La política de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) de los recientes 20 años ha llevado a la pobreza a millones de mexicanos, mientras en países como Uruguay, Brasil o Argentina los gobiernos han implementado aumentos en los salarios que han permitido, en igual periodo de tiempo, aumentar el número de empleos, disminuir los índices de trabajos informales y reducir la brecha de la desigualdad laboral, afirmó este martes el catedrático investigador de la Universidad Iberoamericana en Puebla y uno de los diseñadores del Observatorio de Salarios, Miguel Reyes, en el foro Salarios mínimos, empleo, desigualdad y crecimiento económico.
Ese organismo no elabora un estudio serio del costo de vida para los trabajadores, un aspecto fundamental para que cumpla con los preceptos constitucionales de un salario mínimo digno y suficiente para cubrir los derechos de los mexicanos.
El especialista consideró importante para fijar los salarios mínimos (aspecto que no considera el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social), el costo de la preparación y conservación de los alimentos en los hogares mexicanos.
El Observatorio de Salarios que elabora la Universidad Iberoamericana agrega el costo de la preparación de los alimentos, esto para calcular el salario mínimo necesario para un hogar mexicano compuesto por cuatro integrantes. El gobierno federal sólo ubica una canasta básica de alimentos y deja de lado el costo del combustible para la preparación e incluso la conservación de los alimentos.
Por ello, calificó de "pauperización" de los salarios mínimos en México en los últimos 20 años, cuando en otros países latinoamericanos éstos se fijan con un enfoque de justicia social, como en Brasil.
Por su parte Miguel Ángel Mancera, militante del Partido de la Revolución Democrática (PRD), quien se advierte precandidato a la Presidencia de la república por su organización, convocó a un debate nacional para concretar una política de recuperación del salario mínimo para que sea el reflejo del mérito del trabajador, sea liberado de vinculaciones legales y deje de ser una unidad de medida.
“Vamos a entrar a una economía donde México deje de ser ese referente que hoy escuchamos, un referente negativo y pase a ser un referente de progreso”. Otra expresión fue la del rector de la UNAM, José Narro Robles, quien dijo que no se puede seguir ignorando la pobreza y desigualdad que se vive en el país, es irresponsable actuar como si todo está bien, como si no existiera la pobreza y la desigualdad, como si la calidad del empleo que tenemos en el país es la que se requiere, una manera de mejorar en el salario, es la creación de una ecuación que permita disminuir la desigualdad y combatir la pobreza.
Una primera revisión de la participación y de la propuesta del ex procurador de la capital del país, es que luego de intentar y fracasar en administrar justicia a la mancha urbana donde se integran todas las expresiones que se consideran conductas humanas, es que sobre el tema de la inseguridad pública y sus consecuencias, el empleo y una adecuada remuneración del mismo como generador de riqueza es un extraordinario argumento para iniciar una “cruzada nacional” para buscar la simpatía de quienes se sienten frustrados por no lograr llevar a la titularidad del Poder Ejecutivo federal a un militante de “las izquierdas”, hoy derechizadas.
LA DEUDA HISTÓRICA CON EL CAMPO
A más de un siglo de la Revolución Mexicana el país sigue en deuda histórica con los campesinos, quienes permanecen como los pobres entre los pobres, tras el reparto agrario se crearon muchas instituciones en el país para apoyar los sistemas de crédito para el campo, sin embargo el andamiaje se desvirtuó con la idea de los gobiernos en turno para caminar conforme a los cánones internacionales y no bajo criterios propios emanados de necesidades y proyectos internos. El problema es el abandono del estado mexicano al campo y con ello a la posibilidad de consolidar su soberanía alimentaria, lo que atenta contra la subsistencia de los trabajadores agrícolas, es urgente que en México se le regrese el valor a la tierra, que haya producción de alimentos suficientes para atender la demanda interna, de manera que dejen de priorizarse las importaciones. El campo padece un estado de marginación y abandono a consecuencia de políticas públicas mal aplicadas que han dado como resultado el empobrecimiento de millones de familias que dependen de este sector, se han generando efectos como la migración, el crecimiento de la inseguridad y la delincuencia en todas las regiones. A las familias cuya actividad fundamental tenía que ver con el desarrollo agropecuario, la falta de políticas públicas orientadas a este sector primario, las convirtieron en un activo promotor de la emigración que hoy nos presenta el ámbito rural en la pobreza, la inseguridad y la violencia. Debe ser objetivo de las autoridades generar condiciones económicas y técnicas propicias para el desarrollo integral del agro, lo que permita colocarlo junto con sus productos en una posición productiva y competitiva a través del aprovechamiento de las potencialidades del territorio y de la defensa de la propiedad comunal y ejidal, con respeto al medio ambiente, estableciendo políticas construidas con la participación de los actores involucrados y que atiendan la diversidad territorial, social y cultural del estado. Es apremiante que se destinen más recursos para el campo, el cual en los últimos años ha sufrido graves consecuencias ya que se le ha recortado el presupuesto y las acciones para apoyar a la población que conforma este sector han sido pocas.
