Se autodefine como un hombre que ha transitado los caminos de la docencia, la empresa, la lucha social y el humanismo, pero principalmente es un hombre al que los golpes de la vida los han hecho perder el miedo al fracaso y a cualquier tipo de crítica. Por eso ahora busca ser senador de la República por el partido Movimiento Ciudadano, después de haber estado en las boletas electorales bajo las siglas del PRI y PRD. Ese es Jorge Arizmendi García.
Si algo se le puede admirar a Jorge Arizmendi es su franqueza. No se inmuta cuando admite haber formado parte de “la peor legislatura de la historia”, la 51, pues asegura “las demás nos han venido superando cada tres años”.
Es propietario de una universidad a la que sus detractores apodaban peyorativamente “la Unicuac”, pero de donde han salido licenciados en Derecho que hoy son magistrados, un secretario de gobierno y muchos litigantes que hoy encabezan prestigiados despachos. Los más reconocidos periodistas de la entidad egresaron de ahí, y muchos de los que han destacado empíricamente hoy estudian los sábados para obtener su título profesional. Ahora le está apostando todo a su escuela de Medicina.
Su historia la conocemos perfectamente: es hijo de comerciantes del mercado Adolfo López Mateos. Con mucho esfuerzo logró titularse como odontólogo en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) pero nunca ejerció; más bien se dedicó a dar clases en colegios particulares como el Cristóbal Colón.
Recordamos con claridad que a finales de los noventa “corrió el run run” entre el gremio de reporteros que ya había una escuela particular que impartía la carrera de periodismo en Morelos. “Está atrás de la tienda del ISSSTE, el dueño es un tal Jorge Arizmendi, un profe de la Cristóbal Colón, es muy pequeña pero ya se va a cambiar de domicilio”, decían.
Efectivamente, la Univac apareció en la colonia Miraval, frente al Bondy, en un terreno que colinda con la barranca que seguramente compró a muy buen precio. Ahí comenzó con unas aulas, y desde entonces no ha dejado de crecer.
El ofrecer colegiaturas bajas y becas a miles de estudiantes que rechazaba la UAEM fue la fórmula para que la Univac (y otras universidades privadas) creciera como la espuma y Jorge Arizmendi pasara de ser un profesor asalariado a un prominente empresario.
Eso tuvo como consecuencia que su única hija, Guadalupe Arizmendi, fuera secuestrada y asesinada. Jorge nunca le va a perdonar al entonces gobernador Sergio Estrada Cajigal que declarara que la habían matado por “un ajuste de cuentas entre narcos”. A la fecha es un crimen sin resolver.
Fue esa fatídica circunstancia la que lo hizo entrar a la política. Intentó ser diputado por el PRI sin lograrlo, luego se cambió al PRD y estuvo en la Cámara de Diputados, de 2009 al 2012. Hace tres años intentó ser presidente municipal de Cuernavaca por el PRD y fracasó. Ahora quiere ser senador, pero no de la izquierda ni de la derecha, sino del partido que últimamente ha subido sus bonos y en donde hay ciudadanos provenientes de muchas ideologías: Movimiento Ciudadano.
Su suplente y coordinadora de campaña es Ruth Arias, una combativa abogada que también ha sido candidata anteriormente en otros partidos. Juntos tratarán de conquistar el voto de aquellas personas que no son AMLOvers ni antiAMLO.
Arizmendi García es un hombre que ha luchado contra la adversidad. No sólo desde el punto de vista económico, sino también físico. Tenía un grave problema de obesidad y se operó, y hoy es un deportista que ha recorrido el mundo para participar en los mejores maratones.
Es un hombre de retos que ha sufrido tanto que ya no le teme a los fracasos, y mucho menos al éxito. Que invirtió todos sus ahorros en una universidad a la que no le daban un año de vida; que buscó afanosamente ser diputado y lo logró; y ahora busca llegar al Senado de la República para defender sus ideales y ayudar a la gente.
Todos los días ayuda a personas de escasos recursos para que no se queden sin estudiar. Recientemente recibió un doctorado honoris causa de la UNAM por su labor en favor de la humanidad.
Ahora los votantes son los que tienen la última palabra.
DIOS LOS HACE Y AMLO LOS JUNTA. – Ayer se dio un espectáculo singular en el centro histórico de Cuernavaca. Juntos, pero no revueltos, contingentes del PRI y del PAN se dieron cita el zócalo capitalino para repartir volantes y regalar gorras y camisetas.
La iniciativa fue del Partido Acción Nacional (más bien de los llamados Xochilovers) que tuvo la visita de Diana Vega Gálvez, hija de Xóchitl Gálvez, la candidata de la Coalición “Fuerza y Corazón por México”. Recorrieron la plaza de armas, el kiosco, las letras de Cuernavaca y la explanada del Palacio de Cortés, para terminar en el mercado de artesanías, donde la joven compró un “bule”.
Fue divertido ver cómo aquellos que alguna vez estuvieron cerca de pasar del debate a los golpes en los recintos legislativos y cabildos, hoy posaban para la foto muy sonrientes. Ahí andaba Jorge Meade González, el candidato a diputado local; el exdiputado local y federal, Tony Tallabs; la diputada y aspirante a la reelección Andy Gordillo, la ex presidenta del PRI, Laura Ocampo, y por supuesto Daniel Martínez Terrazas, aspirante a legislador local.
Los que se dieron la mano e intercambiaron trípticos fueron el exgobernador y exalcalde de Cuernavaca (hoy aspirante a diputado federal) Sergio Estrada Cajigal y el actual presidente municipal con licencia y candidato reeleccionista, José Luis Urióstegui Salgado, quienes en diferentes etapas de su trayectoria política fueron adversarios, y hoy caminan juntos.
—Lo que hace la política ¿verdad? — le comenté a Urióstegui Salgado.
—Más bien lo que hace el tiempo—respondió—. No vale la pena guardar rencores.
José Luis fue entrevistado por los medios de comunicación sobre las acusaciones vertidas en redes sociales en contra del ex director de Servicios Públicos, Gerardo Abarca. Afirmó que en estos momentos está separado del cargo y no tienen injerencia en la toma de decisiones en el Ayuntamiento, agregando que quien tenga acusaciones de posibles desvíos de recursos que los presente ante las autoridades correspondientes.
Por cierto que el candidato a la alcaldía capitalina por la Coalición Dignidad y Seguridad por Morelos, Vamos todos, presentó a su nuevo jefe de prensa, el experimentado comunicador Jorge Jiménez.
HASTA EL LUNES.