Lo que ocurrió la noche del domingo para amanecer lunes en diversos puntos de la ciudad de Cuernavaca, es muy similar a lo que aconteció el 24 de diciembre de 2011, cuando sicarios provenientes de Guerrero venían a “hacer una limpia” en la colonia Alta Vista, y se enfrentaron a policías municipales de esta ciudad a los que no les corresponde legalmente combatir los delitos contra la salud y delincuencia organizada y que tampoco cuentan con el armamento necesario, pero que valientemente ofrendaron sus vidas.
Al filo de las 18:30 horas del sábado 24 de diciembre (nochebuena) del 2011, en la colonia Alta Vista ingresó un grupo armado a un establecimiento, sacando a la fuerza a dos jóvenes de 20 años. Al momento de la salida del grupo, tuvieron un primer enfrentamiento con elementos del Municipio de Cuernavaca, en donde resultaron cinco elementos con lesiones, por lo que se inicia una persecución por distintas zonas del municipio de Cuernavaca.
Elementos de la Policía Preventiva del Estado (todavía no se llamaba Mando Único, ni tampoco Coordinado), realizaron cierres estratégicos en las entradas y salidas de Cuernavaca para la localización de los presuntos responsables reforzando las acciones iniciadas por la corporación municipal, logrando interceptar en la colonia Sacatierra a un grupo de personas que viajaban a bordo de varias camionetas con dirección hacia el parque de beisbol iniciándose un enfrentamiento.
Algo que favoreció a los policías locales es que los sicarios eran, en su mayoría, policías de Chilpancingo, y que desconocían la geografía de Cuernavaca. Cuando se vieron acorralados, bajaron de sus vehículos, pero fueron capturados en los andadores de El Salto.
Un total de cuatro personas murieron y ocho más resultaron heridas. Lamentablemente, una operadora de la Policía de Tránsito de la Base Carolina fue asesinada por uno de los sujetos que intentó escapar metiéndose a las oficinas y saltando la barda hasta alcanzar la cancha de beisbol, donde fue capturado.
La historia se repite casi 12 años después por el mismo rumbo de la ciudad y en condiciones similares. Ahora fue en domingo cuando un convoy de vehículos de la delincuencia organizada andaba “levantando” competidores en la colonia Alta Vista, específicamente en la privada Amapola. Ahí asesinaron a una persona.
Los balazos alertaron a los vecinos, quienes hablaron a la Seprac y acudió una patrulla que hacía sus rondines de rutina en la colonia. Se los encontraron de frente y dos de los policías quedaron muertos. El conductor del vehículo policial pudo pedir auxilio y avisó que las camionetas se dirigían al Parque de Beisbol “Miguel Alemán”. Ahí se dio el enfrentamiento donde perdieron la vida dos de los sicarios. Los demás escaparon rumbo al norte de la ciudad pero frente a lo que era la Procuraduría de Justicia del Estado se enfrentaron con otra patrulla. Ahí quedaron tres cuerpos sin vida.
En total, nueve personas fallecidas.
Al mediodía de ayer la secretaria de Protección y Auxilio Ciudadano, Alicia Vázquez Luna, acompañada por el alcalde José Luis Urióstegui Salgado, ofreció una conferencia de prensa en la que ofreció detalles de lo ocurrido y mostró fotografías de los vehículos incautados y las armas que se encontraron.
José Luis Urióstegui puntualizó que los hechos registrados las primeras horas de este lunes 20 de noviembre dan una muestra clara de la entrega del personal de la Seprac hacia el servicio que presta a Cuernavaca, destacando como ejemplo que una patrulla con tres elementos enfrentó a por lo menos 10 personas en la colonia Carolina dejando heridos a dos policías que no tuvieron miedo y lograron repeler la agresión, recibiendo el respaldo de sus compañeros que acudieron al llamado de auxilio.
El alcalde hizo notar que todo ocurrió muy rápido, y que los policías fallecieron en cumplimiento de su deber.
Poco antes de la conferencia, comenzó a circular en redes sociales un supuesto manifiesto de elementos de la Seprac, responsabilizando a la maestra Alicia Vázquez Luna por la muerte de sus compañeros Juan Carlos Salgado Flores y Francisco Armenta, “esto a causa de mandarlos a la calle sin asignarles armas de fuego”, lo cual fue negado tajantemente por la servidora pública.
En este escrito, los supuestos policías inconformes aseguran que AVL ha sido incapaz para lograr acuerdos administrativos con la CES con la finalidad de que todo el personal policiaco tenga un arma de cargo. “El día de hoy varios elementos de la Policía acudieron a sacar del deportivo (suponemos que quisieron decir depósito) de armamento su arma de cargo, poniendo de manifiesto su ineptitud para estar al frente del SEPRAC”.
Como dijera aquel personaje de la televisión: “No lo sé Rick, parece falso”.
Pero más allá de intenciones y polémicas, no debemos dejar pasar por alto que la delincuencia organizada es un delito sancionado por las leyes federales, por lo que tendría que ser la Fiscalía General de la República, la Guardia Nacional, el Ejército y la Marina los encargados de combatirla.
Si lo hicieran bien, no ocurrirían este tipo de enfrentamientos ocasionales en los que lamentablemente nuestros policías municipales, con todas sus limitaciones, pierden la vida al acudir a cumplir con su deber de salvaguardar la vida de los habitantes de Cuernavaca.