Se trata básicamente de que todos los negocios se ponen de acuerdo para ofrecer descuentos extraordinarios en su mercancía, a fin de limpiar sus bodegas y dar paso a los nuevos productos, pero también para lograr liquidez.
En México el esquema no fue ese exactamente, porque básicamente se limito a los grandes negocios comerciales de todo tipo, sin invitar al comercio mediano y pequeño, que bien pudo aprovechar esa oportunidad de atraer clientes.
La medida, de acuerdo a los reportes oficiales, permitió lograr ingresos inusuales a los participantes, aunque en general no hayan ofrecido descuentos fuera de la norma, como sí se hace en el país de donde copiaron la idea.
Todo es mejorable. Aquí mismo en Cuernavaca ya se han escuchado voces para prolongar la estrategia y atraer más visitantes a las tiendas, pero se requiere una mejor planeación para que el gasto publicitario que se hizo y que fue enorme pudiera ayudar a más personas.
Mientras tanto, no podemos darnos el lujo de esperar a que venga otro año para aprovechar las oportunidades de negocio. En Morelos debemos hacer lo posible por atraer visitantes, con servicios de calidad y precios competitivos, pero con una mejor promoción.
Se acerca el fin de año y veo que las autoridades preparan actividades muy variadas de índole cultural y de entretenimiento, que bien aprovechadas por el comercio y los servicios pueden ayudar a captar visitantes y por consiguiente, a mejorar la economía local.
No olvide usted que todos somos promotores de nuestra tierra, por lo que debemos poner nuestro granito de arena aunque nuestra actividad no tenga nada que ver con el turismo.
Ser amable al conducir, orientar al visitante, mantener limpia la ciudad y otras pequeñas tareas tienen un peso fundamental en el imán que ejerce nuestro estado no sólo en México, sino en el mundo. Eso hay que cultivarlo y mantenerlo.