Lo anterior, luego de que la Procuraduría General de la República (PGR) llegó a la conclusión de que no fueron los policías municipales ni los elementos de la Policía Federal quienes se quedaron con la custodia del joven, sino un “hombre de un metro sesenta y cinco centímetros de altura, tez blanca, ojos claros, vestido con pantalón de mezclilla, camisa blanca con gris, con pasamontañas de color negro, una gorra verde tipo militar con dos líneas de color negro, a quien los soldados llamaban Teniente Guerra”.
Iniciada por la Procuraduría de Justicia del Estado de Morelos que abrió la carpeta SC/01/3782/2011, la investigación “se topó con pared” al determinarse que los policías municipales entregaron (indebidamente) a los dos detenidos en una riña dentro del recinto ferial, a la Policía Federal.
Los elementos federales comparecieron ante la autoridad y admitieron que estuvieron en el lugar mencionado y que tuvieron a la vista a los dos jóvenes que les entregó la Policía Municipal, pero que en ese mismo momento los entregaron (también indebidamente) a elementos del Ejército Mexicano. Dadas esas circunstancias, el Ministerio Público Federal declinó competencia a su similar de jurisdicción militar, pero ésta no había sido aceptada hasta el momento de redactar la presente columna.
El jefe de la zona militar, Leopoldo Díaz Pérez, contestó al Ministerio Público Federal simplemente que “el personal militar jurisdiccionado a esta Zona Militar no realizó ningún tipo de servicio en el recinto ferial”. La respuesta al diputado Fidel Demédicis fue todavía más parca: “…esta zona militar no cuenta con datos de la persona que usted refiere”.
A eso se debe que la desaparición de Jethro deberá ser investigada por la autoridad militar, para que sea el Ministerio Público castrense quien no le solicite, sino que le ordene a la 24ava. Zona Militar, entregar bitácoras y relación de unidades que estaban en servicio el día de los hechos, así como la relación de todos los mandos para verificar si entre ellos existe el tal “teniente Guerra”, quien se da el lujo de acudir a trabajar sin uniforme oficial, llevando sólo la gorra con dos barras verticales.
Si de la investigación se desprende que las unidades 0821307, 0821303 y 0821362 no existen, y que el teniente Guerra tampoco, entonces la Procuraduría de Justicia Militar tendrá que investigar algo todavía más grave: la posibilidad de que existan unidades del Ejército “clonadas” y que sus ocupantes también sean soldados “apócrifos”, obviamente obra de la delincuencia organizada.
Por eso decíamos en la columna de la semana pasada que el caso Jethro Ramses va a cimbrar las instituciones más fuertes del país, siempre y cuando la familia de este muchacho aguante a las presiones y no hagan lo que los familiares de Oswaldo Sánchez Cabrera, joven asesinado por la milicia el 20 de septiembre del 2009 en Alpuyeca, pero que por temor quedó en la impunidad.
ALEJANDRO MANCILLA, UN PELIGRO PARA EL PAN-GOBIERNO
El pasado lunes se llevó a cabo una inusual conferencia de prensa en un restaurante del centro de Cuernavaca, en la que estuvieron reunidos los representantes de los principales fraccionamientos del municipio de Huitzilac y el presidente de Bienes Comunales de esa localidad, Alejandro Mancilla Cueto. El motivo de la comparecencia ante los medios fue denunciar la nula disposición del gobierno estatal para concretar la regularización de los predios donde se encuentran esos asentamientos.
Y es que el pasado primero de mayo, la Asamblea de Comuneros aprobó iniciar los trámites ante las dependencias correspondientes para terminar con décadas de inseguridad en la tenencia de la tierra.
La indiferencia de la administración panista tiene un motivo: temen que Alejandro Mancilla Cueto sea postulado por algún partido político para la presidencia municipal y eso no les conviene.
Si al frente de este movimiento de regularización de tierras estuviera un panista, el gobierno ya hubiera convocado a todas las dependencias involucradas para darle celeridad al proceso e incluso lo publicitaría como un ejemplo para otros municipios. Pero Mancilla Cueto no es panista y eso lo sabe muy bien el coordinador de asesores de la Secretaría de Gobierno, Jesús Martínez Dorantes, quien fue diputado local por el Distrito que abarca esa municipalidad.