Hoy se recuerda el natalicio de Emiliano Zapata, se pronuncian como cada año en sus aniversarios, natalicio y luctuoso, los gobiernos que surgieron de las diferentes ideologías, han confirmado su compromiso con aquella propuesta de que “La tierra volverá a quien la trabaje con sus manos”. Sin embargo, las estadísticas advierten del fracaso de los proyectos gubernamentales, con el incremento en el porcentaje que del total dan el número de hombres del campo que abandonan y venden sus tierras y en la disminución de las extensiones que en la entidad están dedicadas a la actividad económica primaria.
Es urgente aplicar los principios rectores de la Constitución, dándole la modalidad a la propiedad privada rural que dicte el interés público.
Entre los argumentos de quienes continuaron con la propuesta zapatista de buscar, a través del reparto de la tierra, una distribución más equitativa de la riqueza a partir de los frutos que genera, destaca la necesidad de aplicar el principio rector de la Constitución que establece la jerarquización en la tenencia de la tierra. Primero la nación, pues en principio es de ella; en segundo lugar los pueblos, quienes las poseen en propiedad por mandato constitucional, como propiedad social; y la privada en forma transitoria y condicionada al interés público.
De estos principios rectores, otros principios de que la tierra no debe ser motivo de comercio, principios básicos que establecen y conforman el derecho mexicano, contrario al derecho romano, el que aplican para la comercialización de la tierra y acumulación de provecho y de riqueza.
Se recuerda el nacimiento, la vida y la violenta forma en que murió, sin embargo los rezagos sociales que buscó fueran superados, permanecen hoy el “debate político” rumbo a la elección del 2015, busca argumentos que sustenten despliegues publicitarios sin esencia, como la necesidad de revisar un salario mínimo que nadie utiliza y que como quedó establecido es una cifra de referencia, que si se aplicara, provocaría mayor pobreza de la que ya enfrentan el 52% de los pobladores del territorio nacional.
A finales del Siglo XIX, en Morelos poco más de 30 haciendas integraban más del 62% del territorio estatal, la concentración de aquellos espacios y la distancia que existió entre el ingreso que lograban los poseedores de aquellas extensiones de tierra y la posterior transformación de la vara dulce en azúcar, y el ingreso familiar de quienes trabajaron directamente las extensiones de cultivo, es la razón primaria por la que según los historiadores Emiliano Zapata determinó, junto con un grupo de seguidores, involucrarse en el movimiento social que costó la vida de miles de trabajadores agrícolas y que al concluir aquella revuelta anunciaba el triunfo de los reclamos sociales sobre la actitud de los sectores privilegiados de no reconocer los derechos de sus trabajadores.
EL CAUDILLO DEL SUR
De Emiliano Zapata se ha escrito y se continuará escribiendo, por ello hay que recordar algunos datos que permitan reconocer su personalidad y que colaboran al necesario entendimiento de las causas insatisfechas que provocaron un movimiento social que fue observado y reconocido por investigadores de todo el planeta.
La imagen de la Virgen de Guadalupe sirvió como símbolo en su lucha por la revolución, por mucho es la imagen más venerada y respetada del país.
