Relacioné aquella columna con un cambio más de titular en la Policía Ministerial, ocurrido la víspera. Salió el capitán Guillermo Vargas (finado) y fue relevado por el coronel José Robles Quintana, quien hasta el momento de su designación era director general de Reclutamiento y Selección de Personal del Colegio Estatal de Policía (hoy Instituto Estatal de Certificación y Evaluación). Robles, persona honesta y trabajadora, llegó además antecedido por su desempeño al frente de la Policía Preventiva Estatal, la Subsecretaría Operativa de la actual Secretaría de Seguridad Pública de Morelos y la dirección general de la Policía Preventiva de Xochitepec.
Sin embargo, el ciclo del coronel retirado al frente de la importante demarcación policíaca llegó ayer a su final, siendo sustituido por el ex comisario de la Policía Federal en esta entidad, Antonio Amado Narro Flores, elemento que lleva varios años asentado aquí. Conoce el territorio morelense, ha tenido éxitos y se le augura un buen desempeño. Ojalá y así sea para beneficio de una sociedad que se encuentra ávida de resultados frente a la acumulación de casos aún inconclusos en varias fiscalías de la PGJ, a los que se sumó el artero asesinato del doctor Ernesto Méndez Salinas, investigador del Instituto de Biotecnología Médica adscrito al Campus de la UNAM-Chamilpa, acaecido antenoche en la avenida Teopanzolco de Cuernavaca.
Los desafíos del jefe ministerial número 34 serán los mismos que, en distintas épocas, aceptaron sus antecesores: encabezar y pugnar por corregir a una corporación donde coexisten buenos y malos en medio de condiciones financieras precarias y detectar oportunamente a quienes pudieron haberse coaligado con células delincuenciales. Desde luego, deberá optimizar los recursos disponibles e insistir en una mayor capacitación del personal, sobre todo hoy, cuando la sociedad morelense se adentra en el nuevo sistema de justicia adversarial, cuya principales premisas son la investigación y demostrar la verdadera responsabilidad de un imputado.
Narro es pasante de la licenciatura en Seguridad Pública, además de contar con 27 años de experiencia en la Policía Federal de Caminos, ahora Policía Federal (fue comisario de la corporación en Morelos). También ha sido casco azul de la Organización Nacional de las Naciones Unidas (ONU) en El Salvador; trabajó en la Policía Federal de Saltillo, el DF, Nogales, Torreón, Durango y Nuevo Laredo, amén de haber recibido capacitación en Colombia por parte del FBI y la Real Policía Montada de Canadá. Por ahora, se le otorga el beneficio de la duda.
Tocante al homicidio del doctor Ernesto Méndez Salinas, la PGJ deberá indagar a fondo y evitar la impunidad. La principal línea de investigación apunta a un intento de robo, la noche de este martes en la avenida Teopanzolco de Cuernavaca, casi esquina con Río Balsas. Ciertas versiones insisten en que los agresores pretendían despojarlo de su camioneta Honda. Y en el ánimo de evitar la politización del delicado asunto, el procurador Pedro Luis Benítez Vélez planteó ayer al rector de la UNAM, José Narro Robles, la creación de un grupo que involucre a peritos de la PGJ y científicos de dicha Universidad, a fin de dar con los responsables del asesinato. Además de hablar vía telefónica con Narro Robles, Benítez Vélez se reunió con el abogado general de la UNAM, Raúl González Pérez, y el jefe de la Oficina Jurídica del Campus Morelos de la UNAM, José Güemes Díaz. A ver.
Cambiando de ideas, me referiré al Consejo Político Estatal del PRI realizado la víspera en el auditorio del Sindicato de Trabajadores Petroquímicos, sito en Jiutepec. Se decidió ahí el método de elección del próximo candidato gubernamental priísta: mediante convención de delegados y no a través de una consulta abierta a la militancia, como lo indiqué ayer; e igual se hará para seleccionar a los candidatos a diputados de mayoría relativa y presidentes municipales. Se supone que así la clase política priísta evitará fracturas, independientemente de que la fórmula fue ordenada por el Comité Ejecutivo Nacional, hoy todavía a cargo de Humberto Moreira.
Otro punto aceptado fue el establecimiento de coaliciones entre el PRI y distintos partidos hacia los comicios de 2012 (tal fusión será con el PVEM y el Partido Nueva Alianza, la cual deberá quedar registrada ante el IFE antes del 15 de noviembre). De igual forma, la mazorca de candidatos a senadores y diputados federales, de todos los partidos, empezará a desgranarse de un momento a otro. Respecto al PRI, el procedimiento concluirá entre el 14 y 16 de diciembre venidero. Se acercan, pues, los descartes por todos lados.
Las convenciones de delegados, según el artículo 184 de los Estatutos priístas, deberán conformarse así: el 50 por ciento estará integrado por consejeros políticos del nivel que corresponda y consejeros políticos de los niveles superiores que residan en la demarcación; delegados de los sectores y organizaciones electos en sus asambleas respectivas, en proporción a su participación en el Consejo Político del nivel correspondiente; y el 50 por ciento restante serán delegados electos en asambleas electorales territoriales, respetándose la paridad de género y la participación de jóvenes. El artículo 185 prevé que el Reglamento señalará el número máximo de delegados, tiempo y demás procedimientos para la realización de la convención. Sin embargo, lo anterior está supeditado a la hermenéutica, mientras que para la selección del candidato definitivo tendrá peso específico la intervención directa de la cúpula nacional tricolor. Ahí empezará “el llanto y el crujir de dientes”, así como los chantajes de cualquier tipo.