No sólo lo dice una investigación realizada por El Colegio de México, sino también la Iglesia Católica a través de su representante en Morelos, el obispo Ramon Castro Castro, y el comisionado estatal de Seguridad Pública, Antonio Ortiz Guarneros; también lo dice cualquier taxista o mesero del municipio que usted quiera: los cárteles de la droga están tratando de incidir en el resultado de las próximas elecciones.
Según esta investigación académica realizada por “El Colegio de México”, la delincuencia organizada y los cárteles de la droga están más interesados en incidir en quienes llegan a regidurías, a las presidencias municipales y a las diputaciones locales que en los gobiernos estatales o incluso la presidencia de la República, porque es en las microrregiones donde pueden expandir su control territorial.
Se trata, refiere el estudio publicado por el reportero Mario Barrera, de un esquema que las bandas criminales están aplicando en todas las regiones y en la mayoría de las entidades del país, partiendo de que el municipio es la célula de nuestra organización social más débil, por sus limitantes económicas, así como sus endebles mecanismos de seguridad pública, pero también porque muchas de las microrregiones son zonas de paso para el trasiego de drogas y les es imprescindible controlarlas. Y en el caso Morelos, está la que va de Guerrero, pasa por nuestra entidad y, además de la Ciudad de México, tiene otros destinos.
La investigación realizada por El Colegio de México, a la que denominaron “Urnas y Tumbas”, deriva del análisis de la intromisión del narcotráfico en el proceso electoral de 2021, del cual la entonces secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, reconoció la intromisión de la delincuencia organizada a la hora de imponer candidatos, de influir en el voto de la gente, lo mismo que para eliminar a aquellos abanderados que no les son afines o ceden a sus pretensiones, lo cual es retratado en la investigación del Colmex.
“El objetivo del crimen organizado es influir en el curso y en el resultado de la contienda electoral, no solo atentando contra los abanderados o sus familias, sino dirigiendo el voto de la sociedad, ya sea bajo amenazas o comprando su lealtad con algunos beneficios en obras que requieren las comunidades y que los gobiernos no han resuelto”, dice el estudio.
El responsable de la prevención del delito en Morelos, Antonio Ortíz Guarneros, tiene una hipótesis similar:
"Ya habíamos dicho desde principio de año que iba a haber un incremento de homicidios porque eso lo aprovechan los grupos delincuenciales para provocar hastío en la población y voten a favor de... de ciertos grupos que son favorables para ellos", declaró la semana pasada al ser entrevistado al término de una ceremonia en la 24ava Zona Militar sobre el tema de Huitzilac.
Fiel a su costumbre de barajar los nombres de las bandas de delincuentes como si hablara de grupos musicales, soltó la información que se supone debería ser confidencial:
“Nosotros sabemos que hay seis grupos delictivos importantes que operan en Huitzilac: los colombianos, los mayas, los linos, La familia Morelense, La Unión Guerrerense y La oficina. Aparte las bandas locales que son Los Chuchas, Los purinas”.
—Entonces (la matanza de Huitzilac) sí tiene tintes electorales—cuestionó el reportero Alberto Cruz.
—No, no tanto como electorales sino… provocar grupos que quieren ser… tener injerencia en el gobierno ofreciendo sus servicios de patrocinio…”
—Que buscan apoyar a cierto candidato— completó el entrevistador.
—Exactamente— asintió el marino: — No sé si tenga que ver algún candidato, digo, no me atrevería decirlo pero, pero sí es importante la presencia de grupos delictivos en ciertas áreas que son tan importantes como es Huitzilac, recordemos que es el paso forzoso a la ciudad de México y hacia el sur que es Guerrero.
La iglesia católica también coincide en esta situación. El obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, durante la Marcha por la Paz que organizó su Diócesis, fue cuestionado sobre si esta organización religiosa tiene información en torno a que el crimen organizado ya está incidiendo entre la gente en municipios y comunidades para que las personas emitan su sufragio a favor de los candidatos que los criminales apoyan respondió: "Si no tuviera información, no lo diría".
Más ejemplos:
Un tarjeta informativa de inteligencia militar refiere que Arisbel Rubí Vázquez Amaro, la candidata de Morena en Atlatlahucan, fue esposa del actual candidato a la presidencia también de Atlatlahucan pero por Movimiento Ciudadano, Edwin Urbano, quien a su vez es hijo del ex presidente de ese mismo municipio Calixto Urbano.
“Se dice que Arisbel, era esposa de Edwin, pero era la amante del alcalde. Al finalizar el periodo de gobierno, dejó a Edwin y se hizo novia del actual presidente municipal de Tetela del Volcán, Luis Martínez, durante su noviazgo, fue asesinado el expresidente Israel González. Ella es señalada de pertenecer al grupo criminal de los Tepitos, la han mencionado en al menos cuatro narcomantas y se sabe que tiene relación directa con “El Milton" jefe criminal que opera en la región oriente de Morelos desde la Ciudad de México.
Según esta información, es conocida como "la Jefita", pues cuando Rosario Herrera "La Jefa" operaba, ella era fiel colaboradora en el tema político.
En Tlaquiltenango, Enrique Alonso Plascencia, conocido como “El 00”, además de su antecedente como “pollero”, fue detenido con un carro robado y una credencial apócrifa de portación de arma de fuego, además de que su pareja estaba presa por secuestro. Es candidato a alcalde por la Coalición Dignidad y Seguridad por Morelos.
Lo anterior es información “de inteligencia”, pero no se necesita mucha inteligencia para saber que el único aspirante a la presidencia municipal de Emiliano Zapata que nunca ha ocupado ese cargo, tiene nexos con la delincuencia organizada. Lo dicen comerciantes, taxistas y vecinos de ese municipio, que ven cómo está gastando dinero en su campaña cuando no tiene una actividad económica conocida. Es la tercera vez que busca el cargo, cada una por diferente partido.
HASTA MAÑANA.