El académico Diccionario de americanismos (2010) registra desde México hasta la Argentina esta locución verbal que, aplicada a personas, significa ‘ser de índole serena y bondadosa’. En octubre del 2022, cuando los reporteros cuestionaron al gobernador Cuauhtémoc Blanco sobre una supuesta investigación que vinculaba a su gabinete con el crimen organizado, el entrevistado descartó cualquier veracidad de las versiones periodísticas: “Imagínate, si a Samuel Sotelo que es un pan de Dios lo están vinculando…”, dijo entre risas.
El pasado miércoles, el Gobierno del estado de Morelos informó que, como lo marca el Artículo 63 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Morelos, a partir de las 00:00 de este jueves 04 de abril y hasta las 24:00 horas del 02 de junio del año 2024, el secretario de Gobierno, Samuel Sotelo Salgado, suplirá las funciones del titular del Poder Ejecutivo.
“Durante este periodo, Sotelo Salgado mantendrá un trabajo coordinado con los poderes Legislativo y Judicial, la federación y autoridades de los 36 municipios, así como con personas de la sociedad civil y de los diferentes sectores, con pleno respeto al estado de derecho, a fin de preservar la gobernabilidad en la entidad”.
Sobra decir que el Pleno del Congreso del estado determinó por 11 votos a favor, 6 en contra (PAN y Morelos Progresa) y cero abstenciones, otorgar licencia al gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo para separarse del cargo por 60 días, y que el Congreso tomó tal determinación en sesión ordinaria convocada en cumplimiento a la sentencia de fecha 2 de abril del año en curso, dictada por el Pleno del Tribunal Electoral del Estado de Morelos (TEEM), en el juicio para la protección de los derechos político electorales bajo el número de expediente TEEM/JDC/58/2024-1, y que ordenaba emitir el dictamen sobre la solicitud de licencia presentada por el gobernador y ser votado por el Pleno, en un plazo de seis horas contadas a partir de la notificación.
De acuerdo con especialistas, la ley no establece la posibilidad de que se lo nieguen, así que con el simple aviso que mandó el Ejecutivo desde el pasado 26 de marzo era suficiente. Las alharacas hechas por panistas y perredistas salen sobrando.
Haya sido como haya sido, hoy el responsable del Poder Ejecutivo es el maestro en Procuración y Administración de Justicia y magistrado en retiro, Samuel Sotelo Salgado, a quien tenemos la fortuna de conocer desde hace más de 30 años cuando él era titular del Juzgado Tercero Penal, en el edificio adjunto al vetusto Penal de Atlacomulco, hoy parque ecológico Acapantzingo.
Así que coincidimos con Cuauhtémoc Blanco en que “Samy” es un “pan de Dios”, pero esa fama le puede afectar en estos 60 días en que va a gobernar Morelos, pues es bien sabido que la nobleza de una persona se puede confundir con otras definiciones menos afortunadas.
Ahora bien, vale la pena aclarar que Samuel Sotelo no es un gobernador interino como en su momento lo fue Jorge Arturo García Rubí, sino un encargado de despacho en términos del artículo 63 de la Constitución local que claramente dice: “Las faltas del Gobernador hasta por sesenta días, serán cubiertas por el Secretario de Gobierno. Si la falta fuera por mayor tiempo, será cubierta por un Gobernador interino que nombrará el Congreso, y en los recesos de éste, la Diputación Permanente convocará a periodo de sesiones extraordinarias para que se haga la designación”.
Fue precisamente por eso que Cuauhtémoc Blanco no quiso irse antes, pues los diputados querían imponer a alguno de los protectores del fiscal Uriel Carmona, y pedían 150 millones a cambio de que pudiera dejar a alguien de su equipo, incluyendo al propio Sotelo.
La ventaja de que se quede este funcionario al frente del gobierno estatal es que podemos tener la seguridad de que atenderá a todos por igual, que representará dignamente al gobernador en los eventos donde sea requerido, y que tendrá mucho cuidado en lo que firma. Pero hasta ahí.
La desventaja es que, por su propia forma de ser, difícilmente hará cambios sustanciales en las políticas de gobierno, y ni pensar en la posibilidad de relevos en el gabinete que dejó Cuauhtémoc. Samuel es institucional y no dará el mínimo motivo para que su jefe se disguste.
Sin embargo, sí puede “apretar tuercas” o “leer la cartilla” en aquellas áreas donde hay riesgo de brotes de inconformidad.
Y vamos a poner dos ejemplos:
En el Penal de Atlacholoaya está a punto de explotar una bomba. Desde hace tiempo hay quejas tanto de internos (PPLs les dicen) como de personal de seguridad y custodia, en contra de los directivos. Están cobrando por todo en el Centro Estatal de Reinserción Social (Cereso), y por eso los familiares ya no acuden a ver a sus internos como antes.
En esta columna expusimos una forma de hacerse de recursos económicos por parte de los jefes de seguridad: secuestrar a los reos.
El modo de operar es el siguiente: la persona privada de su libertad es sacada del dormitorio y llevada a un lugar desconocido dentro del mismo penal. De ahí es obligado a llamar a sus familiares para decirles que tienen que dar dinero a cambio de que no sea trasladado a otro Penal.
Los que no pagan, aparecen en una lista y son “volados” a otro estado. Cuando sus abogados se enterar y reaccionan, se encuentran con que hay una audiencia de control de un Juez dependiente del Tribunal Superior de Justicia que declaró como legal el traslado. Pueden interponer un amparo, pero eso implica tiempo y dinero.
Uno de ellos, Juan Esteban Marquez alias El volumen, fue sacado de su celda en la madrugada y encontrado muerto horas después a unas cuadras del Penal. Sería una desgracia que este tipo de asuntos le explotaran a Samuel en sus 60 días de gobernador.
El otro asunto es el Centro Comercial Adolfo López Mateos, donde sacaron a decenas de comerciantes a galeras habilitadas como locales sobre los andenes supuestamente para remodelar sus lugares que han ocupado durante décadas. La idea es remodelar por partes para que los locatarios no dejen de tener ingresos, pero van muy lentos.
Y ya conocemos cómo son los comerciantes del ALM cuando se enojan.
Ahí están dos temas que consideramos que SSS debe atender lo antes posible para evitar un brote de ingobernabilidad y entregar buenas cuentas a su jefe cuando regrese.
HASTA MAÑANA.