Tal como se esperaba, ayer dio inicio la nueva etapa del Partido Nueva Alianza en Morelos, brazo político de la Sección XIX del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) que encabeza desde el pasado 21 de febrero el profesor Joel Sánchez Vélez. La renovación es casi total y el encargo de rescatar al partido se la están dando a Mario Luis Salgado, un ex dirigente del magisterio conocido y reconocido por su capacidad de operación política.
Este jueves se llevó a cabo la sesión extraordinaria de Consejo Estatal de este instituto político, en la que se aprobó una reforma a sus estatutos y demás documentos básicos, a fin de dar cumplimiento a los acuerdos emitidos por Impepac con el objetivo de establecer mecanismos de protección y defensa contra la violencia política en razón de género.
También, se conformaron comisiones en los 12 distritos locales y una muy importante: la de Transparencia y Acceso a la Información. Con esto se espera que se termine la época de opacidad y simulación que caracterizó al partido en los últimos años, y que habría seguido así si el sindicato hubiese permanecido con gente de Gabriela Bañón o la llegada de Felipe Castro Balcázar.
Durante este acto estatutario celebrado en la sede oficial del partido turquesa, estuvieron a cargo de los trabajos el presidente del Comité de Dirección Estatal, profesor Mario Luis Salgado Salgado, teniendo como testigo de honor el consejero especial Joel Sánchez Vélez, el representante del CEN, Manuel Tzab Castro, así como los diputados Agustín Alonso Gutiérrez y Verónica Anrubio Kempis, que llegaron al Congreso local bajo las siglas de Nueva Alianza.
Durante su mensaje de apertura de los trabajos del Consejo, Salgado Salgado convocó a la militancia y simpatizantes aliancistas a la unidad y advirtió que nunca más el partido será distante y aseguró que este es el tiempo de todos aquellos que deseen participar ya que serán constructores de su destino, sin imposiciones y fuera de intereses personales o mezquinos.
Por su parte, el dirigente estatal Joel Sánchez Vélez, hizo un llamado a la sociedad y en particular al sector magisterial, a fortalecer el brazo político turquesa y a tomar parte protagónica en las decisiones y acciones de cara al próximo proceso electoral. “Hoy, juntos, magisterio y sociedad, nos hermanamos en un frente por Morelos y nos convertimos a agentes activos”, dijo.
Y frente a los diputados aliancistas Agustín Alonso y Verónica Anrubio, reconoció el respaldo y la solidaridad que han mostrado con la causa de los aliancistas, del magisterio morelense y de la sociedad en su conjunto, ya que su quehacer parlamentario trasciende en la respuesta y solución a las demandas y necesidades que se les han planteado, por lo que aseguró que son el mejor ejemplo del cumplimiento a los compromisos que asumieron con la sociedad.
El caso de Agustín Alonso es muy extraño. Es un aliancista que se pone playeras del Che Guevara, que es muy amigo de René Bejarano, que dice admirar profundamente al presidente Andrés Manuel López Obrador y que hace unos meses le declaró su apoyo al aspirante Rabindranath Salazar Solorio.
A Agustín hay que tomarlo con reservas. No hay que perder de vista que el partido turquesa conservó el registro por los casi 40 mil votos que sacó como diputado, y que ese capital político lo puede poner al servicio de Morena o de cualquier otro partido. A menos que la tirada sea que Nueva Alianza vaya en coalición con Morena para las próximas elecciones, lo cual requerirá el visto bueno de sus respectivas dirigencias nacionales.
De Verónica Anrubio desconocemos cuáles sean sus planes a mediano plazo, pero en algunos meses sabremos si buscará la reelección, aspirará al siguiente escalón que es la diputación federal, o dará el salto hacia otro partido.
Ayer en el Consejo Extraordinario se dejaron ver los integrantes del nuevo Comité de la Dirección Estatal: la secretaria general Violeta Campos Alvear, el coordinador político electoral Eduardo López Landa; el coordinador de finanzas Alfredo Serna Hernández; la coordinadora del vinculación Yaneth Quintana Sánchez; la coordinadora de gestión institucional Amadea Alarcón Domínguez y la abogada y ex diputada Kenia Lugo Delgado, la única que ha permanecido desde hace varias dirigencias y que seguramente querrá aparecer nuevamente en las boletas del proceso electoral en 2024.
Ayer se respiraba un nuevo ambiente en la sede del partido, después del oscurantismo que prevaleció durante el tiempo que estuvo en manos de Gabriela Bañón. Aunque se supone que la dirigente era la maestra Zitlally Suárez, en realidad quien manejaba el partido era Gabriela Baños, su hija Adela y una contadora de nombre Brenda.
La pregunta que flota en el ambiente es ¿se la perdonarán a Gabriela Baños o iniciarán una auditoría tanto al sindicato como al partido?
Lo sabremos en muy poco tiempo.
DECLARACIONITIS.- La entrevista “banquetera” es peligrosa para algunos funcionarios. Existe el riesgo de que no se conecte a tiempo la lengua con el cerebro y se digan muchas barbaridades, o bien que el cerebro esté vacío y entonces se hacen declaraciones que reflejan su ignorancia. Ayer fue el colmo, pues hubo desde propuestas de reducir la duración en el cargo de un órgano autónomo, hasta hacer un frente común para evitar que el Ministerio Público realice su trabajo consagrado en la Constitución.
Ayer, el diputado local Arturo Pérez Flores declaró a medios de comunicación que propondrá una reforma constitucional para que el cargo de fiscal del estado dure solamente cuatro años y no los nueve que actualmente dice la Ley.
En este espacio hemos dicho que nos parece un exceso que, al conceder la autonomía de la otrora Procuraduría de Justicia del Estado, se haya establecido que su titular permanezca en el cargo por NUEVE AÑOS, máxime que esa reforma la maquinó y maquiló el entonces gobernador Graco Ramírez con la única idea de blindarse para que no pudieran hacerle nada por la vía legal.
Sin embargo, no pasa desapercibido que una ley estatal no puede estar por encima de la Constitución, y que actualmente la carta magna a nivel federal establece que el fiscal general de la República estará en el cargo nueve años, de tal manera que “con la mano en la cintura”, Uriel Carmona interpondría una controversia constitucional que echaría abajo dicha modificación legal.
Lo que es querer atraer reflectores solamente.
De la misma manera, también hemos criticado el actuar de la Fiscalía Anticorrupción y su diferenciación de criterios para los casos que atienden, pero de ahí a que se forme un “frente común” de alcaldes como lo propuso el edil de Cuautla, Rodrigo Arredondo, hay una gran diferencia.
O que tal el cinismo del presidente municipal de Huitzilac, Rafael Vargas, quien dice que en Huitzilac sí hay delincuencia, pero que “eso pasa en todo el país”.
HASTA EL LUNES.