Sin embargo, el impulso que estas fechas representan para nuestra mexicanidad no deberían perderse, porque contribuyen a que las nuevas generaciones sientan con más fuerza los rasgos de identidad que antes estaban presentes en todos nuestros conciudadanos y que en los últimos años se han ido borrando, por motivos muy diversos entre los que destaca la apatía de las autoridades.
Los mexicanos formamos un solo y gran país que va desde los límites con Estados Unidos hasta la frontera con Guatemala. Y nos bordean nos grandes oceános a pesar de lo cual no somos un país pesquero.
Somos una acción contradictoria, pero necesitada de rescatar sus señales de identidad a fin de que todos sus hijos marchemos por el mismo camino.
Bajo las mismas ideas generales, podremos lograr más con los esfuezos qude hoy están dispersos. Nuestra identidad nos ha dado tanta fuerza, que no por casualidad en Estadod Unidos el gobierno trabajo durante décadas para que nuestros paisanos que hayan viven y trabajan no celebraran la Independencia como una gran fiesta nacional, sino que encaminaron sus esfuerzos a que tuviera más repercusión el 5 de mayo, que es una efeméride importante pero con otro significado.
Eso quiere decir, desde mi punto de vista, que millones de mexicanos que comparten principios y objetivos somos de cuidado.
Eso lo hemos perdido de vista, por lo que es importante aprovechar todas las ocasiones, como las que nos brinda septiembre, para sacar en las nuevas generaciones el orgullo oculto por lo que hemos sido capaces de hacer.
Empecemos en el hogar y saquemos todo el provecho que sea posible al tradiconal mes patrio, pero también el resto del año. Nuestros hijos nos lo agradecerán