Al acudir el pasado lunes a la conferencia de prensa ofrecida por el Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el vetusto edificio de Amacuzac y Yucatán, no pudimos evitar un “flashback” de aquellos tiempos en que ese instituto político era una verdadera “aplanadora”, y que todos los días estaba abarrotado de simpatizantes o funcionarios. Hoy el escenario es desolador.
Con excepción de las paredes (que están recién pintadas y adornadas con fotografías de Alejandro Moreno y Jonathan Márquez), el edificio en sí refleja lo que es actualmente el PRI: un partido en extinción.
Lejos quedó aquel tiempo en que el salón de conferencias era insuficiente para albergar a todos los reporteros, fotógrafos y camarógrafos que querían cubrir la nota. Hoy el número de representantes de la prensa no pasaba de 10, ya incluyendo a su personal de comunicación social.
En el escenario, flanqueando a su líder estatal, está lo que queda del tricolor: personas de la tercera edad que seguramente extrañan aquellos tiempos de jauja económica y política; y jóvenes que eran niños cuando en Morelos gobernaba el PRI, pues el voto popular los sacó del Palacio de Gobierno en el año 2000, cuando prefirió a un mecánico con apellido de abolengo que nunca había estado en la administración pública, en lugar de los priístas de renombre.
Ahí estaban las ex diputadas Laura Ocampo y Rocío Carrillo, y el ex legislador Trinidad Padilla Barragán. La que no estuvo fue la actual diputada (única representante del PRI en el Congreso Local), Gonzala Eleonor Martínez, a la que intentaron despojar de su curul con la aparente ayuda de las magistradas electorales, y que hubieran logrado de no ser por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
También estaba la recién electa síndica del municipio de Cuernavaca, Paula Trade, a quien no podría llamársele priísta, pues fue impulsada por el ex gobernador perredista Graco Ramírez Garrido Abreu, y su inclusión en el tricolor fue prácticamente circunstancial.
Y a todo esto, ¿para qué fue la mencionada conferencia de prensa?
“La representación morelense en el senado de la república con Ángel García Yáñez y en la suplencia Eliasib Polanco Saldivar se encuentran permanentemente en las sesiones de trabajo, y van en contra de la reforma al Poder Judicial”, expresó el presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Jonathan Márquez.
“…será interesante ver con qué cara los también senadores morelense del partido Morena, Víctor Aureliano Mercado y Juanita Guerra, se presentan ante la gente de Morelos, y explican su voto a favor de una reforma que ni siquiera entienden como lo evidenciaron en las discusiones en comisiones”, comentó el dirigente que se registró como “indígena” para intentar acceder a una diputación plurinominal.
Por parte del PRI, sostuvo, el presidente nacional Alejandro Moreno Cárdenas ha sabido mantener cohesionado el grupo de senadores, no obstante, las amenazas y los intentos por cooptar con chantajes y con ofrecimientos a cambiar su voto. No sabía que al otro día los veracruzanos Yunes (padre e hijo) traicionarían el movimiento anti-reformista y se pasarían a Morena.
Finalmente, el dirigente del priismo en la entidad hizo énfasis que si al final del debate el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial son cooptados por el partido en el poder se acabó la democracia. “Estaríamos hablando de una dictadura y de una ciudadanía desprotegida ante los abusos de la autoridad”, acotó.
Mientras tanto, con una diferencia de media hora, el comité directivo estatal del Partido Acción Nacional hacía lo propio en su sede de la colonia Las Palmas.
El diputado federal del Partido Acción Nacional (PAN) por Morelos, Adrián Martínez Terrazas, dijo que en el Congreso de la Unión el blanquiazul será una oposición firme y propositiva ante cualquier intento de debilitar la democracia y el bienestar de los mexicanos.
“Desde Acción Nacional exigimos a Morena que detenga sus intentos de presionar y sobornar a los senadores de oposición para aprobar esta reforma retrógrada; en el Senado no cuentan con la mayoría calificada que necesitan para violentar nuestra Constitución, respeten la democracia”.
En ese momento (lunes al mediodía), los opositores tenían razón. Morena y sus aliados no tenían el número suficiente de votos para lograr su objetivo, a pesar de que su líder en el senado, Gerardo Fernández Noroña, intentaba convencerlos de que “seis sube a 10, como en la primaria”.
Sin embargo, ayer martes, al filo de las tres de la tarde comenzó en el pleno del Senado de la República, el dictamen con la minuta de la reforma judicial y Morena presumía que ya tenía dos votos más, con lo que logra la mayoría calificada.
En una primera sesión matutina, se le dio primera lectura al dictamen, que avala, sin cambios la minuta aprobada la semana pasada en la Cámara de Diputados. Al presentarlo, la presidenta de la Comisión de Puntos Constitucionales, Ernestina Godoy, detalló el contenido de esa reforma que modifica diversos artículos de la Carta Magna.
“Es una reforma histórica”, porque da acceso a la ciudadanía un poder humano fundamental, que es el derecho a la justicia” y es una deuda impostergable.
Se calcula que la discusión se prolongará hasta la madrugada, ya que la oposición, que planteó de entrada tres mociones de suspensión – que fueron desechadas- llevará cinco votos particulares y después de la discusión en lo particular, los opositores van a reservar la mayor parte del articulado.
En las tribunas y afuera del recinto legislativo, trabajadores del Poder Judicial Federal y simpatizantes de Morena protagonizaban un concurso de porras, y en varias ocasiones la violencia estuvo a punto de presentarse.
Hasta el cierre de la presente columna no se había dado la declaratoria de validez de la reforma, pero sólo era cuestión de tiempo.
Lo hemos escrito en reiteradas ocasiones: si el PRI en su momento hizo lo que quiso cuando tenía la mayoría de votos, y el PAN lo intentó hacer durante los dos sexenios que gobernó, ¿por qué Morena no habría de hacer lo que quiera con este país si tiene los votos necesarios? Ya la historia los juzgará.
Así como existe esa foto del diputado Humberto Roque Villanueva haciendo lo que se denominó “La roqueseñal” (levantando los puños) cuando se aprobó la reforma para aumentar el Impuesto al Valor Agregado (IVA); y el video en el que los panistas aprueban entre risas la reforma energética en alianza con el PRI, seguramente habrá alguna escena, ya sea captada en foto o video, que refleje la felicidad de los morenistas y sus aliados por haber aprobado íntegro, el proyecto enviado por el Ejecutivo.
Lo anterior, como prueba inequívoca de que la política es cíclica, solo cambian los nombres de los protagonistas.
HASTA MAÑANA.