“Prestigiados maestros de la actualidad participaron, a principios de la década de los ochenta, en el surgimiento del Consejo Central de Lucha Magisterial (CCLM), pero algunos sucumbieron ante las propuestas del recién entronizado gobernador del Estado, Lauro Ortega Martínez, a fin de incorporarse al sistema de educación básica como directores o subdirectores en primarias y secundarias”.
Agregué: “El galeno de Xochitepec tomó posesión el 18 de mayo de 1982, de manera tersa, sin obstáculos por parte de la agrupación que un año antes estuvo a punto de sacar de la gubernatura a Armando León Bejarano. Aquel ‘punto de rompimiento’ puso fin a la lucha democratizadora del ala disidente dentro de la Sección 19 del SNTE, recordándose entre los profesores beneficiados a Fidel Demédicis Hidalgo que, sin concluir la carrera normalista, fue colocado en la subdirección de una escuela secundaria en la colonia Alta Palmira, de Temixco. Quién no conoce al temixquense, hoy convertido en flamante diputado local (a la LI Legislatura), miembro del grupo parlamentario del PRD, cuyo protagonismo, por cierto, fue constatado ayer (el mismo 26 de octubre de 2009) por propios y extraños a favor de Julio Espín Navarrete, jefe de una fracción de la bancada parlamentaria del PRI y, hasta el momento de escribir la presente columna, presidente de la Junta Política y de Gobierno del Congreso local. Demédicis fue de hecho quien, la víspera, hizo el trabajo sucio a favor del ex presidente municipal de Puente de Ixtla”.
El 17 de junio de 2005 escribí lo siguiente también en alusión a Fidel Demédicis Hidalgo: “De acuerdo al contenido del oficio DAEP-01283/04, folio 02687, con fecha 26 de marzo de 2004, la Dirección de Autorización y Registro Profesional de la Dirección General de Profesiones, a cargo entonces de José Luis Lobato Espinoza, no tenía ningún antecedente sobre los diputados Fidel Demédicis Hidalgo y Guillermo López Ruvalcaba (el primero siempre se ha ostentado como maestro normalista y el segundo como ingeniero electromecánico). Es decir: carecen de cédula profesional”. Sin embargo, ambos cometieron la aberración de firmar documentos oficiales ostentándose como profesionistas sin serlo o por lo menos careciendo de la importantísima cédula profesional. Debido a lo anterior y otros factores, Demédicis y López Ruvalcaba no podían ser considerados como el mejor ejemplo de ética y moral pública. Desde siempre, tocante al temixquense hemos sabido cómo traicionó al movimiento del Consejo Central de Lucha Magisterial (1980-1982) aceptando las migajas que le arrojó Lauro Ortega convirtiéndolo en supervisor escolar en Alta Palmira (y a partir de ahí múltiples conductas deshonestas).
El 15 de marzo de 2007 entrevisté a Demédicis para la revista “Perfil de Morelos”. Sobre los años escolares, el ahora candidato senatorial recordó los lazos que lo unieron a muchas personas con las que hoy ideológicamente no coincide, pero que en su momento fueron sus amigos, verbigracia Oscar Sergio Hernández Benítez, actual secretario general de Gobierno, y Fernando Gutiérrez Nava, miembro importante del PRI, hoy involucrado en cuestiones judiciales. “En la vida laboral, Fidel Demédicis Hidalgo ha trabajado en diferentes estados de la República lo que le ha permitido conocer la calidad de vida de diversos sectores de la sociedad; la relación cambió en torno al trabajo, pues estudiaba la universidad al tiempo que comenzó su labor en el sector educativo. Hizo los estudios de preparatoria en el estado y trabajaba en la ciudad de México. Ingresó a la UNAM en la carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública. Posteriormente, a solicitud del jefe de departamento de Educación Secundaría Técnica, comenzó como profesor de secundaria en el municipio de Temixco, luego de un curso de nivelación pedagógica, y fue así como ingresó al magisterio, lo que le permitió ser delegado en diferentes congresos del SNTE y formar parte del Comité Ejecutivo de la Sección XIX de este sindicato en Morelos”, añadí.
El 6 de noviembre de 2009, el entonces titular de la Unidad de Acceso a la Información Pública del Congreso local, Víctor Díaz Vázquez, le requirió a Demédicis Hidalgo (mediante oficio SGC/SSLP/066/00) copia certificada de su cédula profesional. Y el legislador, el 10 del mismo mes y año, le respondió que “con respecto a mi licenciatura en ciencias políticas y sociales no tengo cédula, y así lo comento en mi currículum, aunque tengo mi certificado (supongo yo que de la carrera aludida)”.
Según el mismo currículum, Fidel cursó la primaria en la escuela “Lázaro Cárdenas” de Acatlipa (1965-1971); la secundaria en la “Froylán Parroquín García” de Cuernavaca (1971-1974); la preparatoria en la Nocturna Uno de la UAEM (1981-1984); estudió para técnico industrial en mantenimiento en el Tecnológico de CIVAC (1974-1978); y la licenciatura en ciencias políticas y sociales, por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM (1984-1989), sobre la cual arguyó, en noviembre de 2009, tener un certificado. Fue profesor de forja y soldadura en la secundaria 21 de la colonia Rubén Jaramillo de Temixco (1983-1991); subdirector de la Secundaria Técnica 36 de Alta Palmira (1995-1997); asesor técnico en el Centro de Maestros de Temixco (1998-2000), y subdirector de la Secundaria Técnica 37 de la Unidad “José María Morelos” de Xochitepec (2000-2002). Todos estos cargos los consiguió sin poseer cédula profesional.
Como bien me lo dijo Fidel cuando lo entrevisté el 15 de marzo de 2007, su vida ha sido “intensa”, al igual que sus antecedentes escolares, laborales, profesionales y políticos. Ufano, el perredista comentó ayer que su candidatura senatorial “se basó en el convenio de coalición, la valoración de sus antecedentes electorales por parte de los partidos y la revisión al trabajo de los aspirantes”. La política es circunstancial, estimados lectores.