Como si se tratara de uno de esos programas de televisión de finales de los setenta y principios de los ochenta (nada más faltó que comenzara con una toma abierta con el público aplaudiendo), apareció el dirigente nacional de Morena, en su papel de conductor, al centro del escenario flanqueado por seis urnas transparentes y los fedatarios a los extremos.
“Amigas y amigos, estamos en una transmisión en vivo para darle transparencia al proceso de insaculación de nuestras candidatas y candidatos en la lista de representación proporcional para el Senado de la República y para la Cámara de Diputados, tal como lo señalan nuestros estatutos y el espíritu de nuestro movimiento es darle participación a la gente; que los militantes tengan la oportunidad de representarnos en el Congreso de la Unión”, dijo Mario Delgado frente a las cámaras el pasado miércoles por la noche.
Enseguida comenzó a explicar la mecánica del sorteo: se sacaría una bolita de cada recipiente para completar un número de tres dígitos, que correspondería al número de registro en el padrón, dándole así la oportunidad a militantes y consejeros de acceder a las grandes ligas de la política nacional.
Eso sí —advirtió el dirigente en funciones de presentador de televisión— la Comisión Nacional de Elecciones de Morena, se reservó algunos espacios para asignarlos discrecionalmente según los intereses del partido (el dedazo presidencial, pues).
Debemos de reconocer que no advertimos ninguna posibilidad de intervenir en el resultado del sorteo. Cuando nos enteramos que la ex secretaria de Organización de Morena en Morelos, María de la Luz Villa Figueroa, había salido en la lista de plurinominales, de inmediato pensamos: “Qué perverso Mario Delgado, se la dio para que se diera de topes por haberse ido del partido”. Pero no.
En las imágenes transmitidas en vivo por Facebook se ve claramente como las dos mujeres que se encargaron de sacar las bolitas de la suerte no hicieron ningún movimiento sospechoso que permitiera suponer que hubo “mano negra” para influir en los resultados. De la primera esfera sacaron un uno, de la segunda un cuatro y de la tercera un cinco. “145”, dijo el notario público 222 de la CDMX. “Villa Figueroa María” se escuchó en el estudio.
En ese momento no sabían que María (de la Luz) Villa Figueroa es la mujer que encabezó la rebelión de morenistas para irse a apoyar a la aspirante Lucía Meza Guzmán, y que incluso publicó su oficio de renuncia que, inexplicablemente, no se le dio trámite y siguió apareciendo en la lista de consejeros de Morena a nivel nacional.
Después de tres horas con 16 minutos de transmisión ininterrumpida (con algunas vicisitudes que incluso hizo que Delgado Carrillo “regañara” al notario), se habían sorteado 16 espacios para el Senado de la República: 8 para hombres y 8 para mujeres; mientras que para la Cámara de Diputados se insacularon dos listas, una de militantes y otra de consejeros nacionales, con 20 lugares por cada circunscripción.
Mario Delgado se despidió del programa, anunciando que en unas horas se publicaría la lista definitiva, ya debidamente revisada por el Comité Ejecutivo Nacional, y complementando los espacios que hasta ese momento tenían la leyenda de “reservado”.
Y así fue. Alrededor de la una de la madrugada se publicó la lista completa en la que ya venían, tanto los candidatos que salieron por insaculación, como los que fueron “agregados” por designación del partido.
En esa lista todavía aparecía María Villa Figueroa en primer lugar. También venía el nombre de Ramiro López Obrador, hermano del presidente, quien todo parece indicar que le debe la designación a su buena suerte, y no al parentesco con el titular del Ejecutivo, pues —insistimos— no hubo forma de cambiar los resultados. Misma situación del vocero presidencial, Jesús Ramírez Cuevas.
En la lista definitiva ya venía el nombre de Cuauhtémoc Blanco Bravo, encabezando la relación de hombres elegidos para diputados federales plurinominales de la cuarta circunscripción junto a Ifigenia Martínez. También, en esa lista vienen el padre del corredor de autos, Sergio Pérez, el ex secretario de Gobernación, Adán Augusto López, el actual diputado Gerardo Fernández Noroña, y los ex aspirantes a la Presidencia Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal.
La sorpresa fue Hugo Erick Flores, ex funcionario federal en Morelos, dirigente del Partido Encuentro Social en Morelos y fundador de Encuentro Solidario, pero no por la circunscripción de Morelos, sino la de Baja California, donde se dice que ese partido tiene su bastión.
Los líderes sindicales Pedro Haces Barba y Napoleón Gómez Urrutia pasan de senadores a diputados federales, siempre por la vía plurinominal.
La sorpresa fue que la empresaria Meggie Salgado (a la que pocos identifican con su nombre de pila, que es Magda Ericka Salgado Ponce) apareció en la lista de plurinominales pero por el estado de Aguascalientes, dejando así un espacio vacío en la carrera por la presidencia municipal de Cuernavaca.
El gran perdedor fue Rabindranath Salazar Solorio, quien quedó como candidato suplente a diputado federal en la posición 14.
HASTA MAÑANA.