Por eso Alejandro Mancilla es “un peligro para el PAN-Gobierno”, ya que no sólo ha logrado convencer a sus compañeros comuneros y a los condóminos de la necesidad de cambiar de régimen la tierra, sino que a diario realiza acciones a favor de su comunidad, lo que contrasta con la inactividad del actual presidente municipal, Arturo Cortés Cueto.
ELECCIONES Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN
El que esto escribe fue honrado con la invitación a participar como ponente en el Curso de Capacitación para periodistas en materia electoral que inició el pasado miércoles en el Tribunal Estatal Electoral integrado por los magistrados Fernando Blumenkron Escobar, Hertino Avilés Albavera y Oscar Leonel Añorve Millán.
Luego de ilustrativas y doctas ponencias por parte de los magistrados Ángel Zarazua Martínez y Hertino Avilés Albavera, su servidor aportó los apuntes que enseguida reproducimos:
Es difícil abordar un tema tan amplio en tan poco tiempo, así que trataré de mencionar aquellos aspectos que considero más importantes en la relación Elecciones-Medios de Comunicación.
Primeramente, para entender un tema es necesario contar con los antecedentes, y en ese sentido habrá que reconocer que en materia de medios de comunicación sí han cambiado mucho las cosas en los últimos años en lo relacionado con los procesos electorales. Quién no recuerda aquellos titulares en los periódicos en los setentas y ochentas en los que sólo existían los candidatos del PRI o a Jacobo Zabludovsky asumiendo siempre su papel de vocero del gobierno en turno.
Ver un programa de televisión o noticiario en el que se entrevistan igualmente a los candidatos de todos los partidos era impensable hasta hace algunos años. En 1988, la revista “Por Esto” de Mario Menéndez se convirtió prácticamente en la bitácora de la resistencia y poco a poco se fueron uniendo otros medios como La Jornada y El Universal que abrieron sus páginas al entonces candidato Cuauhtémoc Cárdenas.
Y es que, para que haya un gobierno autoritario se requiere una prensa sumisa y limitada económicamente. De manera paralela a la democratización del país, surgieron nuevos periódicos económicamente fuertes que ejercen un periodismo sin ataduras, e incluso la empresa Televisa ha tenido que modificar sus criterios ante el riesgo de quedarse en la obsolescencia informativa.
En efecto, una elección libre y justa no solamente se trata de la emisión de un voto en condiciones adecuadas, sino que también de contar con la información más relevante de los partidos, políticas, candidatos y del propio proceso electoral a efecto de que los electores estén en condiciones de hacer una selección informada.
Ese es el gran reto de los medios de comunicación hoy en día.
Desde la perspectiva de la democracia resulta imprescindible que los medios de comunicación y sus operadores (dueños, comentaristas, reporteros, etc.) regulen su actividad y conciban su función a partir de valores de comportamiento ético y responsable en la cobertura de las acciones, declaraciones y acontecimientos de campaña de los partidos políticos y sus candidatos durante las contiendas electorales. Las condiciones en que compiten las instituciones políticas son ahora mucho más equilibradas y justas que antaño y en el futuro podrían mejorar. Pero nadie puede asegurar que la información que emiten los medios en relación con la cobertura de las campañas de proselitismo durante los procesos electorales continúe por la ruta de la equidad, la justicia, la imparcial y la verdad, entre otros valores de lo que podría llamarse periodismo democrático.
Es importante por ello, la configuración de un nuevo sistema de criterios y valores que normen la conducta, una nueva legislación o alguna otra forma por la que se pueda orientar la labor informativa de los medios y que determine sanciones para aquellos que violen las normas éticas de la profesión, sin perjuicio de la aplicación de sanciones configuradas en las leyes, actuales o futuras, en esta materia.
En la mesa del debate público nacional que se ventila en los medios, en el ámbito legislativo y en los sectores académicos, se han manejado algunas opciones que podrían asegurar el comportamiento ético y equilibrado de los medios de comunicación durante las contiendas electorales.
