Y conforme se acerca el primero de julio, crece también la cantidad de quienes están agotando la existencia de ansiolíticos en las farmacias. Su condición anímica se ha exacerbado una vez conocidas las más recientes encuestas nacionales, donde observamos movimientos significativos en las tendencias electorales de los candidatos a la presidencia de la República, con repercusión en las más importantes regiones mexicanas. Morelos se ubica en la zona centro del país, a lo cual me referiré después de platicarles la siguiente historia. Cuentan que un candidato a gobernador (realice usted un viaje imaginario a la entidad de su preferencia) le dijo a su compadre: “¡Hermano! Eres de los pocos que no me ha pedido nada en la campaña. ¡Pide, pide, pues al que no habla Dios no lo oye!”. El compadre, ni tardo ni perezoso, le respondió: “Compadrito del alma, me conformo con que me pongas en la Tesorería”. Sopas. Su solicitud fue aceptada de inmediato, pero con una limitante. “Claro que sí, compadre querido. Cuando ganemos y yo sea gobernador electo podrían suceder dos cosas: que no te diga nada, ante lo cual deberás alegrarte, pues mi silencio significará que estarás conmigo en la Tesorería. Pero si recibes un telegrama, entonces preocúpate, porque serán malas noticias mías”. Y agregó una condición adicional: “Una cosa estimado compadre. ¡No le digas nada a tu esposa, por favor!”. “¡Noooo, cómo crees! ¡Pierde cuidado, que no le diré nada!”. Se despidieron y el candidato continuó con sus actividades. El tipo llegó a su casa y lo primero que hizo fue platicarle todo a su mujer.
Llegó el día de la elección, vinieron las encuestas de salida y el cómputo final. El compadre del candidato y alrededor de 70 amigos veían la televisión esperando la proclama de un gobernador electo. Y así sucedió. “¡Viva mi compadre!”, gritaba frenético el hombre. Hubo bebidas a discreción y corrieron las viandas, pero de pronto sonó el timbre de la casa. Un sirviente fue a abrir la puerta principal y regresó a la sala portando un sobre de Telégrafos Nacionales que le entregó al patrón. Antes de abrirlo, poco a poco se fueron despidiendo de él sus invitados, hasta que se quedó completamente solo. En el más absoluto silencio procedió a abrir el sobre, sacó el telegrama y lo leyó con el rostro desfigurado por la preocupación. Empero, la cara le empezó a cambiar, volvió a sonreír, le regresó el estado de euforia previo y grito: “¡Vieja, vieja! ¡No te preocupes, me están avisando que se murió mi mamá!”. ¿Humor negro? Claro que sí, pero de esta forma llegan a conducirse quienes son capaces de soportar la ignominia con tal de incrustarse en la ubre gubernamental. En esto no hay escrúpulos, estimados lectores.
Por estas y muchas otras razones no debieron caer bien entre simpatizantes del priísta Enrique Peña Nieto tres encuestas realizadas recientemente por igual número de empresas, cuya credibilidad, objetividad y profesionalismo están debidamente acreditados. Me refiero a los sondeos aplicados a nivel nacional por GAUSSC, Indemerc-Harris y el Diario Reforma, coincidentes en sus partes medulares. Por razones de espacio sólo indicaré que Reforma publicó ayer los siguientes datos como respuesta a la siguiente pregunta: “Si hoy fueran las elecciones para Presidente, ¿por quién votaría usted?”. Enrique Peña Nieto obtuvo el 25 de abril, ante el mismo cuestionamiento, el 42 por ciento, pero la más reciente encuesta, fechada el 31 de mayo, lo ubicó en 38 por ciento. Andrés Manuel López Obrador subió en el mismo lapso de 27 a 34 por ciento; Josefina Vázquez Mota bajó de 29 a 23 por ciento, y Gabriel Quadri subió de 2 a 5 por ciento. El porcentaje de quienes aún no deciden su voto es del 23 por ciento.
Empero, lo importante para nosotros es lo concerniente a la zona centro de la República Mexicana. Dicha región está integrada por el DF, Morelos, el Estado de México, Puebla, Tlaxcala e Hidalgo. Peña Nieto se mantiene como puntero en las regiones Norte y Centro-Occidente, en donde tiene 39 y 42 por ciento de la intención de voto, respectivamente.
El segundo lugar en esas regiones lo ocupa Josefina Vázquez Mota, mientras que López Obrador va en tercero en esas zonas. Por otra parte, el mismo diario indicó ayer que López Obrador es el nuevo puntero entre los electores independientes, con el 43 por ciento de apoyo de ese segmento. Este grupo representa, según el sondeo, el 42 por ciento del electorado total.
Vicente Licona, director de Indemerc-Harris, con relación a una encuesta contratada por el periódico “El Financiero”, indicó hace tres días que de mil 564 entrevistas en vivienda a nivel nacional arrojaron que el abanderado del PRI, Enrique Peña Nieto, alcanza 48 a 50 por ciento de las preferencias electorales; el candidato del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, entre 26 y 27 puntos, y la panista Josefina Vázquez Mota entre 22 y 23 puntos. Sin embargo, Licona explicó que esta nueva encuesta “permite segmentar en muchos pedazos a la población y se está notando que los cambios importantes han sido en el centro del país, donde López Obrador repuntó a costa de sus competidores”. Cabe subrayar, estimados lectores, que el electorado morelense ya aprendió a emitir el voto diferenciado, el voto en cascada y el voto útil. Según las más recientes encuestas relativas a la elección gubernamental en nuestra entidad, todo apunta a que la lucha final será entre Amado Orihuela y Graco Ramírez Garrido. ¿Hacía dónde se inclinarán quienes todavía simpatizan con el panista Adrián Rivera Pérez, emitiendo el voto útil? Ya mero discurrimos el velo. Faltan 30 días.