Ahora, otro factor adicional para ese conformismo es la influencia de la televisión en los hábitos de los jóvenes que, según veo, se conforman con ser propietarios de los últimos aparatos electrónicos de moda y se esclavizan a ellos.
En lugar de invertir en cubrir otras necesidades, gran parte del gasto juvenil se canaliza a pagar servicio de teléfono celular o de Internet.
De antemano el acceso a Internet es necesario, pero cuando sólo se usa para cosas superfluas y se gasta mucho dinero en eso hace necesario reorientar las cosas.
De nada sirve tener conexión a la red si la forma de usarla no es la mejor, por lo menos no como la usan en otras naciones más concientes, donde el acceso a la web sirve para que la gente joven estudie o haga negocios y obtenga ingresos.
Si ese conformismo que atrasa a la sociedad mexicana no se rompe en esta generación, habremos perdido una oportunidad única de desarrollarnos, que naciones como la India o Brasil si han aprovechado.
Creo que estamos a tiempo.