Para la cineasta norteamericana Elia Kazan, Emiliano Zapata fue el pretexto para recontar la Revolución y enviar su mensaje social. La película ¡Viva Zapata! (1952) se filmó en blanco y negro y tuvo como protagonistas nada menos que a Marlon Brando en el papel de Emiliano y a Anthony Quinn en el de su hermano Eufemio.
Se dice que después de los constantes atentados de los que era objeto, o se sentía objeto, hicieron que Emiliano usara a un “doble” para ciertos eventos públicos. La gente lo identificaba porque si bien era muy semejante al caudillo, su doble era más bajo de estatura; además Zapata nunca usaba calzón de manta, siempre andaba de traje charro, armado y acompañado de su caballo.
Años antes del estallido de la revolución, Zapata trabajó en una de las haciendas de Ignacio de la Torre, el yerno de Porfirio Díaz, era en el único en quien confiaba para cuidar sus caballos.
El primer reparto de tierras que encabezó Zapata fue en Ixmiquilpan, Puebla, el 30 de abril de 1912.
El 16 de julio de 1920, Jesús Guajardo, el hombre que lo asesinó, fue capturado en Monterrey y fusilado al día siguiente. El 2 de julio se había sublevado en la región de La Laguna en contra del presidente provisional Adolfo de la Huerta, por esta razón fue perseguido y aprehendido, no por el homicidio del Caudillo del Sur.
PAGAR SALARIO, INVERTIR EN CAPITAL HUMANO
Revisar el pensamiento de quienes construyeron la propuesta de país que se impulsó a principios del Siglo XX, permite ubicar en algunas expresiones, el método que aquellos consideraban pudo impulsar un reparto equitativo de la riqueza y no el otorgamiento de un salario, lo que consolidó un sistema de clases que hoy forma parte de las estructuras que mantiene fracturado el tejido social.
Una división existente que no se registra es la diferencia entre quienes reciben un salario por un labor desempeñada, con el fin de acumular riqueza, a través de un obligatorio sistema de ahorro para el retiro y quienes generan riqueza para que al multiplicarse ésta, se cuente con los recursos necesarios para enfrentar en lo individual y con el reconocimiento colectivo la etapa en la que ya no se puede continuar generando riqueza (trabajando).
El estado de Morelos enfrenta hoy un periodo económico, en el que una de las características más importantes es el predominio de la economía informal sobre las disminuidas actividades formales.
Esta condición que se advierte en expresiones lacerantes como los vendedores ambulantes que paradójicamente son “protegidos” o “explotados” por organizaciones, las que afirman ser estructuras sindicales que promueven la vigencia de los derechos constitucionales de los trabajadores, en la existencia de limpiaparabrisas en los semáforos o en los subempleados que laboran sin contrato en un importante número de empresas “formales”, así como en la participación de hombres y mujeres de edad avanzada en el empacado de productos en las cajas de tiendas de autoservicio.
No pueden dejarse de lado la presencia de menores del sur y de Centroamérica, y de otras entidades en los tiempos de cosecha de todos los campos del país, aquí se observan durante la zafra, quienes confirman que los empleos existen, el tema fundamental es que esos empleos no generan, a quienes los realizan, ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades personales, mucho menos para el sostenimiento de una familia.
Durante la campaña del 2012 los aspirantes a los diversos puestos de elección popular denunciaron la protección y la complicidad que desde el gobierno se otorgó a quienes promueven, a través de los contratos de protección, la extinción legal de los derechos de los trabajadores. Durante los últimos gobiernos se ha diluido la esencia de las leyes que promulgó el constituyente y en consecuencia se han sacrificado los derechos que otorga, entre los que destaca el ingreso remunerado para el trabajador.
Cuando se cumpla el reclamo social que hoy se recuerda de que “la tierra volverá a quienes la trabajan con sus manos”, quedará superado el debate estéril de la existencia del salario mínimo, en tanto el histórico reclamo sirva de pretexto para imágenes a favor del voto de quienes la utilizan, las propuestas en relación a partidizar la revisión del salario de los trabajadores seguirá generando reflectores, como los que en la presente semana logró Miguel Ángel Mancera, rumbo al 2018, aún cuando las condiciones del partido que puede registrarlo no tenga la misma certeza.
