Hoy entregará, precisamente, su Quinto Informe de gestión administrativa ante el Congreso local, según lo mandata la Constitución Política de nuestra entidad federativa. Si bien es cierto que don Lauro construyó gran parte de la infraestructura disponible hasta hoy, cumpliendo a la sociedad morelense en base a la capacidad financiera del gobierno estatal allá y entonces, también es verdad que lo conseguido por Adame desde 2006 a la fecha no se queda atrás respecto a redes carreteras (nuevas y reconstruidas), obras hidráulicas de menor a mayor magnitud, más vialidades en todas las zonas urbanas, instalaciones médico asistenciales de diferente tipo, más y mejores centros de educación básica, media y superior, e infraestructura para el desarrollo agropecuario.
Cada quien en su tiempo. Lauro Ortega tuvo el más completo apoyo del presidente en turno (Miguel de la Madrid Hurtado), lo cual se ha repetido en el sexenio 2006-2012. Amén de haber incrementado determinadas partidas presupuestales directas para nuestra entidad (convenios especiales aprobados por la Cámara de Diputados y la Secretaría de Hacienda), el presidente Felipe Calderón hizo lo propio mediante el programa operativo anual de su gobierno a través de las delegaciones federales, lo cual fue patentizado ayer por el jefe de la nación durante su visita número 26 a Morelos. Estuvo en la Universidad Tecnológica Emiliano Zapata (UTEZ), donde anunció el Programa de Becas para un millón de estudiantes del nivel medio y superior a nivel nacional, de las cuales alrededor de 35 mil se distribuirán en Morelos, amén de que difundió una magnífica noticia: será edificada otra universidad similar a la UTEZ en la región sur. La obra le fue solicitada la víspera por Marco Adame y el presidente la autorizó de inmediato.
A continuación daré algunos datos sobre lo conseguido por el gobierno estatal en el quinto año de ejercicio legal. Se logró la cobertura universal en salud en los 33 municipios, lo cual se suma a los grandes y medianos hospitales, así como centros de salud, construidos a lo largo y ancho de Morelos en años previos, algunos de los cuales, como ocurre con el “José G. Parres” de Cuernavaca, fueron dotados con el equipo que los usuarios demandaban desde hace décadas, verbigracia el servicio de hemodiálisis que otorga casi 500 terapias mensuales a pacientes con enfermedades crónico-degenerativas. Por otro lado, en el ciclo escolar 2010-2011 se entregaron 43 mil becas a estudiantes de todos los niveles educativos (la cantidad ascendía a 20 mil en 2006). Para contribuir a la reconstrucción del tejido social y el fortalecimiento de la convivencia familiar se ampliaron nueve espacios deportivos en Yecapixtla, Cuernavaca, Huitzilac y Tlayacapan. Durante el mismo lapso se crearon más de 7 mil 817 empleos formales, alcanzándose un nuevo máximo histórico de 182 mil 339 fuentes formales de ingresos. Esto último tiene vinculación con la promoción de inversiones nacionales y extranjeras, de lo cual comentaré en una columna posterior. Y también en 2011 se invirtieron más de 806 millones de pesos en el sector agropecuario; casi 100 millones de ellos sirvieron para el otorgamiento de apoyos integrales de crédito, la adquisición de seguros agrícolas, la distribución de fertilizantes químicos y orgánicos, y el financiamiento a la comercialización de granos básicos, con lo cual se beneficiaron 48 mil 790 productores y 107 mil 822 hectáreas. Tocante a la red carretera me referiré en otra ocasión. Faltaría por analizar toda la infraestructura construida desde 2006 a 2010, a fin de que ustedes, amables lectores, saquen sus propias conclusiones.
Don Lauro Ortega Martínez tuvo su peculiar estilo de gobernar, en circunstancias políticas, sociales y económicas diametralmente opuestas a las actuales. No tuvo oposición partidista por ningún lado, amén de que su administración se caracterizó por la apertura a todos los miembros de la clase política morelense, incluidos los pocos exponentes de ideologías distintas a la priísta (dos distinguidos panistas, Francisco Xavier Aponte y Guillermo Gómez Arana, fueron incorporados al gobierno estatal). Y ni hablar sobre la abundancia de dinero. Marco Adame Castillo, quiérase o no aceptar, restituyó el respeto al gobernador en turno tras un periodo sexenal de frivolidades y ha mantenido el diálogo con cualquier número de políticos, politicastros y politiqueros locales sin ceder un ápice ante su vehemente anhelo por prolongar las antiguas prácticas de la “familia revolucionaria” y las “reglas no escritas del sistema”. Vengativos y con mucho resentimiento, varios de esos personajes aprovecharon -y siguen aprovechando- cualquier coyuntura para minar la resistencia e imagen de Adame Castillo.
Sin embargo, me parece que ciertas vicisitudes enfrentadas por esta administración, por ejemplo en lo tocante a la seguridad pública y la procuración de justicia, distorsionaron o retrasaron la marcha del gobierno. La politización del delicado asunto, como ocurre en otras latitudes de la República Mexicana (donde las circunstancias de criminalidad han sido y son peores), definitivamente tuvo un costo para el gobernador. El movimiento del poeta Javier Sicilia, gestado aquí tras el artero asesinato de su hijo Juan Francisco (el 28 de marzo del año pasado), empeoró el escenario. Finalmente aquella crisis se resolvió, y así como Ortega prescindió de amigos que empañaron su gestión, por igual lo hizo el actual gobernador con compañeros suyos del Partido Acción Nacional cuya incompetencia, impericia política y conductas irresponsables fueron evidentes. MAC ha padecido también el “fuego amigo”.
Finalmente diré que Don Lauro “cacareaba el huevo” sobremanera, mientras que Marco Adame, fiel a su estilo de gobernar y, sobre todo, debido a las características propias de su personalidad, optó por un bajo perfil. El primero fue pragmático (muchas veces llevado por el autoritarismo y los impulsos), y el otro es ecléctico (a veces retrasando decisiones importantes). Uno ya fue ubicado por la historia y el otro lo será en el futuro, a corto plazo. El referéndum en que se convertirán los comicios concurrentes del próximo primero de julio tendrá el veredicto, siempre y cuando el partido gobernante, es decir el PAN, escoja al candidato más ciudadanizado. A esto último me referiré posteriormente.