Contrario a su costumbre, el ex gobernador de Morelos Graco Ramírez Garrido Abreu ha permanecido muy callado en redes sociales después de que el huracán Otis provocó destrozos en el puerto de Acapulco. Se ha limitado a replicar mensajes de Latinus, de José Antonio Crespo, y de Salvador García Soto en los que critican la reacción del gobierno federal ante este desastre natural. “Mejor a través de la Cruz Roja, es más confiable que el gobierno”, dice uno de los tuits compartido por el tabasqueño.
Hace bien. De haber hecho una declaración los internautas se le hubieran ido encima, después de la fama que se creo como “ladrón de despensas” cuando el estado de Morelos se vio afectado por el sismo del 19 de septiembre de 2017, al intentar acaparar todos los tráileres con ayuda humanitaria que entraban a Cuernavaca y llevarlos a una bodega del DIF.
“Las redes te hacen y las redes te deshacen”, escribimos en nuestra columna en aquel tiempo, haciendo notar que Graco fue muy hábil para utilizar las nuevas tecnologías de la información durante su campaña, y que esa misma tecnología habría obrado en su contra cuando fue el lamentable terremoto.
A la fecha, todavía hay gente en todo el país que reconoce a Graco y a su esposa Elena Cepeda como “los que se robaron las despensas en el sismo de 2017”, sin que existan pruebas fehacientes de que así haya ocurrido, pero cuando un video es reproducido por tuiteros de la talla de Guillermo del Toro o Belinda, forzosamente tiene esas consecuencias.
Desde nuestro particular punto de vista, Graco no se robó las despensas, y la idea de su jefe de Policía, Alberto Capella, tenía lógica: reunir todo lo que enviara la gente para clasificar los productos y repartirlos ordenadamente en las localidades afectadas. De hecho, eso es lo que está tratando de hacer el gobierno de AMLO en Acapulco, pero igual que hace seis años, la gente teme que haya un uso electorero de las despensas.
Insistimos: Graco no se robó las despensas, pero sí mucho del dinero destinado para la reconstrucción en 2017. Como lo había hecho en varios rubros, Graco y sus ingenieros financieros idearon la creación de un órgano denominado Fondo Unidos por Morelos, que según un reporte de la Entidad Superior de Auditoría y Fiscalización del Congreso del Estado de Morelos (ESAF) se desviaron mil 360 millones de pesos entre 2017 y 2018.
Esa auditoría es una de las que tiene “congeladas” la ESAF por órdenes del G15, que es el grupo de 15 legisladores que mantienen el control del Poder Legislativo, por lo que al parecer nunca sabremos qué sucedió con ese dinero.
Pero no fue el único caso en el que el gobierno de Graco Ramírez utilizó un desastre natural para obtener beneficios económicos. En septiembre del 2013 ocurrió un hecho natural atípico, cuando se juntaron dos fenómenos meteorológicos: la tormenta tropical “Manuel” y el Huracán “Ingrid”, que afectaron algunos municipios al sur del estado.
Entrevistado por los medios de comunicación, el entonces gobernador declaró que “no había necesidad de solicitar fondos extraordinarios para atender esa contingencia”. Sin embargo, 24 horas después anunció que siempre sí, que el gobierno de Morelos pediría que se declarara en estado de emergencia.
El astuto de Graco no se robó (al menos no todo) los recursos del FONDEN, pero sí utilizó esa declaratoria para desviar recursos de un programa federal denominado “Apoyos para el Desarrollo de la Oferta Turística”, que para el 2013 tenía presupuestado 42 millones 500 mil pesos tan sólo para Morelos.
Ese dinero estaba siendo ocupado para obras como la remodelación del “callejón del cubo” a un costado del Palacio de Cortés, o para el embellecimiento de los centros históricos de Hueyapan, Tlayacapan y Zacualpan de Amilpas.
Pero hubo otras obras que estaban contempladas pero no se realizaron. Por ejemplo, la rehabilitación de la Glorieta en las calles Matamoros y No Reelección; un diagnóstico sobre competitividad y sustentabilidad de los destinos Cuernavaca, Tepoztlán y Tlayacapan, y varios más.
Y es que el dinero no llegó porque con fecha 11 de diciembre de ese mismo año, se publicó en el Diario Oficial de la Federación un “convenio modificatorio”, mediante el cual una parte de ese dinero se utilizaría en otras obras.
¿En cuáles obras? Bueno, dice el documento que puede ser consultado en el Diario Oficial de la Federación de la fecha mencionada que los recursos federales fueron asignados a los siguientes rubros:
Terracerías y Pavimentos para la ampliación del acceso de la Autopista a Tequesquitengo, Jojutla, $1'526,500.00; Terminación de andadores y construcción de ciclopista en la carretera estatal Tehuixtla, Jojutla, $1'473,500.00; Trabajos de albañilería, herrería y pintura de la imagen urbana en la carretera estatal Tehuixtla, Jojutla, $350,000.00; Electrificación y alumbrado público del acceso de la autopista a Tequesquitengo, Jojutla, $1'550,000.00; Construcción de la Glorieta de la Proa (Obra Civil y Pavimentos) de la carretera Tehuixtla a Jojutla, $1'500,000.00; Terracerías, Obra Civil y Jardinería para la rehabilitación de la Arena Teques, $1'550,000.00; Pavimentos ecológicos y asfálticos para los accesos y estacionamientos de la Arena Teques, $1'100,000.00.
A simple vista se observa que lo que se hizo fue simplemente “desviar” el dinero que estaba destinado para una obra en determinado lugar, a otra obra ubicada en un sitio diferente.
La propia ley establece que esto no se puede hacer así nada más, se tiene que justificar y publicar en el Diario Oficial de la Federación bajo la denominación de “convenio modificatorio”.
En el caso que nos ocupa (y que usted puede consultar en el Diario Oficial de la Federación) la justificación fue la siguiente:
“Con fecha 26 de septiembre de 2013 ante las graves afectaciones en "LA ENTIDAD FEDERATIVA", provocadas por el huracán "Ingrid" y la tormenta tropical "Manuel", el Poder Ejecutivo a través de la Secretaría de Gobernación "SEGOB" emitió la "DECLARATORIA de Desastre Natural por la ocurrencia del huracán "Ingrid" y la tormenta tropical "Manuel" (inundación fluvial) del 13 al 16 de septiembre de 2013, en 4 municipios del Estado de Morelos", declarando como zona de desastre a los municipios de Amacuzac, Puente de Ixtla, Tlaquiltenango y Jojutla de "LA ENTIDAD FEDERATIVA", para prestar auxilio inmediato a la población cuya seguridad e integridad está en riesgo, por los daños causados por dicho Fenómeno Hidrometeorológico”.
Lo extraño es que, cuando se publicó el convenio modificatorio en el DOF de fecha 11 de diciembre, las obras que se mencionan ya habían sido realizadas desde meses antes, tan es así que el 5 de octubre, cuando se realizó el primer concierto en la Arena Teques, las obras mencionadas ya estaban totalmente terminadas, es decir, que se pagaron dos veces.
HASTA MAÑANA.