El intento de madruguete de un grupo de aspirantes en apoyo de Sergio Pérez y en contra del ex panista Javier Bolaños forzó a que la dirigencia del partido Morena tomara la decisión de optar por alguien ajeno a los dos grupos en pugna, para designar a su candidata a la presidencia municipal de Cuernavaca, en la persona de Alejandra Flores Espinoza, con todos los riesgos que ello significa.
No sabemos quién tomó esa decisión, pero todo parece indicar que la idea fue dar un mensaje de que en Morena no van a permitir rebeliones como el que protagonizaron Sergio Pérez, Eduardo Galaz, Cecilia Rodríguez, Erick Salgado y Jaime Juárez, la noche del 7 de marzo.
En un acto desesperado luego de que trascendiera que en las siguientes horas (tal como lo vaticinamos en este espacio) sería “destapado” Javier Bolaños como su candidato a alcalde, a pesar de que una encuesta daba como ganador a Pérez Flores, los antes mencionados citaron a conferencia de prensa en Casa Hidalgo, para armar un bloque en contra del ex blanquiazul y a favor de Checo.
Los hombres y mujeres que deciden al interior de Morena llegaron a la conclusión de que efectivamente, era mucho el rechazo a Bolaños Aguilar por considerarlo un panista infiltrado, pero designar a Sergio sería premiar la indisciplina de los otros aspirantes, y al rato tendrían en todo el territorio morelense a grupos haciendo pronunciamientos a favor de tal o cual persona que busca la candidatura, y en rechazo a otra, y eso no podían permitirlo.
Así que optaron por una decisión “salomónica”: ni Bolaños, pero tampoco Checo Pérez. “Oiga, pero es que ya dijimos que en las encuestas hay un empate técnico entre Bolaños y Sergio”, habría cuestionado alguien. Y la respuesta fue: “Sí, pero acuérdense que se dijo que, aunque ganara la encuesta un hombre, si se optaba por una mujer, los varones tendrían que hacerse a un lado”.
Y Alejandra Flores no era la mejor posicionada, sino Meggie Salgado, quien por fortuna ya había sido contemplada para una diputación federal, así que el problema estaba resuelto. La lista con el nombre de Alejandra Flores fue filtrada la madrugada del viernes y confirmada la designación al mediodía por la candidata a la Gubernatura, Margarita González Saravia.
Algunos datos curriculares que podemos dar sobre la candidata de Morena al gobierno municipal de Cuernavaca es que es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Americana. Su trayectoria en la administración pública se reduce a una dirección de comunicación social en el Congreso del estado, y una diputación por mayoría relativa en el periodo 2018-2021. Intentó reelegirse, pero perdió en los tribunales con la panista Andrea Gordillo.
Alejandra Flores es una buena persona en toda la extensión de la palabra. El problema es que se enfrentará a los cuestionamientos naturales sobre quién gobernará si es que ella obtiene el triunfo en las urnas. ¿Será Rabindranath Salazar, que es su padrino y principal impulsor? ¿Será su padre Luciano Flores, ex director de Colonias y Poblados, pensionado en la administración anterior? ¿O será su pareja sentimental, Omar Barrera, a quien nombró director del Instituto de Investigaciones Legislativas del Congreso cuando ella fue diputada?
Su cercanía con el ex presidente municipal Antonio Villalobos Adán (actualmente bajo proceso por no haber depositado varios millones de pesos que eran del Instituto de Crédito) también podría afectarle, y hasta un accidente automovilístico que tuvo su hermano recientemente.
Lo primero que se piensa es que Cuernavaca sería el refugio de todos los “rabinistas” luego de que su líder Rabindranath Salazar no fue tomado en cuenta para la Gubernatura del estado y va como candidato a una diputación federal plurinominal pero en la posición número 14. El Ayuntamiento capitalino es perfecto para premiar a toda la gente que lo ha venido ayudando.
En honor a la verdad, Alejandra no tiene nada qué hacer frente a un José Luis Urióstegui que, con todos sus defectos, sí la supera en experiencia y preparación académica, pero que además actualmente está en funciones y aprovechará estos meses para llenar de obras a Cuernavaca con la promesa de que “viene lo mejor”.
Las únicas ventajas que tiene Alejandra es que está joven y que va por el partido en el poder. Una votación en cascada haría que la licenciada en Comunicación llegue a la alcaldía de la misma forma que llegó Antonio Villalobos: como consecuencia de una disputa entre dos grupos.
De hecho, algunos analistas ven la inclusión de Alejandra Flores como una forma de “entregar” el primer distrito a la oposición, tanto en lo local como en lo federal, para cumplir con la paridad de género. Veremos.
“SECUESTRO DE REOS”. – En la cobertura de la nota roja hemos cubierto infinidad de delitos con los modos de operar más increíbles, pero nunca lo que denunciaron ayer los familiares de personas privadas de su libertad en el Penal de Atlacholoaya.
Es de lo más común que, si usted viene por la carretera federal de Zempoala, sea interceptado por delincuentes que lo hacen desviarse por terracerías, hasta perderse en el bosque. Ya estando ahí, dejan libre al jefe de familia pero se quedan como rehenes su esposa e hijo, con la finalidad de que éste baje a la ciudad a conseguir dinero para así liberar a sus familiares.
Pues bien, el modo de operar en el Penal de Atlacholoaya es el siguiente: el interno es sacado de su celda (secuestrado, se puede decir) por personal de seguridad, y llevado a un lugar desconocido. Ahí da el número telefónico de un familiar, quien recibe una llamada diciéndole que su familiar será trasladado al Penal Federal de Tijuana, pero que si deposita 50 mil pesos lo sacan de la lista.
Los familiares dejaron de tener contacto con los internos desde el jueves, y hasta ayer domingo no sabían de su paradero. “Sólo no dieron un papelito con el nombre del Penal donde supuestamente fueron trasladados con un número telefónico en el que nadie contesta”.
Solicitaron audiencia con un Juez de Ejecución de Sentencias para que revisen si el traslado está justificado pero el Tribunal Superior de Justicia no les ha dado respuesta.
HASTA MAÑANA.