Ya se vio que la reforma electoral que desaparecería a senadores y diputados plurinominales fue puro “atole con el dedo” y no solamente del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que fue el que la propuso, sino de todos los institutos políticos que existen en este país. Jamás van a desaparecer esas posiciones que son precisamente “la ganancia” de los dueños, pues independientemente de si ganan o no en los procesos electorales, “las pluris” siempre estarán reservadas para los propietarios de los partidos.
En días pasados analizamos el proceso electoral interno de Morena, que es uno de los más abiertos a la militancia, pues muchos de los puestos plurinominales son sorteados a través de un mecanismo que no permite chanchullos. Sin embargo, las posiciones más importantes quedan reservadas para el partido o el líder moral del mismo, en este caso, el presidente de la República.
Así es como llegan personas que no representan el espíritu de Morena, sino todo lo contrario. Ciertamente aquellos que han trabajado desde repartir volantes o pintar bardas sí pueden acceder a candidaturas, pero solamente a suplencias o a escaños que todos saben que nunca van a poder entrar a las legislaturas federales o locales.
En la oposición es exactamente igual. Ayer nos tocó presenciar la entrega de constancias a candidatas y candidatos a presidencias municipales y diputaciones locales, y nos enteramos de un dato que ya suponíamos pero que ahora confirmamos.
¿Se acuerdan que el PAN se esperó hasta el último momento para firmar la coalición en la que el PRI, PRD y RSP ya habían aceptado a Lucía Meza Guzmán como su candidata? Hoy sabemos qué fue lo que pidieron:
Daniel Martínez Terrazas pidió la candidatura uno por voto directo (principio de mayoría relativa), pero también la uno plurinominal (la que se asigna al partido que perdió pero que quedó más cerca del ganador. Eso por cuanto a la Congreso Local.
En lo federal, su hermano Adrián Martínez Terrazas también va en la primera posición. Es decir, que aunque no gane Xochitl la presidencia ni Lucía Meza la gubernatura, él de todos modos se queda en el Congreso de la Unión.
¿Esto qué quiere decir? Que si usted vota por José Luis Urióstegui para Cuernavaca o Lucía Meza Guzmán para el gobierno de Morelos, ese voto le beneficiará directamente a los hermanos Terrazas.
En el evento de ayer se entregaron constancias a las y los candidatos que serán postulados por el PAN dentro de la coalición Dignidad y Seguridad por Morelos, Vamos Todos.
Estas constancias se entregaron a José Luis Urióstegui, quien buscará la reelección como candidato a la alcaldía de Cuernavaca; Heladio Sánchez Zavala, que hará lo propio para la alcaldía de Yecapixtla; Benigno Olivar Cigarrero, para la alcaldía de Axochiapan; Virginia Pliego, para la alcaldía de Jantetelco; Lilia Lourdes Gómez, como candidata a la alcaldía de Ocuituco; Lili Isabel Rivas, para la alcaldía de Tetela del Volcán; Agustín Toledano Amaro, para la alcaldía de Atlatlahucan (donde la alcaldesa Alma Reyes, llegó por el PAN pero se cambió de partido); Verónica Anrubio Kempis (actual diputada local que se acaba de integrar al PAN) para la alcaldía de Ayala; y Sergio Alba Esquivel, para la alcaldía de Zapata, en un intento de reelección.
Como candidatos a diputados locales se entregaron las constancias al mencionado Daniel Martínez Terrazas, por el primer distrito local (posición que hoy ocupa el empresario Miguel Ángel Adame Jiménez); Andrea Gordillo, que buscará la reelección para el segundo distrito; Gustavo Lezama Rodríguez, para el séptimo distrito; Jennifer Calderón Andrade, para el noveno distrito; y Francisco Sánchez Zavala, quien buscará mantenerse por tres años más como diputado local y, de ser posible, eternizarse como presidente de la Mesa Directiva.
Ayer nos enteramos que el actual diputado Oscar Cano Mondragón estará en la posición número uno para la repartición de regidurías, en tanto que Jesús Corona Damián e Israel Piña Labra irán como candidatos de la Coalición en Cuautla y Temixco, pero por alguna razón no les entregaron su documento. Digamos que está todavía en “veremos”.
El gran ausente fue el “regidor ciudadano”, Fernando Carrillo, quien no ha renunciado al PAN como lo había prometido, pero está relegado de cualquier encargo por parte de los Terrazas.
Aunque ayer fue la entrega solamente de las constancias de candidaturas a nivel local, se esperaba la presencia del candidato a diputado federal por el Frente Amplio, Sergio Estrada Cajigal Ramírez, para comprobar si —como dicen sus amigos— el escándalo de sus exparejas no le bajó ni un punto en las encuestas. Pero no llegó.
Un detalle que observamos ayer en la calle Netzahualcóyotl donde se habilitó el escenario para el evento partidista, fue la diferencia en los equipos de seguridad de los funcionarios presentes.
Lucía Meza llegó con su seguridad personal que la acompaña desde siempre y una unidad de Guardia Nacional con cuatro elementos que le asignó el gobierno federal; el presidente municipal de Emiliano Zapata llegó custodiado por una camioneta de la CES y una mujer policía cargando un R-15 que no lo perdía de vista. Los Zavala se retiraron con TRES unidades de la Policía Estatal.
Y José Luis Urióstegui Salgado sólo con su inseparable chofer Rigo.
MORELENSES AL GOBIERNO DE GUERRERO. – El pasado 30 de enero el morelense Pablo Gordillo Oliveros fue presentado por la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, como nuevo titular de la Secretaría de Bienestar de Guerrero. El hijo de Rudy Gordillo se había integrado al equipo de Evelyn desde el principio en cargos inferiores, pero hasta ahora fue nombrado secretario de Gabinete.
Pero no es el único morelense que tiene un cargo relevante en el gobierno del vecino estado. También a finales de enero tomó protesta como consejero jurídico del Poder Ejecutivo en el estado de Guerrero, el joven abogado César Salgado Alpízar (homónimo del hijo de César Salgado y Adela Alpizar), quien hasta hace unos meses era secretario técnico de la Comisión de Medio Ambiente del Congreso Local, que preside la diputada panista Andrea Gordillo.
De hecho, Salgado Alpízar fue el abogado de Andrea Gordillo en aquel pleito legal que sostuvo ésta con la morenista Alejandra Flores ante los tribunales electorales por la diputación del segundo distrito, posición que finalmente quedó en poder de la panista, hija de Jorge Gordillo.
Tanto Andrea como Pablo son nietos de otro ilustre morelense: Jorge Gordillo Núñez, delegado en Morelos de la extinta Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (Secofi), en los setenta.
HASTA MAÑANA.