Emulando a algún jefe de sicarios, Mújica violó el miércoles las cerraduras de las oficinas que su suplente ocupaba en el Congreso. La acción tuvo éxito gracias al respaldo otorgado a Mújica por Fidel Demédicis Hidalgo, presidente de la Junta Política y de Gobierno, a través de su esbirro Antolín Escobar Cervantes, político de triste memoria en el PRD y ajonjolí de todos los moles (al igual que su patrón). Y ayer, previo a la sesión respectiva, mediante gritos y sombrerazos, Mújica se instaló en la diputación sin importarle la integridad, honestidad, trabajo y apego a la legalidad del abogado Martínez Alonso, quien en escasos días hizo lo que Mújica no consiguió en casi tres años. El violento retorno del “abogado laboralista”, sí, el mismo a quien hace meses le intervinieron sus “dietas” para acatar un mandato judicial y liquidar un antiguo adeudo con el prestigiado abogado Erick Navarrete, mostró el cobre. Es decir: inmerso en el mayor desprestigio, repudiado en ámbitos del Tribunal Superior de Justicia, de la Procuraduría General de Justicia y en todos los tribunales laborales, no tiene de otra más que volverse a incrustar en la ubre oficial durante los próximos cinco meses.
Cambiando de tema me referiré a Marcos Manuel Suárez Gerard, candidato del Partido Acción Nacional (PAN) a presidente municipal de Cuernavaca, sobre quien aplica el dicho: “Caballo que alcanza gana”. Sin haber iniciado las campañas para alcaldes y diputados, lo cual sucederá hasta el 29 de abril, aparece en la más reciente encuesta de Consulting & Research (de Marcos Pineda Godoy) en un primer sitio, pero en un empate técnico con Jorge Morales Barud. Atrás de ellos, muy de cerca, se encuentra José Luis Urióstegui Salgado, de la Coalición Nueva Visión Progresista por Morelos.
La encuesta contiene apartados importantes, pero me llamaron la atención dos: el que se vincula a los atributos de confianza, honestidad, compromiso, cumplimiento de promesas y propuestas innovadoras. Urióstegui se ubica a la cabeza con 7.5 por ciento, seguido de Marcos Manuel y Morales Barud en empate técnico con 6.5 por ciento. Y a continuación aparece otro factor relevante: ¿Por cuál de los siguientes candidatos votaría usted para presidente municipal de Cuernavaca? Las respuestas señalan otro empate técnico. Estos datos llaman la atención porque, insisto: aún no han comenzado las campañas.
Sin embargo, la encuesta de Consulting & Research, levantada vía telefónica entre mil 200 personas el pasado 18 de abril, confirma la preferencia que por partido tiene el PRI: un 35 por ciento, seguido por Acción Nacional, con 19 por ciento, y el PRD, 17 por ciento. Lo anterior tiene una explicación: la “Ola Peña Nieto” y la fuerte penetración del mexiquense entre la sociedad nacional y local a través de los grandes medios de comunicación.
La encuesta de Marcos Pineda identificó además la falta de credibilidad de los partidos ante el electorado, la preferencia por un candidato ciudadano y el interés por las propuestas de los aspirantes enfocadas a los cuernavaquenses. Esto último, definitivamente, impactará de alguna forma u otra en el ánimo de los votantes cuando identifiquen a quienes integran las fórmulas municipales.
En las fórmulas municipales varios partidos incorporaron a gente prestigiada entre la sociedad civil. Verbigracia: César Salgado Castañeda, Nadxieli Carranco Lechuga y Lorena Abrego en la planilla de Urióstegui. Por su parte, Luis Alberto Medina Delgado, ex funcionario de la Secretaría de Turismo del Estado; Valdemar Castañeda Trujillo, ex subsecretario de Desarrollo Agropecuario; Luis Fernando Hidalgo, ex director del Instituto de la Juventud; Carlos Alfredo Alanís, ex funcionario municipal; Esteban Vázquez Bautista, ex director de Colonias y Poblados del Ayuntamiento, y Laura Patricia Hernández Cruz, ex coordinadora de asuntos internacionales en Acción Juvenil del PAN, en la fórmula de Suárez Gerard.
¿Le será suficiente el voto duro al PRI? A ver.