Durante la primera quincena de diciembre de 2017, el Instituto Nacional de Geografía e Informática (Inegi) llevó a cabo el decimoctavo levantamiento de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), los cuales fueron publicados en esta semana que concluye; en ella se refleja que 75.9 por ciento de la población de 18 años y más consideró que vivir en su ciudad es inseguro.
Al respecto, el Inegi señaló que dicho porcentaje no representa “un cambio significativo respecto a septiembre de 2017, pero sí es estadísticamente mayor al registrado en diciembre de 2016”.
De este modo, la percepción de inseguridad siguió siendo mayor en el caso de las mujeres, con 80.5 por ciento, mientras que los hombres se ubicaron en 70.6 por ciento.
Las ciudades con mayor porcentaje de personas de 18 años y más que consideraron que vivir en su ciudad es inseguro fueron: Reynosa, Chilpancingo de los Bravo, Fresnillo, Villahermosa, Coatzacoalcos y la región norte de la Ciudad de México, con 95.6, 95.4, 94.8, 94.4, 93.6 y 92.7 por ciento, respectivamente.
En Cuernavaca se tiene un porcentaje del 76.4 por ciento, en este rubro en cuanto a percepción de inseguridad.
Mientras que las ciudades con menor percepción de inseguridad fueron: Mérida, Puerto Vallarta, Saltillo, Piedras Negras, San Francisco de Campeche y Durango, con 29.1, 31.5, 36.6, 41.1, 46.6 y 52.3 por ciento, respectivamente.
Es interesante resaltar otro dato estadístico de dicha encuesta: el 82.3 por ciento de la población siente inseguridad en los cajeros automáticos localizados en la vía pública; 72.9, en el transporte público; 69.2, en el banco y 68.2 por ciento en las calles que habitualmente usa.
Cabe anotar que la ENSU, con periodicidad trimestral, ha realizado a la fecha dieciocho levantamientos. El primero de ellos se efectuó en septiembre de 2013; se realiza la primera quincena de marzo, junio, septiembre y diciembre de cada año.
En la actualidad, la ENSU genera información sobre diversos aspectos de seguridad pública, entre ellos: sensación de inseguridad por temor al delito; expectativa social sobre la tendencia del delito; atestiguamiento de conductas delictivas; cambios de rutinas o hábitos por temor a ser víctima del delito.
De igual modo, en cuanto a percepción del desempeño de las policías Preventiva Municipal, Estatal, Federal, la Gendarmería Nacional, el Ejército y la Marina; además de sensación de inseguridad en lugares físicos específicos; conflictos sociales en el entorno; percepción del desempeño gubernamental para resolver problemas y sobre las principales fuentes que la población utiliza para informarse sobre el fenómeno de seguridad pública en su localidad.