El caso del feminicidio de la profesora Alejandra Soto y la detención de un sujeto de nombre Norberto ponen a prueba a las instituciones del sistema de justicia del estado de Morelos, ávidas de credibilidad tras una crisis de desaciertos y en un momento político decisivo.
Los protagonistas son los siguientes:
La maestra Alejandra Soto, trabajadora de la educación (integrante de un sindicato que divaga entre apoyar a Morena o a su partido, el Nueva Alianza). Ella fue cobardemente asesinada el pasado 7 de diciembre cuando acababa de dejar a su madre en la escuela primaria en la que laboraba, ubicada en la calle Cuauhtemotzín, en el centro de Cuernavaca.
La Comisión Estatal de Seguridad Pública (CES), cuyo titular es el vicealmirante en retiro, Antonio Ortíz Guarneros.
La Fiscalía Especializada en Investigación de Feminicidios —dependiente de la Fiscalía General del Estado— tan vilipendiada por aquel penoso asunto de Ariadna. No sabemos si el mérito sea de Fabiola Betanzos o de algún otro funcionario, pues ella se supone que tiene orden de aprehensión y está entre amparada y prófuga.
El fiscal Uriel Carmona Gándara, presionado a más no poder, declarado enemigo número uno de la doctora Claudia Sheinbaum, candidata de Morena a la presidencia de la República.
La jueza Alejandra Trejo Reséndiz, sospechosa de haber dejado en libertad a Alberto N, apodado El Diablo, que según la FGE encabeza a un grupo delictivo en Huitzilac, aunque ya una sala del Tribunal Superior de Justicia confirmó su sentencia absolutoria.
El presidente del TSJ, Jorge Gamboa Olea.
Ahora bien, ¿cómo es que la Fiscalía resolvió este crimen 15 días después de ocurrido?
Pues si le damos plena credibilidad a la “verdad histórica” que manejó la Fiscalía General, todo fue por casualidad.
Resulta que una patrulla de la CES realizaba recorridos de rutina en Cuernavaca (a pesar de que este municipio no forma parte del Mando Coordinado), y al pasar por el Puente 2000, “los policías tuvieron a la vista a un hombre que se encontraba sobre la acera del puente manipulando varios objetos, mismo que al notar la presencia de la unidad oficial los intentó ocultar entre sus ropas”, dice el comunicado de prensa del viernes 22.
“Al estar ante un posible hecho delictivo, los elementos de la Policía Morelos se acercaron al hombre para indicarle el acto de molestia, al realizar una inspección se encontró en posesión de varias bolsitas de plástico transparente que contenían una sustancia sólida con características similares a la droga conocida como cristal, además de un arma de fuego con un cargador de metal abastecido”.
A pesar de que —supuestamente para respetar el derecho a la presunción de inocencia de los detenidos— les cubren los ojos con una franja negra, una persona que estuvo presente el día del crimen, reconoció al sujeto como el que le disparó en dos ocasiones a la maestra.
Ahí es donde entran los investigadores de la Fiscalía, quienes se encargan de checar la pistola que le fue encontrada a Norberto y concluyen que es la misma que fue utilizada en el homicidio de un hombre quien se resistió a ser despojado de su vehículo cuando circulaba por la avenida Reforma de la colonia Lomas de Cuernavaca, hace algunas semanas.
De igual forma, confirmaron que el hoy detenido estuvo bajo proceso penal por portación de arma de fuego del 2012 al 2018. Es una “fichita” pues.
Todo indica que —muy posiblemente bajo el influjo de enervantes— este sujeto con el apoyo de un taxista, llegó hasta donde se encontraba estacionada la camioneta de la maestra (Nissan Kicks color vino, con placas RDW-441R), esperando a que se bajara la también profesora María Teresa, su madre, mientras su hija de nueve años permanecía en el interior del vehículo.
Al ser amagada con la pistola, la víctima pidió que le dejara bajar a su hija, y le aventó las llaves de la camioneta. Ya sentado en el vehículo y listo para huir, el delincuente le disparó en dos ocasiones, hiriéndola de muerte.
El pasado martes fue la audiencia de imputación, después de que la Policía de Investigación Criminal ejecutó la orden de aprehensión en los separos de la CES, donde Norberto, de 42 años y vecino de la colonia San Antón, ya sentía que una vez más burlaría a la autoridad.
Un detalle que llama la atención es que este sujeto insistía en hacer uso de la palabra durante la audiencia de imputación, pero su abogada (de oficio), lo convenció de que se reservara su derecho constitucional a guardar silencio.
Será este jueves cuando la Jueza Alejandra Trejo determine si queda vinculado a un proceso penal por el delito de Feminicidio, o sale en libertad por falta de elementos, en cuyo caso sería un escándalo.
EL ASESINO DE LA CAMISA FLOREADA.- Por cierto, estamos de suerte, pues también la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano (Seprac) resolvió un caso. Se trata del homicidio del hombre que se perpetró en el interior de Plaza Forum, específicamente en el bar “La Crudería”.
Y es que, por increíble que parezca, el homicida disparó en contra de la víctima frente a decenas de personas que departían en ese momento en el bar, y después escapó caminando con la intención de sustraerse en medio de la confusión generada.
Hay que reconocer la profesionalidad de la empresa de seguridad que tiene contratada la Plaza Forum, pues en esta ocasión actuaron muy bien para evitar una desgracia mayor, y en lugar de enfrentar al responsable del crimen, lo siguieron discretamente y lo señalaron a los elementos de la Policía Municipal que llegaron en cuestión de minutos.
Ahora sólo falta que se confirme a través de las cámaras de videovigilancia que efectivamente el hoy detenido, identificado como Édgar Obed, fue quien le disparó a la persona que hasta ayer no había sido identificada, además de que la prueba balística debe arrojar que el proyectil que le causó la muerte salió de la pistola que le incautaron a Edgar Obed.
Hasta ahora sigue siendo un misterio el móvil del homicidio, pues al parecer Edgar Obed llegó a “La Crudería” acompañado del hoy occiso, y en un momento discutieron, sacando uno de ellos una pistola 9 milímetros, para darle un balazo en la cabeza al otro.
Es difícil de creer que el homicidio haya sido premeditado, pues a ningún sicario se le hubiera ocurrido ir a cumplir con uno de esos “trabajitos” vistiendo una camisa floreada.
HASTA MAÑANA.