En este mismo espacio advertimos (y no porque tengamos una bola mágica ni le hagamos a la brujería) que los dueños de los partidos políticos serían los que se agandallarían los principales puestos por la vía plurinominal, ya sea en el Congreso Local, o en el Cabildo de la capital morelense. Esto ha sido desde siempre en el Partido Revolucionario Institucional, pero ahora más cuando las posiciones son tan escasas que apenas alcanza para unas cuantas familias.
Ya dimos a conocer la lista de plurinominales del partido con mayores probabilidades de triunfo que es Morena, y que está enviando en los primeros lugares a Isaac Pimentel Mejía, Brenda Espinoza López, Miguel Pelaez Gerardo y Reyna Rafaela Rivera Zozaya. Los demás van de relleno.
A sabiendas de lo que se venía, el dirigente del PRI, Jonathan Márquez Godínez, filtró la lista de los candidatos plurinominales, y de una vez adelantó que va como indígena. Me recordó a Gerardo Becerra, quien cada vez que postea en sus redes sociales que es americanista de hueso colorado termina con una frase: “Y que vengan los improperios”.
En esa lista viene Víctor Iván Saucedo Tapia (hijo de Víctor Saucedo), como suplente; Gonzala Eleonor Martínez Gómez, Miguel Zagal Bahena y Martha Paola Sánchez Orozco, hasta completar ocho, pero en primerísimo lugar el actual presidente del PRI, Jonathan Márquez, con la leyenda “indígena”.
Efectivamente, las mentadas no se hicieron esperar, y al principio no hubo respuesta. Ya después cuando se calmaron los ánimos, el temixquense envió un comunicado en el que defiende su posición:
“En el contexto de los procesos electorales, es común que surjan tanto dudas legítimas como cuestionamientos con motivaciones políticas a propósito del perfil de los candidatos a puestos de elección. Esto es normal en una democracia, y por ello, conviene responder de forma transparente y abierta, para despejar cualquier incertidumbre, así como cualquier tipo de desinformación, mediante la razón legal y los argumentos”, dice el texto.
“Jonathan Márquez, a lo largo de su trayectoria política de más de dos décadas, se ha vinculado permanentemente con diversos sectores y grupos sociales, entre los que destacan las comunidades indígenas, con las que ha trabajado en su carácter de líder partidista, servidor público y ciudadano” agrega.
Y enseguida enumera lo que él considera son sus merecimientos:
Como dirigente del Comité Directivo Estatal del PRI en el estado de Morelos, creó la Secretaría de Acción Indígena de dicho instituto político. Además de que con ello se abrió un espacio para la participación de las personas indígenas, dicha iniciativa permitió profundizar su vínculo con diversas comunidades, como en Xoxocotla, Hueyapan o Temoac, por mencionar algunas, en las cuales Jonathan Márquez ha sido partícipe de sus asambleas, así como sus usos y costumbres.
Aún mucho antes de ello, como se refirió, el dirigente estatal ya se había involucrado en los quehaceres políticos y sociales de las comunidades. Tanto así que años atrás fue candidato a diputado local para el V distrito, que da representatividad al municipio de Miacatlán, así como en el ahora Municipio Indígena de Coatetelco, a Temixco, Cuentepec y Tetlama.
Recientemente, Jonathan Márquez recibió una acreditación por parte de una de las varias comunidades con las que ha trabajado, en la cual se reconoce, por conducto de una autoridad comunitaria, su auto adscripción calificada, en virtud de su identificación y vinculación objetiva. Pero no dice el nombre de la comunidad.
En este contexto, vale la pena puntualizar lo que consagra el Código de Instituciones y Procedimientos Electorales para el Estado de Morelos, en su artículo 79 bis: Para acceder a la postulación bajo el criterio de candidatura indígena se debe acreditar que dicha condición deviene de una autoadscripción calificada, misma que tendrá que ser comprobada con la documentación idónea para ello, la cual acredite la pertenencia o vinculación requerida con la comunidad que se trate, debiendo ser expedidas por las asambleas administrativas o las autoridades tradicionales reconocidas en cada comunidad.
“Como puede constatarse, Jonathan Márquez cumple cabalmente no sólo con los requisitos que estipula la ley, sino con un historial genuino y comprobable de lazos, cooperación, participación y servicio a favor de las comunidades. En particular, se demuestra que existe: Pertenencia, en virtud de su trabajo y acciones efectivas, participación y cooperación con las comunidades a lo largo de los años; Identificación, ya que libremente se identifica como integrante; reconocimiento, ya que la comunidad, mediante una autoridad, avala dicha identidad, fundada en tanto en su auto adscripción como en sus vínculos objetivos”, agrega el documento.
Hay una cuestión que consideramos que debe tomarse en cuenta: Jonathan es transparente, y no está tratando de engañar a nadie.
Es muy diferente a lo que hizo en su momento Oscar Daniel Martínez Terrazas, cuyo caso tituló el influyente diario español “El País” como “El candidato que se hizo pasar por indígena y casi llega a diputado”, y lo pone como ejemplo de las trampas que ocurren en la política mexicana.
“El caso más sonado en las pasadas elecciones fue el del diputado del Partido Acción Nacional (PAN) Oscar Daniel Martínez Terrazas, que buscaba su reelección por el distrito uno en Cuernavaca (Morelos), y a la vez, optó por el distrito IV como diputado plurinominal, por Guerrero. Para esta última postulación, Martínez Terrazas se acreditó como miembro de una comunidad indígena. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) decidió tumbar la diputación del panista por falsear la autoadscripción. El político, originario de Chihuahua, no supo, cuando le preguntaron, ni cómo se llamaba el pueblo al que supuestamente representaba en los comicios”.
Hoy, sin una pizca de vergüenza, está buscando una diputación local y —en caso de que no la gane por la vía del voto directo— ya la tiene apartada en primerísimo lugar por la vía plurinominal. Los Terrazas nunca pierden, lo hemos dicho en infinidad de ocasiones.
Por otra parte, también está el caso de Macrina Vallejo, quien siendo realmente indígena, nacida en Cuentepec y que habla el dialecto náhuatl, utilizó el cargo de diputada para enriquecerse a base de “moches” y negociaciones. Pudiendo haber ayudado a que Morelos tuviera al primer magistrado indígena en el país, la nueva vecina de Vista Hermosa y socia del Bar Brothers, prefirió poner su voto al mejor postor.
Por eso decimos que “hay de indígenas a indígenas”.
HASTA MAÑANA.