En un estado y en un país en franco retroceso económico, resulta preocupante que —después de tres décadas de existencia— cierren las puertas y “bajen el switch” de una empresa que daba empleo a una buena cantidad de personas en el estado de Morelos. Un hecho de esta magnitud se debe generalmente a dos razones: una eminentemente económica que tiene que ver con la pérdida de rating ante la llegada de los medios digitales, y otra que tiene que ver con las condiciones políticas, generalmente ligada a las relaciones de los dueños de las empresas con el poder.
Como ya es del dominio público, el pasado 29 de enero dejaron de operar los canales de televisión de la empresa Televisa Univisión en Zacatecas, Tamaulipas, Chihuahua, Durango, Coahuila, Morelos, Estado de México y Chiapas. En algunos casos los conductores recibieron la noticia sorpresivamente, como lo fue en el estado de México, donde el comunicador Germán Zepeda reprochó en un video publicado en sus redes sociales que sus patrones no le hayan permitido despedirse dentro del espacio noticioso que dirigía.
Zepeda, quien era titular de un noticiero nocturno en N+ Estado de México, detalló que el cierre total de la televisora en la entidad afectó a 60 personas, entre conductores, reporteros, camarógrafos, administrativos, personal de ventas, producción, continuidad e intendencia.
Lo peor ocurrió en Televisa del Golfo, con cuatro emisoras en Tamaulipas: Tampico, Ciudad Victoria, Nuevo Laredo y Matamoros. Mario Leal, conductor de espectáculos de “Las Noticias Tampico” publicó en sus redes sociales que no fueron avisados del cierre de dicha televisora hasta que concluyó el noticiero de este viernes.
“Me atrevo a romper el silencio porque al final ya no tengo relación laboral con Televisa, ya formamos el finiquito con la empresa. Que de un día para otro te digan que ya es el final, aunque lo tengas asimilado o lo esperes, nunca es fácil”, compartió el conductor, quien llevaba 13 años trabajando en Televisa del Golfo.
A través de una transmisión en vivo, Leal detalló que al concluir la emisión matutina del noticiero fueron informados del cierre de las transmisiones.
“Para empezar, las cortinas estaban abajo, que para prevenir cualquier cosa negativa que pudiera pasar y a quienes llevábamos mochila, nos la revisaron, para ver qué ingresábamos a las instalaciones, concluyó el noticiero y empiezo a ver que hay muchos guardias y eso te hace sentir como si fueras un delincuente, un desconocido después de tantos años y tantas cosas que pudiste haber dado”, contó.
En el caso de Televisa Morelos, trabajadores nos confiaron desde hace algunas semanas que el 26 de enero sería la última transmisión. “Intentaron mantenerlo en secreto, pero los camarógrafos que están sindicalizados exigieron a través de su sindicato que les aclararan qué estaba sucediendo y así fue como todos nos enteramos”, nos comentaron.
No pudimos evitar “tener un Dejavú” de aquel primero de diciembre de 1994, cuando estando en nuestro día de descanso recibimos un telefonazo de Jorge López Coutigno (el cual obviamente pensamos que se trababa de una broma) para decirnos que fuéramos por nuestras cosas personales porque El Universal Morelos cerraba sus puertas para siempre.
Cuando arribamos a las oficinas que se ubicaban en la privada de Leandro Valle, éstas se encontraban prácticamente sitiadas por personal de mudanzas, del jurídico y del área de seguridad de la empresa. Este tipo de operativos los acostumbran a hacer las empresas grandes para evitar que los trabajadores pudieran intentar una rebelión o irse a la huelga.
Años después, cuando vimos en televisión las escenas de la Policía Fiscal tratando de detener a Juan Francisco Ealy Ortíz, propietario de El Universal, por no pagar impuestos, entendimos que el verdadero motivo no fue económico sino político: El Universal había apoyado a Cuauhtémoc Cárdenas en su campaña, y no había buena relación con Ernesto Zedillo.
En el caso de la empresa fundada por Emilio Azcárraga Milmo, para nadie es un secreto que la llegada de Andrés Manuel López Obrador fue lo peor que le pudo haber pasado. Aunque Televisa ofreció la cabeza de Carlos Loret de Mola como señal de buena voluntad para con la presidencia de la República, y que la relación con Andrés Manuel López Obrador no es tan ríspida como sí lo es con TV Azteca —por ejemplo—, lo cierto es que sus ingresos no son ni el 20% de lo que se recibía con los gobiernos priístas y panistas.
Por si esto fuera poco, la compañía nacida en 1973 de la fusión de Canal 8 y Telesistema Mexicano, lleva años sorteando una crisis en su modelo de negocios debido a la competencia en televisión de paga y la llegada del streaming, lo cual llevó a que sus acciones perdieran 35.72 por ciento de su valor en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) durante 2023.
Televisa, la empresa que durante 60 años cautivó al público con sus historias de telenovelas (de hecho, somos de la generación de El Chavo del Ocho y Siempre en Domingo), atraviesa una etapa de cambios, luego de un mal año 2023 en la Bolsa Mexicana de Valores.
Especialistas coinciden en que esto se debe al streaming de video que cautivó el mercado con contenidos originales y, pese a que quiso competir lanzando ViX+, no ha tenido el éxito esperado porque llegó 12 años tarde.
¿Cómo impacta este cierre de fuentes de empleo a nivel local? Desde nuestro punto de vista la mayoría de ellos podrá reinsertarse de inmediato en otras empresas, o quizás poner sus propios medios de comunicación aprovechando el prestigio obtenido en Televisa.
Lo desalentador de todo esto es que —ahora sí— podemos decir que los periodistas somos una especie en extinción, y que los jóvenes no quieren estudiar esta carrera ni regalada. ¿Dónde van a trabajar los egresados de las carreras de Ciencias de la Comunicación, Periodismo, Mercadotecnia, entre otras?
Desgraciadamente, en las pocas plazas que ofertan los grandes medios nacionales exigen conocimientos técnicos muy avanzados, experiencia, vehículo propio, teléfono celular de buena calidad, todo a cambio de un sueldo ínfimo.
De hecho, los noticiarios nacionales ya no están contratando corresponsales, pues les sale más barato abastecerse de imágenes con los videos grabados con teléfono celular que los propios protagonistas o algún curioso les pueda proporcionar a cambio de fama.
Pero más preocupante debe resultar que este fenómeno se puede replicar en otras empresas que tienen sucursales en nuestra entidad, y que políticamente no se avizoran buenas condiciones para el siguiente sexenio.
HASTA MAÑANA.