Una vez concluido el proceso de validación a la candidatura de Orihuela, el CDE del PRI se abocará a la elección de candidatos a alcaldes (en las respectivas fórmulas se incluirán los nombres de síndicos y regidores), y entrará en un delicado proceso de designación de aspirantes a 18 diputaciones locales de mayoría relativa, independientemente de que hará lo propio en torno a la lista de candidatos a legisladores de representación proporcional. Serán 18 de mayoría y 12 plurinominales. La “feria del hueso” en su máxima expresión.
Tras las polémicas designaciones ejecutadas por el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, entre las cuales se encuentran la de Amado Orihuela Trejo, pero sobre todo las de Francisco Moreno Merino y Guillermo del Valle Trejo al Senado de la República, al menos en las fórmulas senatoriales la alta burocracia tricolor olvidó las cuotas de género contenidas en sus estatutos y establecidas también por la legislación electoral de Morelos. La cúpula nacional olvidó tomar en cuenta a una mujer. Y más de una vez he afirmado que desechó a Rosalina Mazari, diputada federal por el IV distrito, quien ha cumplido a cabalidad su responsabilidad en la Cámara de Diputados.
Así las cosas, representantes de 16 organizaciones de mujeres acudieron al Instituto Estatal Electoral (IEE) para manifestar su preocupación ante el incumplimiento de las cuotas de género en el proceso electoral 2012. El presidente del IEE, Oscar Granat Herrera, aseguró que estará atento para que los ocho partidos políticos con registro ante el órgano electoral acaten los ordenamientos del Código en la materia. Asimismo, invitó a las damas para que se integren al equipo de observadores electorales y supervisen las diferentes etapas del proceso comicial. Con Granat, entre otras importantes féminas morelenses, estuvieron Laura Catalina Ocampo (será candidata a diputada federal por el PRI), María Cristina Ríos Meraza, Magda Ponce Hernández, Patricia Lavín y Adriana Díaz (esta última será candidata a diputada local por el PRD). A ver.
Cambiando de tema diré que anteayer vi con mucha preocupación a Santiago Creel Miranda, aspirante a la candidatura presidencial del PAN, denunciando que algunos militantes de su partido (incluidos desde gobernadores panistas hasta líderes estatales del partido) recurrieron a prácticas viciadas para promover a Josefina Vázquez Mota y Ernesto Cordero rumbo a las elecciones de ayer. La “guerra sucia” incluyó la difusión de presuntas conversaciones telefónicas cuyos protagonistas fueron Vázquez Mota, Roberto Gil, Germán Martínez Cázares y otras personas más, emitiendo denostaciones que para nada avalan el código de ética tan cacareado por la clase política panista a nivel nacional.
Me parece que Creel Miranda acertó cuando reveló la compra de votos y el reparto de despensas, a la antigua usanza priísta, lo cual pudo haberse repetido por igual en Morelos, donde, hacia la elección del candidato gubernamental (programada para el 18 de marzo próximo) ya se está recurriendo a las mismas prácticas. Creel advirtió que denunciará “con las armas de la ley” las irregularidades en la elección de este domingo, por lo que llamó a funcionarios públicos a que lo piensen antes de “meter la mano” pues ello podría dividir al partido. Y el equipo de Adrián Rivera Pérez, promotor de la candidatura del senador Creel en Morelos, ya detectó este tipo de maniobras, no sólo vinculadas al proceso de ayer, sino también sobre la elección del abanderado azul a la gubernatura morelense. Podría presentar en breve denuncias contra Demetrio Román Isidoro, ex secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas.
Durante este fin de semana debió aplicarse una encuesta en Morelos por parte de dos compañías contratadas por el Comité Ejecutivo Nacional del PRD, a fin de conseguir los suficientes indicadores que definan al candidato de unidad a la gubernatura, aunque cabe subrayar que la encuesta no tendrá un carácter vinculatorio, jurídicamente hablando. La validación del abanderado perredista y de otros partidos coaligados que lo asumirán como candidato común deberá hacerla un consejo electivo programado para el 26 de febrero. Por lo demás, me parece que el levantamiento muestral será insuficiente en un territorio donde existen más de un millón y medio de electores. Mil 300 encuestas por empresa es una cifra irrisoria. Los precandidatos encuestados fueron el senador Graco Ramírez, Raúl Iragorri Montoya (dice que es muy amigo de Andrés Manuel López Obrador, aunque no se le da la política) y el ex diputado local Rabindranath Salazar Solorio, quien aunque entró tarde a la contienda le abrirá un boquete a las aspiraciones de Graco, personaje que recibirá los mayores porcentajes en negativo. A ver.
Finalmente me referiré a Hortencia Ortiz Bersañez, regidora panista en el Ayuntamiento de Cuernavaca, quien “expresó su temor fundado de que las arcas municipales sean utilizadas como ‘caja chica’ del PRI”. Dedujo lo anterior porque el alcalde Rogelio Sánchez Gatica anunció modificaciones en el presupuesto de egresos 2012. Sin embargo, la funcionaria escupe hacia arriba, pues no dice nada sobre el paso de su cónyuge por la Subsecretaría de Obras Públicas estatales (en la actual administración), a quien propios y extraños le cuestionan que haya consolidado un importante patrimonio personal. Comentan que fue así como se hizo, entre otras propiedades, de una residencia en Tequesquitengo cuya barda perimetral (de alrededor de 2 mil metros) costó más de tres millones de pesos. Imaginen ustedes lo que erogó por el resto de la obra.