El pasado seis de octubre terminaron las entrevistas en la Junta de Gobierno de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) con las candidatas y los candidatos a ocupar la Rectoría de la máxima casa de estudios de la entidad. En fecha aún por definir, pero que no puede pasar de octubre, ese órgano colegiado deberá remitir al Consejo Universitario los nombres de las tres personas que propone para tal responsabilidad, y quien obtenga la mayoría de los votos estaría asumiendo el cargo a partir del 4 de diciembre de este año.
Fueron seis los aspirantes que se registraron ante la Junta de Gobierno y que presentaron sus planes de trabajo, sin que hasta el momento se conozca que alguno no haya reunido los requisitos:
Roberto Coranguez Esquivel. - Contador público, abogado fiscalista y maestro en Derecho; nació el 10 de julio de 1961 en la Ciudad de Cuernavaca, en la clínica del doctor Caballero Diaz que se encontraba en el zócalo, aunque sus padres por tradición lo registraron en Zitácuaro, Michoacán, criándose en Cuernavaca donde realizó sus estudios básicos en escuelas públicas y desde 1978 conoció la UAEM cuando entró a estudiar a la Preparatoria Uno. Desde entonces no ha dejado de tener con su alma mater, ya que estudió en la Facultad de Contaduría y Administración y al titularse comenzó a trabajar en la misma institución. Ocupó diversos cargos administrativos en la máxima casa de estudios, como son: tesorero, auditor interno, auditor externo, director financiero, primer contralor y actualmente asesor y abogado autorizado de manera honorífica de la Rectoría en materia amparo, fiscal y auditoría ante diversas instancias jurisdiccionales.
Fabiola Álvarez Velasco. - Oriunda de Puente de Ixtla, Morelos, es egresada de la Facultad de Comunicación Humana de la UAEM, y después de ocupar diversos puestos como orientadora educativa, asesora psicopedagógica y directora de tres unidades académicas en la universidad morelense, y también fue dirigente sindical y secretaria general en la actual administración universitaria. Tiene una antigüedad de 35 años en la máxima casa de estudios.
Lorena Noyola Piña. - Es doctora en Ciencias y Artes para el Diseño por la UAM-Xochimilco, es profesora investigadora y la primera directora de la Facultad de Diseño de la UAEM y que actualmente es de las de mayor demanda en la UAEM, y cuenta ya con tres programas de posgrado además de la licenciatura. También ha dirigido la Facultad de Artes y fue secretaria de Extensión Universitaria en los dos primeros años de la administración de Alejandro Vera Jiménez.
José Mario Ordóñez Palacios. - Tiene el grado de doctor en Ciencias por la Universidad de Sevilla. Es profesor investigador del Centro de Investigaciones Químicas y secretario académico de la UAEM. Consolidó un grupo de investigación básica y aplicada en la universidad que ha contribuido en la creación de agentes antivirales, antihipertensivos, antiartríticos, contra el daño cerebral y anticancerígenos; y ha colaborado con investigadores de todo el país y otras cuatro naciones.
Felipe de Jesús Bonilla Sánchez. - Tiene Doctorado en Administración Internacional por la Universidad Internacional. Es director de la Facultad de Contaduría, Administración e Informática, la segunda con más alumnos en la UAEM. Fue coordinador de educación permanente de la institución. Ha trabajado en la universidad durante más de 24 años.
Viridiana Aydee León Hernández. – Nacida en Cuautla, Morelos. Es egresada de la Facultad de Ciencias Químicas e Ingeniería, que hoy dirige, y doctora en educación. Con más de 25 años de labor académica ininterrumpida, se ha desempeñado como docente en programas de Licenciatura y Posgrado de la UAEM. Integrante de los núcleos académicos de la Maestría y Doctorado en Ingeniería Ambiental y Tecnologías Sustentables de la Facultad de Ciencias Químicas e Ingeniería (FCQeI-UAEM) y la Maestría en Investigación Interdisciplinar en Educación Superior del Centro de Investigación Interdisciplinar para el Desarrollo Universitario (CIIDU-UAEM).
Las personas antes mencionadas son las que se inscribieron para buscar la Rectoría de la UAEM. Ahora bien, desde nuestro punto de vista personal, tienen ventaja aquellos que nacieron en Morelos, y sobre todo los que estudiaron en la máxima casa de estudios, estando en desventaja Lorena Noyola; en el caso de Felipe Bonilla ni siquiera lo pone en su currículum, lo que significa que le toma poca importancia a la oriundez.
En ese aspecto, Coranguez, Fabiola Álvarez y Viridiana León, deben ser tomados en cuenta por su arraigo en la entidad.
Luego viene el perfil idóneo para desempeñar el cargo. Tomando en cuenta la situación financiera que tiene la máxima casa de estudios, consideramos que ya quedó demostrado que los médicos, los psicólogos y los científicos no han podido manejar con eficiencia financiera la institución. El caso más patético es el de Alejandro Vera Jiménez, quien después de ser considerado un verdadero líder, dejó endeudada a la Universidad y hoy es prófugo de la justicia.
Es decir, la UAEM lo que requiere actualmente es una persona que sepa administrar las finanzas.
Finalmente, tenemos el tema de la “paridad de género” que está de moda. Quien esto escribe ha sostenido la hipótesis de que —en cualquier rubro— los cargos no pueden ser repartidos en función del género, sino de las personas idóneas para ocupar los puestos públicos.
No puede ser que ahora, los cargos de elección popular estén siendo repartidos “equitativamente” entre hombres y mujeres, y ahora también considerando a gays, indígenas, afrodescendientes y con capacidades diferentes.
Hemos escuchado decir que en el 2024 habrá una presidenta de la República, una gobernadora, y que también debe haber una rectora “por paridad de género”, lo cual se me hace no sólo absurdo, sino anticonstitucional. De las tres mujeres mencionadas, consideramos que tienen una trayectoria impecable, pero imagínense que el Consejo Universitario diga: “El mejor perfil lo tiene fulano, pero como TIENE QUE SER MUJER, queda fulana”. Eso no sería digno ni siquiera para quien resulte electa.
Por otra parte, los grupos de poder al interior de la UAEM, dígase sindicatos, rectoría y federación de estudiantes, deben mantenerse al margen del proceso y garantizar imparcialidad en todos los aspectos. Eso de andar propagando que “el Sindicato tal apoya a este candidato o candidata”, es una costumbre que debe extinguirse como se está acabando el “charrismo”, los dirigentes eternos y el corporativismo en general.
Esperemos que en diciembre próximo estemos escribiendo en esta misma columna, que hubo un proceso de renovación de la Rectoría ejemplar, democrático y sin compra de voluntades.
La comunidad universitaria, y en general los morelenses, nos lo merecemos.
HASTA MAÑANA.