El Partido Acción Nacional, que ocupó el Palacio de Gobierno de Morelos durante 12 años, hoy sufre las consecuencias del descrédito de sus titulares del Ejecutivo tanto a nivel nacional como en la entidad. De acuerdo a las encuestas ocupa el segundo lugar en intención del voto, pero muy por debajo del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), por lo que forzosamente tendrá que aliarse con sus acérrimos enemigos de hace dos décadas y esperar a que el “dedazo” presidencial provoque tal inconformidad que se repita el fenómeno del proceso electoral en 2021 en la capital del estado.
Esa es la conclusión a la que llegamos tras una larga plática que tuvo la presidenta del Comité Directivo Estatal del partido blanquiazul, Dalila Morales Sandoval, con la Asociación de Medios Digitales y Comunicadores (AMDC) el pasado martes en el Hotel Vista Hermosa.
En esa entrevista prácticamente dio como un hecho que en el 2024 tanto a nivel nacional como en Morelos vayan en la misma fórmula los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática, a pesar de que en el pasado no pocas veces estuvieron a punto de llegar a los golpes en el Congreso Federal. “Ha sido difícil”, reconoce Dalila, quien también ubica como “dolores de cabeza” para el partido a dos de sus miembros: Sergio Alba Esquivel y Francisco Sánchez Zavala.
La exdiputada considera que, a pesar de que en Morelos nunca han ido juntos en una elección los tres partidos mencionados, hoy existe una excelente relación con los dirigentes estatales del tricolor y el partido del sol Azteca: Jonathan Márquez y Sergio Prado Alemán. Y un plus: la posibilidad de que se sume el Partido Movimiento Ciudadano.
¿Y quién sería el candidato de esos cuatro partidos para la Gubernatura de Morelos? La presidenta del PAN contesta de inmediato: José Luis Urióstegui. “Es un tema ciudadano en el que el mismo ciudadano ha puesto en el tracking el nombre de José Luis. incluso miembros de Morena, del PRI y del PRD coinciden con nosotros”, explica.
El problema comienza cuando se menciona la posibilidad de que el actual alcalde capitalino decida no competir (apenas ayer volvió a declarar: “Cuernavaca es la prioridad, si yo me pongo a pensar en una posible participación electoral para el año próximo pierdo de vista la responsabilidad que tengo a la mano; no es un tema que hoy me ocupe”). Pero al partido sí le ocupa, pues en caso de que JLUS no quiera, hasta Francisco Sánchez Zavala tiene posibilidades de ser candidato a gobernador, reconoció.
En caso de que la dirigencia nacional ordene que será candidata mujer, tampoco hay una que tenga asegurado el lugar. Habló de Jessica Ortega de la Cruz para el caso de que se dé la coalición con MC, y en una de esas hasta ella —Dalila Morales Sandoval— está dispuesta a sacrificarse.
“Vamos a buscar a las personas que estén mejor posicionadas en el tracking (seguimiento) porque el trabajo de la oposición es realmente competir y realmente generar una condición diferente”, apuntó, al tiempo de adelantar que esperan que los partidos políticos antes mencionados tengan la madurez necesaria para ponerse de acuerdo y llevar como candidata o candidato a la mejor opción para Morelos, ya sea del PAN, PRI, PRD o MC, o incluso un ciudadano sin filiación partidista.
Pero no sólo para buscar la gubernatura. “Hay dos situaciones que toman en cuenta los ciudadanos: el partido y el candidato. Y el reto de la Coalición tendrá que ser poner figuras en cada uno de los municipios y no solamente importantes sino queridas por la comunidad y arropadas por una alianza de varios partidos”.
—El fin justifica los medios cuando se trata de retener el poder? — cuestiona uno de los periodistas presentes en la entrevista.
“Miren. Para nosotros no ha sido fácil esta coalición. En mis 26 años de militancia partidista siempre hemos sido antagónicos al PRI y una ideología contraria con el PRD, pero hoy hemos encontrado convergencias, y hemos dejado esas cuestiones ideológicas aparte y poder ir por este bien mayor que se llama Morelos. Ese es el reto que tiene hoy la oposición”, se sincera Dalila.
Se le cuestiona entonces sobre la actuación de un alcalde que llegó al cargo bajo las siglas del Partido Acción Nacional pero que su forma de gobernar no ha sido precisamente con los principios del panismo, y es Sergio Alba Esquivel.
“Ya hemos hablado con él, pero no hace caso”, reconoce. Como si se tratara de una “oveja perdida”, la lideresa del PAN en Morelos admite que a Sergio le aflora la misoginia en cada uno de sus actos. No hay paridad de género en su gabinete y mantiene un pleito personal con la síndica.
Le recordamos que hay una grabación en la que el entonces candidato del PAN a la presidencia municipal pide una cantidad de dinero a cambio de la asignación de una plaza, y que actualmente está desviando recursos públicos para mantener un equipo de futbol que maneja directamente su papá, Felipe Alba Cruz, entre otras irregularidades.
La lideresa sólo sonríe y promete “insistir con él para que cambie de actitud”, pero denota que no quiere meterse en problemas con el muchacho.
La realidad es que —dicen— el ingeniero en sistemas que gobierna Emiliano Zapata ya ni el teléfono le contesta a la presidenta de su partido, y que recientemente quitó al presidente del Comité Municipal, Iván Caballero, para poner a uno de sus incondicionales, y ni siquiera le pagó lo que le debía desde la campaña.
Sergio Alba ya no escucha a nadie. Se le ha subido el estiércol a la cabeza y sigue los mismos pasos que su antecesor, Fernando Aguilar Palma, quien en unos cuantos años pasó de tener una máquina retroexcavadora para rentar, a ser un próspero empresario de la construcción.
Al alcalde panista ya le gustó andar de “farolón” custodiado por guaruras en una camioneta de lujo, temeroso de que le quieran cobrar a la mala lo que le aportaron para su campaña. Trata con despotismo a su personal y amenaza con despedirlos.
Ojalá que alguien le diga que las presidencias municipales no son eternas y que el dinero así como llega se va. Que se vea en el espejo del alcalde de Zacualpan de Amilpas, Daniel Fernando Domínguez Ocampo, corrido vergonzosamente por el mismo pueblo que votó por él en el 2021, o en el de Antonio Villalobos, quien este domingo cumple los primeros cuatro meses tras las rejas después de haber sido el “Juan Camaney” de Cuernavaca.
HASTA MAÑANA.