Así como la materia no desaparece, sólo se transforma; de esa misma manera se está extinguiendo la otrora poderosísima Confederación de Trabajadores de México (CTM) para dar paso a otra central obrera, la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), que seguirá con el mismo papel que en su momento desempeñó el líder sindical Fidel Velázquez hasta su muerte: aliarse con el poder a nombre de los trabajadores.
Tras la Revolución Mexicana, amplios sectores de la población se incorporaron a la vida sociopolítica y económica del país, con el deseo de fortalecer a los obreros. En aquella época, el presidente Lázaro Cárdenas concientizó a los trabajadores sobre su importancia como agentes de cambio social.
“El punto culminante de ese proceso fue la creación de nuestra Central el 24 de febrero de 1936, cuyo momento histórico sintetizó el esfuerzo del proletariado nacional, constituyendo una organización capaz de luchar por la sociedad a la que aspiran las y los trabajadores” se puede leer en la página oficial de la CTM en la parte que habla de su historia.
Y si bien es cierto que al principio hubo verdaderos defensores del proletariado, luego se apoderaron de la organización sindical gente que jamás en su vida desempeñó un trabajo. De origen humilde, a Fidel Velázquez lo único que se le reclama fue su espíritu antidemocrático, al mantenerse en el poder ininterrumpidamente desde 1950 hasta su muerte en 1997.
El mérito de Don Fidel fue haber conservado la unidad del sector obrero durante décadas, misma que puso a disposición de los presidentes en turno. Se decía que el líder cetemista ponía y quitaba gobernadores, por eso todos los poderosos le rendían pleitesía.
Hoy lo dirige Carlos Aceves del Olmo, que ya es de los dirigentes que nunca trabajaron, al igual que su antecesor, Joaquín Gamboa Pascoe. Generalmente se van turnando diputaciones federales y senadurías, pero ya sin el poder que alguna vez tuvieron. De hecho, en gran parte el desprestigio que hoy caracteriza al PRI, se lo deben a los excesos de sus líderes sindicales.
En Morelos tiene muchos años que la CTM está en manos de Vinicio Limón Rivera, quien en las pasadas elecciones fracasó rotundamente en su intento por llegar a la Cámara de Diputados bajo las siglas de los tres partidos que alguna vez estuvieron en el poder: PRI, PAN y PRD.
Hace unos días, dirigentes sindicales como Héctor Suárez y Roberto Castrejón dejaron las filas de la CTM para sumarse a la CATEM que encabeza a nivel nacional Pedro Haces Barba y en el estado de Morelos, Ricardo Morales.
La CATEM-Morelos se confundió un poco hace tres años, cuando su líder nacional Pedro Haces intentó crear su propio partido y jalaron gente de aquí y de allá para armar las planillas. Contrataron, por ejemplo, al ex gobernador Sergio Estrada Cajigal, para que buscara la presidencia municipal de Cuernavaca, y él se trajo a todo su equipo (Pedroza Ugarte, Emmanuel Flores, Eduardo Becerra, etc.) y el ganón fue el ex priísta Hugo Manzo Godínez, quien se quedó con la único regiduría que consiguieron.
También, en la operación política de ese partido participaron la entonces pareja conformada por Lucy Meza y Ricardo Robledo. Ella a la postre sería aspirante a la gubernatura por Morena y después por la coalición Dignidad y Seguridad por Morelos, pero él al parecer sí continúa trabajando en Fuerza por México.
Después las cosas se revolvieron, pues según un comunicado del equipo de campaña de la entonces candidata de Morena a la gubernatura de Morelos, Margarita González Saravia, el secretario general de esta organización sindical, Ricardo Morales, le ofreció los 170 mil votos que dice tener.
Y en ese boletín se menciona a alguno de sus integrantes (que de obreros no tienen nada):
Mayela Gómez, secretaria de la mujer; Eduardo Becerra (sí, el que fue secretario de Gobierno con Sergio Estrada), secretario de Organización; Carina López, secretaria de Finanzas; Aarón Villanueva, secretario de actas y acuerdos; Frankie Mondragón (ex director de Protección Civil con el alcalde Antonio Villalobos), secretario operativo, y Alan España, secretario de jóvenes.
Pero qué podía esperarse de una organización sindical cuyo dirigente nacional no sabe lo que es padecer los problemas de un obrero.
“La publicación en la red social X del poderoso líder sindical –que representa, entre muchos otros, contratos de trabajadores en los proyectos insignia del gobierno federal como la refinería de Dos Bocas o el Tren Maya – habría pasado desapercibida si en la foto que compartió a sus 9,803 seguidores no posara acompañado del presidente y fundador del Grupo Carso y de la constructora IDEAL, Carlos Slim”, dice un reportaje publicado en la Revista Fortuna.
Según Wikipedia, Pedro Haces Barba fue miembro del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a partir de 1981, ocupó los cargos de consejero político del partido en la Ciudad de México y presidente de la Comisión de Financiamiento del Comité Directivo Estatal del PRI en la misma entidad en 2013.
Ocupó el cargo de subsecretario en la antigua Secretaría de Pesca; como líder sindical fue secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de Seguridad Privada, Vigilancia, Traslados de Valores, Manufacturas de Equipos de Seguridad, Limpieza y Mantenimiento, Similares y Conexos de la República Mexicana y secretario general de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México.
En 2018 fue elegido senador suplente en la lista del Movimiento Regeneración Nacional, siendo senador propietario Germán Martínez Cázares; cuando éste pidió licencia al cargo para ser director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, Pedro Haces asumió la senaduría el 4 de diciembre del mismo año. En la LXIV Legislatura fue presidente de las comisiones de Comunicaciones y Transportes, y de Radio, Televisión y Cinematografía.
Y al más puro estilo del viejo PRI, el dirigente de la CATEM le ofreció el apoyo total a la candidata de Morena a la presidencia de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, en su pasada asamblea nacional.
Todo parece indicar que la obra de teatro sigue siendo la misma, sólo cambian los nombres de los actores.
Por eso decimos que “Muerta la CTM, larga vida a la CATEM”.
HASTA MAÑANA.