EL REPARTO EQUITATIVO DE LA RIQUEZA
La pobreza, el desempleo, la ignorancia, la insalubridad y la falta de servicios en general, es el saldo de la política económica que desde hace 30 años ha imperado en el mundo y que, contrario a lo que señalan sus predicadores, han retrasado la llegada del progreso a las regiones en subdesarrollo.
Las políticas liberales que rigen al mundo subdesarrollado han hecho más honda y por tanto más antagónica la división entre ricos y pobres. “De esto se deduce que el verdadero enemigo del liberalismo económico a ultranza no es el populismo”, sino los magros resultados que el mismo ha arrojado no en teoría sino en el terreno de la dura y terca realidad.
Ante las evidencias de pobreza, un cambio de modelo económico es evidente. No podemos seguir montados en una economía cuyo crecimiento y prosperidad beneficien sólo a unos cuantos privilegiados, mientras la mayoría se debate en la penuria y los sufrimientos de todo.
En algún momento de la historia la actividad económica sólo estuvo dedicada a producir artículos y servicios necesarios para la satisfacción de las necesidades de todos sus miembros, a quienes se reconocía un derecho igual al acceso al bienestar físico y espiritual.
Sin embargo, con el tiempo y como consecuencia de los cambios que fueron ocurriendo en el modo de producir y distribuir la riqueza social, hemos llegado a una situación en la que muchos piensan que el verdadero propósito del trabajo de la sociedad es el de garantizar la existencia y prosperidad de los grandes corporativos, de las empresas mundiales y sus propietarios; y que el resto de la humanidad debe conformarse con lo indispensable para no morirse de hambre y para poder seguir trabajando sin descanso.
La economía debe estar al servicio del hombre, el éxito económico no debe medirse sólo por la estabilidad de las variables macroeconómicas y por el crecimiento de las exportaciones, debe ubicarse en la elevación del nivel de vida de la población.
Una economía excesivamente estatizada, sin control del gasto público, desdeñosa de las variables macroeconómicas, en perpetua guerra con la inversión privada por los espacios económicos, partidaria del despilfarro y del endeudamiento es ineficaz y daña a los que menos tienen.
Hay que levantar una economía de mercado, ordenada, responsable, sin deudas, ni crisis, que dé su lugar a la empresa privada, pero también al estado como promotor de la justicia social; que sea eficiente, que crezca y que genere riqueza a precios competitivos para el consumo interno y para los mercados internacionales. Deben trabajar todos para el bien de todos.
Ricardo Estefan Colín, integrante de la Unión Social de Empresarios de México, señala que la responsabilidad social, la justicia y el respeto a la dignidad humana de los trabajadores para impulsar un reparto equitativo de la riqueza, debe reconocer que la creatividad del ser humano es esencial en la vida económica y en el campo empresarial.
Ésta se manifiesta primordialmente en la elaboración de proyectos e innovación de procesos que optimizan el uso de recursos y facilitan la producción de bienes y servicios que contribuyen al bien común de la sociedad. Ciertamente, todo ello debe llevarse a cabo en términos y con criterios económicos. Es innegable que cuando una empresa genera beneficios (valor agregado), es porque los factores de la producción han sido utilizados adecuadamente. Sin embargo, puede ocurrir, y de hecho ocurre, que al mismo tiempo que se generan beneficios económicos, se atenta contra el patrimonio más valioso de la empresa: su gente. Esto sucede cuando la empresa opera en ambientes socioculturales caracterizados por la explotación de las personas, bajos sueldos y salarios, jornadas excesivas de trabajo y muchas otras violaciones a los derechos humanos. Surge entonces la segunda condición para la distribución justa de la riqueza: la acción subsidiaria del estado. El estado debe ser un facilitador del desarrollo económico, secundar la actividad de las empresas, crear condiciones que aseguren oportunidades de trabajo, estimular aquellas áreas de la economía que sean insuficientes y sostener a los actores de ésta en momentos de crisis. Sin embargo, no debemos olvidar que la tarea fundamental del estado en el ámbito económico, es definir un marco jurídico que establezca reglas justas y