Así es que hay actividades que han alcanzado su límite de desarrollo, por lo que debemos voltear a ver otros caminos para el desarrollo.
Reiteradamente hemos señalado la gran abundancia de personas con elevada preparación científica y tecnológica que pueden contribuir con ideas para crear nuevas empresas.
Morelos debe incentivar industrias que no requieran de grandes recursos naturales, porque éstos son cada día más escasos.
Sin embargo, la revolución del conocimiento nos puede permitir crecer como lo hacen naciones como Israel, que también tiene poco territorio, casi nada de agua y mucho desierto, pero también gente preparada que convirtió al país en una potencia mundial en software, que le genera miles de millones de dólares al año.
Creo que ese es un ejemplo muy claro y concreto de lo que se puede hacer si se aprovechan los talentos locales.
Y por si fuera poco, Morelos tiene una tasa de científicos percápita similar a la de los países desarrollados, lo que quiere decir que tenemos la materia prima principal, a fin de reemplazar a las actividades que hoy generan la mayor cantidad de empleos, aunque de mala calidad.
Me refiero a los servicios, por supuesto, donde los empleos disponibles ni siquiera exigen un gran nivel educativo, pues no se necesitan título para ser taxista, empleado de comercio o guardia de seguridad.
Claro, imagínese convertir a toda esa gente, a una buena parte, en programadores o algo similar. Sus ingresos, por supuesto, serían mejores y la riqueza generada permitiría crecer más a Morelos. Es una opción que no se debe descartar.