En México existen una Ley de Imprenta que data de 1917 y una Ley Federal de Radio y Televisión promulgada en 1960; ambas, por obsoletas, resultan en muchos sentidos inoperantes por lo que se ha discutido, desde tiempos de López Portillo, la conveniencia o no de renovar la legislación en materia de medios. No obstante, han sido los empresarios de los medios de comunicación, con el respaldo de algunas de sus plumas y voces a su servicio, que han antepuesto objeciones a que exista la más mínima intervención estatal para regular la actuación de ellos mismos.
Durante el sexenio de Ernesto Zedillo volvió a discutirse la posibilidad de formular y emitir una nueva ley de medios de comunicación. En aquella ocasión, ante las voces airadas de no pocos representantes del gremio que calificaban aquella pretensión como una “ley mordaza”, tanto el Presidente, como el entonces secretario de Gobernación, Francisco Labastida, se pronunciaron porque los informadores y comunicadores se sujetaran a sus propios códigos de ética, en virtud de que, según dijeron, era la mejor opción ante cualquier mínima intervención del Estado para someter a los medios al imperio de la normatividad jurídica con el argumento de que se atentaría en contra de la libertad de expresión.
Tal situación parece indicar una encrucijada: regular los medios de comunicación a través de leyes en la materia podría ser un riesgo para la libertad de expresión; pero no hacerlo, implica un serio problema de irresponsabilidad mediática e impunidad de periodistas frente a conductas cuestionables e incluso ilícitas.
Al parecer, el primer medio mexicano que adoptó el compromiso de sujetar su conducta a un código de ética es El Economista, al que más adelante se han sumado La Crónica de Hoy, El Universal y la revista Etcétera a nivel nacional. En Morelos ningún periódico lo tiene, o al menos no lo ha difundido.
Independientemente de los códigos deontológicos que se autoimponga cada medio, en materia electoral sería deseable que adicionalmente a los lineamientos de la autoridad electoral, ellos mismos aplicaran criterios de comportamiento para cubrir las contiendas políticas.
Tomando a los lineamientos aplicables a los noticiarios de radio y televisión que ha expedido el IFE para las elecciones federales como parámetro de lo que espera la sociedad, los partidos políticos y la autoridad electoral de los medios de comunicación, las reglas de oro, es decir, el código de ética ideal para la cobertura informativa de los comicios, serían los siguientes:
Diferenciación clara entre la información propiamente dicha y los comentarios y alusiones que impliquen un juicio de valor dentro de los contenidos. Esto es porque con cierta frecuencia se puede observar que los reporteros y los lectores de las noticias escriben o emiten sus informaciones con cierta intencionalidad que pudieran dañar la veracidad u objetividad de sus reportes.
Permitir y abrir espacios a las aclaraciones. En el quehacer periodístico puede ocurrir que se emita alguna información errónea derivada de la interpretación equivocada del reportero de un hecho o una declaración, o bien, de la procedencia de una fuente o declarante que le haya proporcionado al reportero una versión ajena a la verdad. Cuando ello ocurra, el medio debe dar lugar a la aclaración, de preferencia en un lugar destacado.
Procurar una distribución justa y equilibrada en los espacios y tiempos dedicados a cada partido o candidato. Se reconoce, sin embargo, que no todos los días habrá notas que cubrir, que no siempre los partidos y sus candidatos generan información relevante y que existen instituciones políticas y contendientes que no tienen el mismo ascendiente social que otras fuerzas. En ese sentido, los medios no tienen por qué darle un trato igualitario a los partidos. Equidad e igualdad son conceptos diferentes.
Conocimiento pleno y profundo de los asuntos electorales por parte de los periodistas adscritos a la fuente respectiva. Debemos reconocer que la mayoría de los periodistas morelenses desconocemos a fondo la normatividad en materia electoral y con frecuencia sólo confundimos al ciudadano con nuestras notas informativas.
Respeto a la vida privada de los contendientes. Sería encomiable que los comunicadores no se inmiscuyan en los asuntos personales y privados de los candidatos en la medida en que éstos no tengan implicaciones de interés público. No obstante, se entiende que pueda haber algún declarante que emita algún juicio o comentario que atente contra la vida privada del aludido, en ese sentido se considera que la responsabilidad recae en el emisor y no en el medio o reportero que emite la nota.
Constituirse los reporteros en una especie de coadyuvantes para evitar prácticas atentatorias de la efectividad del sufragio, denunciando y exhibiendo mediante sus informaciones a aquellos casos de compra y coacción del voto, y otros delitos.