transparentes entre los actores del libre mercado para evitar que se den monopolios, oligopolios o competencia desleal, en la que una de las partes supera totalmente en poder a la otra y puede reducirla prácticamente a la esclavitud. En efecto, el mercado no es capaz, con sus propios mecanismos, de garantizar una distribución equitativa de algunos bienes y servicios esenciales para el desarrollo de los ciudadano, y es allí donde la complementariedad entre estado y mercado se hace más necesaria. Más allá de las bondades del mercado y de las acciones subsidiarias del estado, se encuentra la actividad concreta y cotidiana de los empresarios y dirigentes de empresa, elemento determinante en la distribución de la riqueza. Sólo con una formación moral sólida que implica virtudes como la diligencia, la laboriosidad, la prudencia en asumir riesgos razonables, la lealtad en las relaciones interpersonales; la fortaleza en la toma de decisiones difíciles y dolorosas; y sobre todo la solidaridad y la fraternidad, se puede respetar la dignidad humana de los trabajadores. Es un deber, en la agenda de un auténtico empresario con responsabilidad social, elevar el nivel de vida de los trabajadores e impulsarlos a su propio desarrollo mediante la capacitación y la oferta de espacios de crecimiento, ya que son estas acciones concretas las que permiten un reparto más justo de la riqueza.
EMPLEO ELECTORERO
La aplicación de las propuestas en relación a la viabilidad de elevar o no la calidad de vida de los electores queda pendiente en tanto no se resuelven asuntos de “verdadera importancia”, entre los que destacan qué partido y con quién gobernará Cuernavaca en el próximo trienio, existen dos fuerzas políticas que desde ahí estarán en condiciones de obtener o confirmar la gubernatura para el 2018, el PRI, que administra la capital desde el 2009; y el PRD, que arribó al gobierno estatal en 2012 y que nunca ha gobernado a la Eterna Primavera, los nombres de aspirantes y suspirantes es ocioso, se mueven más de los necesario y de manera torpe, reciben más golpes que aplausos, a consecuencia de su avaricia y la inseguridad del triunfo.
Paradójicamente convirtieron ya a la ciudad, a su extinto posicionamiento turístico y a sus recursos en víctima de sus excesos. El PRD y el PAN le negaron la posibilidad de reestructurar sus créditos, hoy tiene el gobierno del estado la seguridad pública bajo su control y bajo su descontrol la vigilancia y la operación del transporte público de carga y pasajeros, cuyo pésimo servicio ha ocasionado el quebranto de un importante número de empresas.
Jesús Reyes Heroles dijo: “Soy un hombre de derecho, si me falta al respeto, me concede el derecho de faltarle al respeto”. En el PRI militan los titulares de las delegaciones federales más importantes, algunos temas que al inicio de la actual administración fueron considerados como prioridades estatales hoy se gestionan y administran en la delegaciones federales, la termoeléctrica, el gasoducto, la autopista Siglo XXI, el libramiento La Pera-Cuautla y otros pendientes del sexenio anterior, son gestionados por los empleados federales que sólo dan aviso al estado en lo mínimo indispensable.
El enfrentamiento entre las fuerzas políticas será sin reglas y sin respeto a los electores y su inexistente salario, es la primera ocasión en la que se realiza una elección intermedia con un gobierno estatal de un partido diferente al federal, la colaboración y el apoyo concluye el 1 de octubre, cuando inicia legalmente el proceso electoral. Esta división pospone cualquier mejora en el ingreso de los morelenses hasta después de la elección de 2015, en la construcción de las candidaturas depende del PRD si busca construir un proyecto o ganar elecciones, su definición se conocerá al momento en que definan si van en candidaturas comunes con el PAN o no, en plazas donde tienen disminuidas sus expectativas, entre las que destacan los municipios donde sus gobiernos fracasaron.
Son cinco distritos federales, 18 locales y 33 municipios, la “joya de la corona” es Cuernavaca, en 1997 desde ahí y por causas diversas, entre las que destacaron los enfrentamientos al interior del PRI y del PRD, en el 2000 el PAN aglutinó la inconformidad con esas fuerzas en cantidad suficiente para lograr más votos que sus adversarios. Primero la elección y luego el salario.