No cabe duda de que las mujeres van ganando terreno en todos los ámbitos, ejerciendo derechos que les fueron negados durante muchos años. Sabemos que se pueden cometer injusticias y que podrían “pagar justos por pecadores”, sin embargo, es preferible a que continúe el machismo recalcitrante que tanto daño le hizo a nuestras abuelas, madres y hermanas.
Quien esto escribe proviene de una familia típicamente machista, donde las mujeres no tenían voz ni voto, su lugar estaba en la cocina y se consideraba un desperdicio de dinero que una hija estudiara una carrera profesional si su destino estaba en el hogar cuidando hijos cuando se casara. Un divorcio era mal visto, y las madres recomendaban a sus hijas aguantar golpes y humillaciones con tal de conservar el apellido de casada.
Fue a partir de los setentas cuando la mujer comenzó a trabajar en oficinas públicas, pero en ese tiempo era hasta cierto punto “normal” que las damas se fueran abriendo paso y escalando puestos pero siempre al lado de un hombre. El llamado “cuarto de los ascensos” existió, y seguramente se sigue dando en algunas áreas de los tres niveles de gobierno.
Hay grandes avances en materia de respeto al derecho de las mujeres, pero no ha sido fácil y tampoco ha sido “por la buena”, sino a base de leyes y presiones de las organizaciones feministas.
En este contexto, la senadora Olga Sánchez Cordero, integrante del Grupo Parlamentario de Movimiento Regeneración Nacional {MORENA), en la LXV Legislatura de la Cámara de Senadores del Congreso de la Unión, acaba de someter a consideración de la asamblea legislativa una iniciativa con proyecto de Decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley General de Responsabilidades Administrativas en materia de combate al acoso sexual y las violencias contra las mujeres.
En exposición de motivos, aporta una serie de datos contenidos en la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) que indica que el 27.9% de las mujeres que trabajan o trabajaron alguna vez, han experimentado algún acto violento; la prevalencia de violencia psicológica fue de 12.2%; la discriminación en 18.1% y la violencia física y/o sexual reportó una proporción de 15.1%.
Los datos referidos nos permiten resaltar que, tanto por su frecuencia como por sus efectos en el ámbito personal, familiar, laboral y comunitario, el acoso sexual y el hostigamiento sexual son tipos de violencia laboral sobre los que se ha hecho mayor énfasis y se ha establecido la obligación para el poder ejecutivo en sus tres niveles (federal, estatal y municipal) de contar con mecanismos o procedimientos administrativos para su erradicación, prevención y sanción en los centros laborales.
Aunado a lo anterior, las cifras publicadas en el Informe Anual de Denuncias de hostigamiento sexual y de acoso sexual en la Administración Pública Federal durante el 2021 los Comités de Ética y los Órganos Internos de Control recibieron 321 denuncias de hostigamiento sexual o de acoso sexual en los Comités de Ética de 82 instituciones de la APF, en 90 casos la víctima denunció haber sufrido contacto físico sugestivo o de naturaleza sexual, de los cuales en 82 casos (91%) la persona denunciante fue una mujer; y en 48 casos la víctima señaló que la persona denunciada le manifestó abierta o indirectamente su interés sexual.
Pues ahora, de obtener el apoyo de sus compañeros legisladores —que es lo más seguro—, el proyecto plantea la posibilidad de incluir las categorías de Igualdad de Género, lnterculturalidad, lnterseccionalidad, Perspectiva de Género y Revictimización en la Ley General de Responsabilidades Administrativas.
Asimismo, se adiciona un artículo para estipular puntualmente los casos en que se comete abuso de funciones la persona servidora o servidor público que con motivo de su empleo, cargo o comisión; se plantean las hipótesis en las que los Servidores Públicos responsables de la investigación, substanciación y resolución de las Faltas administrativas incurrirán en obstrucción de la justicia, a través de una adición al artículo 64; se disponen los casos en los que las y los servidores públicos incurrirán en acoso sexual, a través de la adición de un artículo 72Bis y se realizan varias adiciones para proteger a las víctimas y brindar certidumbre a las investigaciones.
Por ejemplo, se considerará una conducta sancionable por la referida ley, “…expresar comentarios, burlas, piropos o bromas hacia otra persona referentes a la apariencia, anatomía o forma de vestir con connotación sexual, bien sean presenciales o a través de algún medio de comunicación; expresar o enviar a través de algún medio de comunicación, carteles, calendarios, mensajes, fotografías, audios, videos, ilustraciones u objetos con imágenes o estructuras de carácter sexual, no deseadas ni solicitadas por la persona receptora; mostrar deliberadamente parles íntimas del cuerpo a una o varias personas; expresar insinuaciones, invitaciones, favores o propuestas a citas o encuentros de carácter sexual; la descalificación del trabajo de las mujeres o separación de su cargo a partir de estereotipos de género o de procesos biológicos como la menstruación, el embarazo o menopausia; impedir o condicionar a las mujeres el goce de la licencia de maternidad y/o de los permisos de lactancia”.
Y otra manifestación del machismo que prevaleció como una cosa normal entre los servidores públicos, fue el tener hijos por todos lados sin hacerse cargo de su manutención.
Sobre ese tema, ayer hubo un pronunciamiento de la Asociación de Jueces en Retiro que encabeza la doctora en Derecho, María Leticia Agüero, y la Asociación de Abogadas del estado de Morelos, que preside la maestra Tanya Jiménez Guadarrama, para que los partidos políticos hagan valer el decreto del 24 de mayo del 2023, y la llamada “Ley 3 de 3” que prohíbe entre otras cosas ocupar cargos de elección popular a los morosos en el pago de pensión alimentaria y en general a quienes ejercen violencia de cualquier forma a las mujeres.
Por eso que, en esta época navideña, hay muchos suspirantes que acudieron a su casa chica, a la otra más chica y hasta las que no tienen casa, para ponerse al corriente con sus compromisos, no vaya a ser que cuando ya tengan amarrada alguna candidatura, les resulte alguna pareja inconforme o algún hijo no reconocido.
HASTA MAÑANA.