Todo estaba listo para el regreso triunfal de Graco Ramírez. El Museo de la Ciudad de Cuernavaca ya había dispuesto un centenar de sillas para la presentación del libro “Contra la Regresión Autoritaria, Memorias desde la izquierda”. Un puñado de reporteros esperaba al ex gobernador de Morelos —más por morbo que por interés— cuando fueron avisados que el evento había sido suspendido por el propio personaje que se unió a la fiebre de políticos que de repente resultan escritores.
“Y entonces ¿quién me va a firmar mi libro?”, dijo un despistado ciudadano que traía bajo el brazo un ejemplar —agotado en librerías, según presumió su autor— y que sólo puede ser adquirido en formato digital mediante la módica cantidad de 199 pesos.
¿Qué sucedió? Hay dos versiones.
La primera es la que difundió el mismo autor, que hoy pasó de represor a víctima:
“El día de hoy es la presentación de mi libro aquí en el Museo de la Ciudad y hoy vemos rodeado este museo de patrullas y de agentes judiciales que están amenazando con generar un acto de provocación contra mi persona”, señaló Ramírez Garrido en un video transmitido apenas media hora antes del evento.
En un video publicado en sus redes sociales, acusó a Ulises Bravo de traer un grupo de choque para sabotear el evento.
La otra versión es que, dado el escaso interés por el evento, prefirió hacerse víctima de una persecución política y evitar así un vergonzoso espectáculo.
La idea de Graco era hacer su “reaparición triunfal” en público, parando el tránsito de la avenida Morelos para descender de su camioneta CHEVROLET, Línea TRAVERSE LT MOTOR 3.6L, PIEL, 7 PASAJEROS, Modelo 2018, CLASE 1NC56-B, Color Cuarzo Metálico, que compró con el préstamo que le concedió el Instituto de Crédito del Estado de Morelos una semana antes de irse, como una burla para el actual gobierno que no ha podido fincarle responsabilidad por ese hecho.
La denuncia en contra de Ramírez Garrido fue presentada en diciembre de 2018, y la Fiscalía Anticorrupción había resuelto en abril del 2021, el no ejercicio de la acción penal en el caso pues se concluyó entonces que no había delito qué perseguir. La resolución provocó una queja del Instituto de Crédito, como parte afectada.
En septiembre del 2023, un juzgado de control revocó el acuerdo de no ejercicio de acción penal. Ramírez Garrido promovió un amparo en el expediente 1327/2023, para evitar comparecer ante un juez o que se cumplieran órdenes de aprehensión en su contra.
Con ese amparo, Graco Ramírez no tenía por qué temer una posible detención el día de su evento en el Museo de la Ciudad de Cuernavaca, máxime cuando dejó todo bajo control para no ser molestado en los siguientes ocho años después de terminar su sexenio.
Pero los elementos de la Fiscalía Anticorrupción pretendían echarle a perder su día con un show que los medios de comunicación agradecerían infinitivamente: Imagínense que al llegar Graco Ramírez una decena de policías estatales lo rodearan y un agente de la Fiscalía Anticorrupción se le acercara para leerle un documento.
A decir de la Fiscalía Anticorrupción, sólo buscaban notificarle el auto judicial mediante el cual se declara reabierta la investigación por el caso de la camioneta y pedirle que diera un domicilio real, pues no lo han encontrado en ninguno de los cuatro que ha dado en sus diversos escritos.
En realidad el propósito era meramente mediático y político para echarle a perder la fiesta, lo que ameritará algunas llamadas del ex gobernador a algunos servidores públicos en activo para recordarles quién los puso en el cargo que ostentan. Jurídicamente el caso está resuelto, y sólo es cuestión de tiempo para que lo declaren sin responsabilidad, como lo hicieron recientemente con la que fuera la directora del Instituto, Paula Trade.
Así las cosas, nos quedamos con la curiosidad de saber quiénes habrían acudido a la presentación de su libro, pues en estos momentos un simple saludo del tabasqueño serviría para arruinar cualquier intento de carrera política. Los reporteros ya estaban listos para preguntarle si su voto será para Lucy, Margarita o Jessica, y lo que contestara habría sido nota de ocho columnas.
Según las entrevistas que concedió en diversos programas de radio y TV, en su libro sostiene que MORENA es un partido liderado por un caudillo que encabeza y conduce una regresión política.
“La autollamada Cuarta Transformación es, entonces, un triste capítulo más del sinuoso camino del cambio de régimen que inició en 1974. Es también la expresión más nítida y dramática del agotamiento del régimen presidencialista, que pretende restablecer su esencia autoritaria.
“En este texto doy testimonio de mi recorrido por la arena política. También intento demostrar que tanto los nacionalistas revolucionarios como los que veníamos de las izquierdas nos equivocamos al no asumir una postura de verdaderos demócratas de izquierda; tendríamos que haber recuperado lo mejor del liberalismo y de las doctrinas políticas que buscan forjar una sociedad más justa y equitativa”.
Suponemos que en el libro algo habla de su paso por el estado de Morelos, donde gobernó de 2012 a 2018 y pretendió extenderse hasta el 2024 a través de su hijo Rodrigo Gayosso. Seguramente presumirá de programas y obras, dejando de lado los diversos préstamos bancarios que superan los 10 mil millones de pesos y que terminarán pagando nuestros nietos.
Pero si de libros hablamos, bien valdría la pena para tener la película completa, leer los libros del también exgobernador Jorge Carrillo Olea (por cierto, muy enfermo). En su obra “México en riesgo” narra cómo el presidente Ernesto Zedillo operó a través de su secretario particular para sacarlo del gobierno de Morelos, en 1998.
“Para esta operación Liébano Sáenz utilizó los servicios de Graco Ramírez, un mercenario conocido y despreciado en Morelos, que empleaba la cobertura de ser un activista de izquierda —lo que le había sido sumamente rentable por más de treinta años—, pero que ahora se prestaba a ser un instrumento del gobierno zedillista, que lo financió mediante dos ONG de la Secretaría de Desarrollo Social y con los siempre opacos recursos emanados de la Lotería Nacional.”
Esto lo menciona en la página 233 de su libro “México en riesgo”; y en el último, “Torpezas de la Inteligencia”, el fundador del CISEN da detalles nada positivos de esos 30 años del izquierdismo que hoy presume Graco Ramírez.
HASTA MAÑANA.