Asimismo, sería deseable que los mismos medios se comprometieran a establecer mecanismos de control verificables a través de observadores imparciales que monitoreen con alguna frecuencia establecida -al modo en que lo hace el IFE- su propio comportamiento y se publiquen dentro de los mismos los resultados del monitoreo.
Todo lo anterior, lo reconozco, es solo una lista de buenas intenciones o de lo que debería ser. La realidad es todo lo contrario, sin embargo, no está demás dejarlo asentado.
Ya hablamos de lo que fue, de lo que debería ser, y ahora quisiera hablarles de lo que podría ser. Es decir, a qué nos enfrentaremos, de acuerdo a las circunstancias que se van dando y a las experiencias registradas en las últimas elecciones, en los comicios del próximo julio de 2012.
Desde mi particular punto de vista, el proceso electoral que se llevará a cabo el 1 de julio del 2012 pero que ahorita mismo ya está iniciando su efervescencia, va a contener 3 características que no habíamos visto en elecciones anteriores o que por lo menos no se notaron tanto.
La primera característica es el uso de la tecnología enfocada a favorecer o perjudicar a determinado candidato o partido. Estoy hablando de cosas como el correo electrónico que ya se ha usado en algunos procesos electorales para hacer “cadenas” difamatorias, pero que es una herramienta cibernética que ya está quedando en desuso por la llegada del Facebook y del Twitter. Quien hoy no tiene cuenta de “feis” y no tiene “followers” prácticamente no existe, pero lo más grave del asunto es que si eres alguien importante y no tienes cuentas, puede haber alguien que la puede abrir por ti, si no me creen pregúntenle a Jacobo Zabludovsky, quien no tiene cuenta de Twitter, pero alguien lo está suplantando. Manuel Martínez Garrigos tiene una que es la oficial, pero hay otra que alguien se ha encargado de crear obviamente para desprestigiarlo.
Es decir, el Internet es una excelente herramienta de propaganda partidista, pero también es perfecta para la guerra sucia. No nos extrañe pues que en los próximos meses aparezcan cadenas de correos con fotografías truqueadas, denuncias falsas, o que el día de la elección uno de los candidatos decline su candidatura vía twitter y convoque a sus seguidores a votar por otro.
Lo más grave es que ninguna autoridad puede hacer nada para evitar todo esto porque todo es virtual.
La segunda característica que es mucho más preocupante que la anterior es la presencia de la delincuencia organizada. Ojalá me equivoque pero considero que en esta elección el narcotráfico va a tener una mayor influencia como ha ocurrido en el resto del país. Declaraciones ministeriales y testimonios recogidos por este reportero señalan que hubo alcaldes que recibieron dinero del narco durante el trienio 2006-2009 y candidatos apoyados por capos en el proceso electoral más reciente.
Resultan falaces las declaraciones de diputados que pretenden establecer candados para evitar esta práctica, pues el narcotraficante no va a llegar con el candidato vestido como los personajes de la película “El Infierno” y tampoco le va a pedir que firme un recibo. Los narcos llegaron vestidos de traje y corbata, o bien con ropa deportiva y alguna que otra joyita identificándose como prósperos empresarios que quieren hacer una aportación “incondicional y desinteresada” al candidato.
Una tercera característica es que considero que habrá más “trampitas” para evadir al Código Federal de Procedimientos Electorales por cuanto se refiere a la propaganda en medios electrónicos. Ya vimos a una revista, “Vértigo”, anunciándose en televisión con una entrevista a un candidato, o a una revista de espectáculos entrevistando a unos actores que dicen por quien van a votar. En las últimas elecciones, durante un partido de futbol, casualmente los reporteros de Televisa encuentran a un candidato a delegado en el DF (Demetrio Sodi) y le preguntan sobre la importancia del impulso al deporte.
Pero no hay que olvidar que las agencias de publicidad e imagen lo que tienen son personas expertas en creatividad, que seguramente ahorita ya están pensando cómo burlar la disposición legal de no hacer uso de los medios electrónicos en propaganda partidista fuera de lo autorizado por el IFE.
