Y nadie desconoce su aspiración de convertirse en candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la gubernatura rumbo a las elecciones concurrentes del año próximo, aunque varios grupos de interés dentro de ese instituto político lo subestiman o rechazan por haber trabajado para dos gobiernos panistas (los de Sergio Estrada Cajigal y Marco Antonio Adame Castillo).
Morales Barud, desde muy pequeño, experimentó en carne propia la evolución de la industria arrocera morelense, antes y después de la apertura comercial de 1994 y la vigencia del Tratado de Libre Comercio que, entre otras cosas, permitió el ingreso a México de arroz chino y de determinadas zonas norteamericanas que, no obstante su bajo precio, no competían para nada con la calidad del grano morelense, por ejemplo el Arroz Soberano, producido en la Arrocera de Morelos S.A. de C.V (Armosa), situada en Puente de Ixtla, la cual fue fundada en 1945 por el abuelo de Jorge, don Jesús Morales Meneses.
La historia del arduo trabajo del señor Morales Meneses señala que “a base de mucho esfuerzo compró un molino de arroz alemán y lo instaló en Puente de Ixtla, dando origen a Armosa, una agroindustria que ha apoyado por muchos años a más de 400 productores del Estado de Morelos, para producir el mejor arroz que ha dado fama al Estado de Morelos”. La estirpe arrocera de don Jesús Morales Meneses fue continuada por sus hijos Angel y Jorge Morales Orañegui, hasta el final de sus respectivas vidas. Armosa ha formado parte del “Grupo Ixtla Morales”, donde está incluido el multicitado Jorge Morales Barud con la comercialización de madera. Su primo Eduardo Morales Nasser es, hasta donde tengo entendido, el gerente general de Armosa. Hace varios años, un hermano de JMB, de nombre Rubén Morales Barud, se hizo cargo de la dirección.
En sus mejores épocas, Arrocera Morelos abasteció a las siguientes entidades: el Distrito Federal, el Estado de México, Querétaro, San Luis Potosí, algunos municipios de Nuevo León (entre ellos Monterrey), Guerrero, Morelos y León, Guanajuato. Sin embargo, los años aciagos aparecieron ante la complacencia de las autoridades federales y estatales que nada pudieron o quisieron hacer para evitar el destronamiento del Arroz Soberano y otros productos elaborados en diferentes regiones morelenses. Esa fue la herencia de Carlos Salinas de Gortari y la apertura comercial que, según decía el entonces presidente de la República (1988-1994), insertaría a nuestro país en la globalización mundial y lo colocaría dentro de las naciones más desarrolladas, lo cual resultó una de las más grandes falacias de la historia nacional.
Fue así como, inmersa en frecuentes vaivenes económicos, Armosa llegó al pasado 5 de septiembre de 2011. Varios diarios de circulación nacional publicaron una convocatoria (la DECCE 02/11) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), sí, el mismo que expropió la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, para la “enajenación onerosa de derechos de diversas entidades transferentes”, que en cristiano significa vender los inmuebles embargados por las autoridades hacendarias federales a quienes hubiesen tenido créditos fiscales vencidos o de plano no pudieron pagar deudas contraídas con acreedores diversos del gobierno federal. Y la antiguamente próspera Armosa, otrora el prototipo de magníficas administraciones y de la bonanza agrícola de Morelos, fue insertada en el paquete dos, que a la letra dice: “Enajenación onerosa de los derechos dudosos de cobro sobre 1 (un) crédito otorgado por Banco de Crédito Rural del Centro Sur, S.N.C., a la Sociedad Arrocera de Morelos, S.A. de C.V., con un valor aproximado de capital de más de $25.3 MDP (25.3 millones de pesos), con ubicación de derechos en el Estado de Morelos (en Puente de Ixtla). En este paquete la garantía de cumplimiento es de $2.5 MDP (2.5 millones de pesos). Situación: No hubo compradores para este paquete. Dado el estado procesal del asunto, el monto que rechazó el Comité de operación cuando la Arrocera hizo una oferta (aproximadamente seis millones de pesos) y acorde a las reglas se supone que el piso no sea de menos de ocho millones de pesos. También se supone que el compre el juicio (sic) lo va a terminar hasta adjudicarse las garantías”. La licitación abarca 21 paquetes que incluyen empresas quebradas o con problemas financieros en diferentes estados de la República Mexicana. Fue firmada por Alberto de Palacio Hinojosa, director ejecutivo de Comercialización de Cartera y Empresas del SAE. ¿Mala administración? ¿Desplazamiento en el mercado por la importación de granos que se producen en otros países? ¿Mayor producción arrocera en otras latitudes de la República Mexicana? No lo sé. Lo tangible es que la obra de don Jesús Morales Meneses está a punto de extinguirse. En fin.