En los próximos meses quizás el Código Penal tanto federal como en los estados habrá de incluir un nuevo tipo penal que diga: se sancionará con la destitución inmediata a quien se demuestre que haya trabajado con el secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna. Y una acotación: dicha disposición será inapelable.
Esa ley no escrita se la aplicaron a Ardelio Vargas Fosado, un abogado poblano que toda su vida trabajó en tareas policiacas y que hasta antier era subsecretario de Desarrollo Político en el gobierno de Puebla. De 1994 al 2000 trabajó como delegado del Centro de Investigación y Seguridad Nacional en Chiapas y Oaxaca. De 2000 a 2005 fue director de Investigación y Seguridad del CISEN, ambos puestos dentro de la Secretaría de Gobernación.
De 2005 a 2006, Ardelio Vargas Fosado fue jefe del Estado Mayor de la Policía Federal, y de 2006 a 2007 fue comisionado de la Policía Federal Preventiva, ambos puestos dentro de la Secretaría de Seguridad Ciudadana. De 2011 a 2013 fue secretario de Seguridad en el gobierno estatal panista de Rafael Moreno Valle. Y de 2013 a 2018 fue delegado del Instituto Nacional de Migración (INM) en la administración de Enrique Peña Nieto.
¿Qué delito cometió? Ninguno, sólo que trabajó con Genaro García Luna, y eso el presidente no lo tolera..."No sabemos si es culpable o no, pero sí trabajó en la Policía Federal, sí tuvo vínculos con García Luna y nosotros no queremos nada que tenga que ver con esta gente porque en ese entonces —para decirlo claro y rápido, breve— padecimos de un narcoestado que nos hizo mucho daño al país. Entonces, no queremos nada con eso.", dijo.
Así de autoritario es el presidente de la República. No necesita fundar ni motivar una determinación, solamente la dicta y se tiene que acatar.
El gobernador Sergio Céspedes defendió a Vargas Fosado al aseverar que durante su carrera política nunca fue sentenciado por cometer algún delito, pese a los señalamientos que el propio López Obrador hizo en contra suya durante la conferencia matutina de este lunes.
"Reconozco en él a un poblano comprometido con su entorno y con su tiempo. Un hombre institucional que, si bien nunca ha sido sentenciado por infracción o delito alguno, hoy ante la información vertida en distintos medios y que es de dominio público, hace patente su convicción de abonar en la vida pública de Puebla separándose del cargo", externó el gobernador.
No quiso contrariar al presidente, aunque no haya un solo señalamiento o expediente abierto en su contra. AMLO sentenció que ningún gobierno que se diga afín a los principios de la 4T, como el de Puebla, puede permitirse contar entre sus filas a personajes que convirtieron a México en un "narcoestado".
“Bueno, ya tenía información sobre esto, dio a conocer este caso la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, y de manera muy respetuosa, y además porque le tenemos mucha confianza, se le dio un informe completo al gobernador de Puebla. Sergio Salomón, gobernador de Puebla, es un hombre de bien, es una gente buena, honesta, hemos trabajado muy bien con él. Y respetuosos de su ámbito de competencia, porque esto corresponde a un gobierno estatal, sí le presentamos un informe sobre esta persona que, como tú lo estás reseñando, tiene esos antecedentes”, respondió a una pregunta de un reportero en “La Mañanera”.
Y acotó: “Lo hacemos también con otros gobernadores cuando vemos que hay alguien que no tiene buena fama pública que se requiere. Es ser y parecer. Y el otro dicho famoso no lo voy a repetir, por cuestiones de género”.
¿Y quién determina quién tiene buena fama pública y quién no? Pues el mismo que también decide quién es buen periodista y quien no.
El mismo que se puso a “festejar” cinco años de haber ganado las elecciones, cuando gran parte del país está controlado por el crimen organizado.
EL PODER DE LAS REDES O EL KARMA.- Omar Santana López es un polémico policía que ha laborado en diversas corporaciones del estado, principalmente en la zona sur. Tiene fama de abusivo, mayormente con las mujeres que están subordinadas a él, y tiene fama de prepotente.
Infinidad de quejas hay en los departamentos de asuntos internos de todas las corporaciones en las que ha trabajado, pero nunca le han podido hacer nada. En esta ocasión, un hecho circunstancial provocó su cese fulminante de la Dirección de Tránsito del municipio de Zacatepec.
Resulta que una pareja que iba a bordo de un vehículo pasó por un operativo de alcoholímetro en esa demarcación, y por alguna razón la mujer baja del vehículo. En esos momentos se suscita un incidente en el que unos jóvenes son detenidos con violencia y el automovilista saca su teléfono y se pone a grabar.
De esto se percata el jefe de la policía, quien en una reacción inexplicable desenfunda su pistola y después la vuelve a guardar, se acerca al vehículo y pregunta “¿qué pasó amigo” y el hombre solo atinó a responder “nada, nada”, y el jefe de tránsito se retiró.
Eso fue todo. El policía no le apuntó con la pistola ni le hizo nada al ciudadano que grabó. En esta ocasión ni siquiera fue prepotente. Los jóvenes detenidos no presentaron ninguna denuncia por abuso policiaco.
Eso fue el fin de semana. El lunes siguiente, el presidente municipal de Zacatepec José Luis Maya Torres anunció la separación del cargo de Santana López y que inició una investigación ante el Órgano de Control Interno para el esclarecimiento de los hechos y, en caso de que exista alguna responsabilidad, sancionar al jefe policiaco y a los elementos involucrados en los hechos.
En el caso de Ardelio Vargas, fue el poder del presidente el que lo dejó sin trabajo. En el de Omar Santana, fue el poder de las redes el que provocó su destitución.
Y para no variar, “la Fiscalía Anticorrupción Morelos abrió una carpeta de investigación de oficio por el video que se replicó en diferentes redes sociales, sobre los presuntos actos intimidatorios realizados por el director de Tránsito de Zacatepec, Omar “N”, en contra de un ciudadano que lo grabó mientras elementos de su corporación sometían con aparente uso excesivo de la fuerza a varios jóvenes, este fin de semana, durante un punto de revisión del operativo alcoholímetro”.
El protagonismo de Juan Salazar Núñez no podía faltar.
Tras el incidente, Omar Santana López, argumentó que se trató de una pistola de juguete, pero aun así fue destituido por el gobierno municipal de Zacatepec, quizás porque fue el pretexto perfecto para deshacerse de él.
HASTA MAÑANA.