos, sin embargo, no menciona nada sobre las distintas modalidades de familias, ya sean heterosexuales, homosexuales, monoparental, así como aquellas mujeres que quieren tener un hijo pero que por cuestiones biológicas no les es posible.
Paralelamente, los adelantos tecnológicos ya permiten lo que se conoce como “técnicas de reproducción asistida” que hacen posible una procreación diferente a la manera tradicional, y es algo que está ocurriendo en los hechos, por lo que es necesario que la Ley establezca reglas para proteger los derechos humanos tanto de la pareja “contratante” como de la mujer gestante, y también del producto de esa gestación.
“Entonces tenemos estos tres derechos y el juzgador tiene que empezar a ponderar porque no tenemos una norma que nos reglamente. Hay países que lo prohíben tajantemente, en otros sí está reglamentado pero sus costos son muy altos”, explicó la juzgadora.
“Necesitamos nosotros tener una normatividad que nos permita regular la maternidad subrogada. En Tabasco y Sinaloa tienen una normatividad local; Coahuila y San Luis Potosí, lo prohíben tajantemente”, agregó.
“¿Tengo derecho a la reproducción? Sí. Pero también tengo como operador de justicia que visualizar que esa técnica de reproducción asistida esté cumpliendo lineamientos, mismos que hoy por hoy, no existen. En Morelos no está prohibido, pero tampoco está normado y es un fenómeno social que ya estamos teniendo en los juzgados”, apuntó.
Cabe mencionar que en Tabasco, a partir de enero de 2016, la gestación subrogada o por sustitución sólo está permitida para parejas heterosexuales casadas o en concubinato. Únicamente se admite si es de carácter altruista. Antes de esta modificación a su Código Civil, dicha práctica en Tabasco estaba permitida en una modalidad comercial y para extranjeros, pero se cometieron irregularidades por parte de agencias intermediarias y endurecieron la ley.
En Sinaloa, el proceso de gestación subrogada sólo está legalizado para mexicanos y, además, la madre de intención debe constatar su incapacidad médica para gestar a un bebé. Se admite cualquier modalidad de gestación subrogada, esto es, parcial, total, altruista o con compensación.
En la actualidad, la gestación subrogada no está legalmente permitida para extranjeros en ningún lugar de México. Cuando era legal para extranjeros la gestación subrogada en México, las agencias intermediarias (en su mayoría españolas y estadunidenses), instalaron sus oficinas en Cancún por ser un puerto de destino turístico internacional. Fue así que comercializaron lo que se conocía como “turismo reproductivo”, ofrecían paquetes con hotel todo incluido y tener un hijo a través de una madre gestante.
Cuando la legislación cambió en Tabasco, la mayoría de las empresas o agencias que tenían representación en Cancún cerraron. Otras siguen operando, pero ahora sólo ofrecen servicios de fertilidad o transferencias de embriones para ciudadanas de países donde está permitida la gestación subrogada. Es decir, mujeres de Estados Unidos o Canadá pueden venir a clínicas mexicanas, que son más baratas, a realizarse algún procedimiento legal reproductivo y luego regresan a su país embarazadas.
Cuando las agencias extranjeras operaban en Tabasco y Cancún llegaban anunciar un procedimiento por hasta 240 mil euros. En la página de la agencia y revista española Babygest se señala que “de forma aproximada se calcula que un tratamiento de gestación por sustitución en México cuesta entre 40 mil y 60 mil euros”.
En 2018, la organización Feministas Mexicanas contra Vientres de Alquiler (FEMMVA) hizo un llamado al poder legislativo y a los candidatos presidenciales a incluir en su agenda la inmediata prohibición de la denominada maternidad subrogada, ya que atenta contra los derechos de las mujeres y de los menores, al utilizar a la mujer como medio y objeto de gestación de hijos para terceros.
Aunque en nuestro país no existe un registro de mujeres afectadas, la ONG señaló que se trata de una “feminización de la pobreza”, ya que la mayoría de las mujeres que participan, lo hacen debido a una complicada situación económica, exponiendo su cuerpo a enfermedades y contagios, como por ejemplo, de VIH.
En conclusión, el tema de la maternidad subrogada requiere de un análisis multidisciplinario para abordar un fenómeno que está ocurriendo y que pone en la balanza los derechos de las parejas a tener familia, los derechos de la mujer que renta su útero, y el interés superior del niño que no pidió venir al mundo en esas circunstancias.
Por otra parte, es evidente que se requieren ese tipo de eventos en los que se discutan temas de la mayor trascendencia social, como fue el Congreso Internacional de la Federación Iberoamericana de Abogados que encabeza a nivel nacional el jurista Francisco Morales y en Morelos la licenciada Araceli Bautista.
HASTA EL LUNES.