Por todo lo anterior, y a manera de conclusión, los reporteros debemos estar mejor preparados para la cobertura de este proceso electoral que se avecina, de ahí la importancia de que instituciones como el Tribunal Electoral, tanto de la Federación como de la entidad, realicen este tipo de cursos y pláticas sobre el tema de los medios de comunicación. Muchas gracias.
DE TODO UN POCO
Organizaciones adherentes del PRI y la dirigencia estatal de ese partido se reunieron el pasado martes en un evento en el que “la voz cantante” la llevó Demetrio Chavira de la Torre, ex presidente de la FEUM, hoy presidente de la agrupación adherente, Generación Revolucionaria “Luis Donaldo Colosio”.
Chavira de la Torre dijo que el principal enemigo que toda agrupación debe vencer, antes de enfrentarse a sus enemigos reales, son las actitudes personalistas o los proyectos gregarios que al final sólo desgastan a las instituciones políticas como en su momento le sucedió al PRI cuando una sola corriente aniquiló las aspiraciones de decenas de militantes, pero también canceló el proyecto de desarrollo del instituto político tricolor.
“Pero qué bueno que comprobamos que Amado Orihuela, nuestro presidente estatal tiene el compromiso y apertura para sentarse a dialogar y acordar con nosotros que somos los interlocutores con la sociedad civil, este grupo tan importante que no podemos dejar de lado ni menospreciar”, acotó.
A la reunión acudieron los líderes de las once agrupaciones adherentes estatales encabezados por el secretario coordinador del Colegiado Nacional de Agrupaciones Adherentes, Luis Figueroa Solano quien respaldó la incorporación de los integrantes de estas representaciones a los Consejos Políticos Estatal y Municipal, la entrega de un espacio físico dentro del partido para realizar tareas políticas así como de recursos económicos que fortalezcan el trabajo institucional.
Carlos Pastrana Gómez, presidente del Movimiento Tecnológico Universitario (MTU) fungió como moderador de la mesa que estuvo también estuvo integrada por: el secretario de organización del comité estatal del PRI, Julio Gómez Herrera; el secretario de organización del MTU a nivel nacional, Alejandro Montalvo Pérez; la presidente del Movimiento Nacional de Cibernautas, Griselda Moreno Castellanos; Claudia Ordoñez Jiménez del Movimiento Juvenil Mexicano; José Luis Gómez de la Borbolla, presidente del movimiento Evolución; Isabel Hernández, líder del Movimiento de Oradores; Cecilia López González del Movimiento México Nuevo; Fernando Figueroa Figueroa, del Movimiento Solidaridad Participativa; Judith Figueroa Figueroa, líder del Movimiento Democracia Nueva, Nueva Opción y Antonio Miranda Sotelo, dirigente del movimiento Corriente Social Participativa.
Para el Canal 3.- La terna para sacar al nuevo director del Sistema de Radio y TV del Congreso, tras la salida de Luis Fernando García Armendáriz, está conformada por Guillermo del Valle Reyes, Mónica Tola y Arturo Aguirre Bahena. Cualquiera de los tres puede hacer un excelente papel, siempre y cuando les den el presupuesto suficiente y saquen a todos los “aviadores” que los diputados tienen enquistados en el enorme y costoso “elefante blanco” que es el Canal 3 y sus radiodifusoras.
De la bandeja de correos.- Y siguen llegando mensajes a propósito de la lista de “notables” que publicamos la semana antepasada y que se complementó la pasada con “las divas del Congreso”. Hoy tocó el turno a Israel Andrade Zavala, del PAN:
“A principios del 2004, el entonces alcalde de Jonacatepec organizó una fiesta privada en una pista de aterrizaje, de esas que ocupan los cebolleros para enviar su producto a otras entidades del país o al extranjero. Las trocas del año, los cintos piteados, las botas de piel de animales exóticos y los cuernos de chivo, adornaban el evento. La calidad y modelos, distinguían a los propietarios.
“Cumplido el horario de las presentaciones, se les contrataron horas adicionales. Todos los invitados estaban bien contentos. El único que salió triste, sobrio y defraudado, fue el responsable de llevar los conjuntos musicales. Andrade se negó a pagarle, “y hazle como quieras o te vas o te mando detener con la policía”, le dijo el hoy diputado local y aspirante a legislador federal.