Al principio suponíamos que sería un análisis objetivo o por lo menos con un poco de pluralidad de la comunicación política, pero no. El evento del pasado sábado en el auditorio Emiliano Zapata de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos fue una auténtica sesión ideologizante de y para simpatizantes de la llamada Cuarta Transformación.
La enorme lona que servía como fondo del escenario anunciaba “En búsqueda de la Verdad, Comunicación Política en la era de la 4T; imparte: Jesús Ramírez Cuevas, vocero del Gobierno de la República”.
Con un retraso de media hora dio inicio el conversatorio en el que participaron Héctor Ulises García Nieto, Carlos Mora Arreola, Lourdes Arce y Christian López Vega, cerrando con broche de oro la persona más cercana al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, el politólogo, periodista y escritor Jesús Ramírez Cuevas, quien llegó acompañado de Alejandro Álvarez Ramírez, el morelense que ocupa el puesto más alto en Presidencia de la República (y que se dio tiempo para venir a couchear a Margarita González Saravia, previo al debate).
En primera fila: el dirigente sindical Mario Cortés; la recién electa presidenta de la Federación de Estudiantes Universitarios de Morelos, Adriana Guadarrama, y la secretaria general de la máxima casa de estudios, María Delia Adame Arcos. Entre el público (menos de sesenta personas), las diputadas Ariadna Barrera y Mirna Zavala, así como la senadora que sustituyó a Lucy Meza, Leticia Peña.
Fue al momento en que leyeron sus respectivas semblanzas cuando nos dimos cuenta que nos habíamos metido a la cuna ideológica del “chairismo”: Carlos Mora Arreola, el segundo en hacer uso de la palabra, es nada menos que el autor de la estrategia de posicionamiento de medios de Morena, y trabajó directamente con la hoy secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde. Fue el encargado de redes sociales en la campaña presidencial.
Christian López Vega es capacitador en el Instituto de Formación Política de Morena (a donde tienen que ir todos los que quieran ocupar un cargo de elección popular por ese partido) y actualmente está en la campaña de Clara Brugada.
Este joven (representante de la diversidad sexual en Morena), fue el más radical en su ponencia. Desde el principio se refirió a los medios de comunicación tradicionales como “esos weyes que se creían dueños de México y que creían que pueden comprarlo todo”.
Habló de la viralización de hashtags a través de millones de bots manejados desde otros países, pagados obviamente por la mafia del poder, y del manejo sesgado de la información por parte de comunicadores como Javier Alatorre. “La verdad es un espacio en disputa, nos la están ocultando y tenemos que ir a defender esa verdad, tenemos que sacarla de ese montón de tierra que le echan encima, y ¿Cómo lo vamos a lograr? Pues con organización. No es una frase vacía la de nuestro presidente AMLO que sólo el pueblo puede salvar el pueblo, sólo el pueblo organizado puede salvarse a sí mismo…”
El último en participar fue Jesús Ramírez Cuevas, a quien conocimos hace 20 años cuando vino a Morelos a hacer un reportaje para La Jornada sobre el entonces gobernador Sergio Estrada Cajigal Ramírez. Sencillo en su vestir y de trato amable, comenzó su ponencia diciendo que las bases de la convivencia y de la humanidad es la comunicación.
Afirmó que el cambio que se está viviendo en este país “no es obra de una persona, no es obra de Andrés Manuel López Obrador, aunque él sea el que encarna, representa y encabeza los esfuerzos de un país por ser libre, por ser soberano, por ser su democrático, y sobre todo por llevar la justicia a su pueblo, eso solamente lo pudo haber logrado en la medida en que el pueblo, la gente, la sociedad, ha despertado, ha defendido sus derechos”.
