Por eso mismo, debemos involucrarnos más en fortalecer la atención a los visitantes, como una forma continua de hacer frente a las campañas negativas contra nuestra tierra.
Debemos hacer que quienes vienen a Morelos regresan a sus hogares con tan buen sabor de boca que puedan no sólo volver, sino recomendar a los suyos una estancias con nosotros.
Frecuentemente hacemos el recuento de lo mucho que tenemos para mostrar y no es necesario repetirlo, pero sí incrementar nuestras opciones y, sobre todo, incrementar la calidad del servicio.
Eso no se aprende de la noche a la mañana, pero se puede hacer con un poco de capacitación y pocas inversiones. Bastaría -por ejemplo. Que en nuestros pintorescos pueblos quienes venden comida en la calle mejoraran sus condiciones sanitarias.
Algo tan sencillo como que en todos los sitios donde se venda comida se usen mandiles, gorros y lo necesario para dar confianza a los potenciales clientes.
Disponer e baños en sitios estratégicos y cuidar su limpieza, así como una mejor señalización y agentes de tránsito que ayuden al turista y no que lo ataquen.
Es mucho lo que se puede hacer con poco esfuerzo, insisto, y creo que es necesario que lo comencemos a hacer.