Enseguida hizo referencia a la historia de la independencia de México, recordando que, cuando Hidalgo y Morelos iban de Guanajuato a Guadalajara, cuando tenían que acampar para descansar, ponían una guardia vigilando los cañones, pero también ponían otra a resguardar una imprenta que habían quitado a los realistas españoles. ¿Por qué? —preguntó Jesús— “Porque sin la palabra libre no hay sociedad libre”, se contestó inmediatamente.
“Por eso yo digo que esta cuarta transformación pues es obra de la sociedad, no es obra de un partido ni de una persona, pero sin esos instrumentos de la comunicación de la organización a través del partido o de liderazgo y la visión de los dirigentes, pues no habría nada, pero sin sociedad, simplemente serían sueños y esperanzas, de posibilidades, pero no de realidades. Todo lo que estamos viendo ahora es un proceso político que está cambiando el imaginario de lo que está viviendo en el mundo; es decir, llevamos 36 años de una política neoliberal que desahució el Estado como instrumento y representación social, es decir, lo principal del neoliberalismo es entregarle al mercado el destino de la sociedad del pueblo y el presupuesto, y el mercado en su lógica de competencia y demás, iba a resolver los problemas iba a llevar la cultura, iba a llevar la salud, en fin, a todos los terrenos y eso no ocurrió, es más en ese tiempo la desigualdad y la pobreza han crecido entonces frente a esta situación, pues se ha construido un proyecto y una idea de sociedad”.
Se trata —agregó— de tener una democracia que construya un estado, un gobierno que represente los intereses de la mayoría y eso pues implica la recuperación del presupuesto para la inversión de la gente, esto que se conoce como los programas sociales.
También habló del principio de la esperanza, que consiste en hacer lo que hace falta para construir la sociedad que queremos, entonces todos los actos, todas las formas, todo el trabajo que se hace tiene que ser coherente con esa sociedad que queremos. “Queremos respeto aprendamos a respetar. Queremos igualdad, tratemos en condiciones de igualdad, queremos que haya representantes, auténticos políticos sindicales sociales, juveniles estudiantiles, que representa, la voluntad colectiva, pues tenemos que elegir a los mejores y luego exigirles que cumplan porque hay muchos que con un poquito se marean”, dijo Jesús Ramírez.
Dijo que a los académicos modernos y neoliberales no les gusta la palabra pueblo porque sienten que eso es rebajarse, si ellos ya son ciudadanos de primera y pueblo les parece algo que es como el morenito, bajito, con rasgos indígenas, así los imaginan desde sus prejuicios culturales y sociales, pero pueblo es una categoría política, pueblo es una sociedad que está actuando, luchando en favor de su causa que es la causa de todos, y ese concepto se ha construido en la revoluciones, por eso han sido revoluciones y transformaciones populares, por eso hoy se recupera la categoría pueblo, no para invisibilizar las diferencias o para contraponer la idea del ciudadano; todos somos ciudadanos y somos más ciudadanos en la medida que conozcamos nuestros derechos y los defendamos.
“…en esta revolución de las conciencias, en esta batalla cultural, lo que hay que poner en el centro es el interés de la mayoría, entonces en esta democracia simulada que hemos vivido, nos han hablado de los ciudadanos, del pueblo y lo que sea, pero al final de cuentas lo que se ha establecido es una oligarquía, un gobierno de unos cuantos que se ha beneficiado del presupuesto, que se ha apropiado de los recursos naturales y que se ha apropiado, de lo que le corresponde a la mayoría o a la sociedad o al pueblo de México”, concluyó.
Ya para ese momento, después de dos horas de estar escuchando a los ideólogos de la cuarta transformación, nos daban ganas de salir e ir directamente a cancelar nuestra cuenta en Banco Azteca y no volver a ver jamás a Javier Alatorre ni nada que se relacione con Grupo Salinas.
Y se me vino a la mente una idea que puede parecer una locura: ¿No creen que en el 2030 Jesús Ramírez Cuevas podría ser el candidato a la presidencia de la República?
HASTA MAÑANA.