Cambiando de tema diré que existen tres elementos básicos para la gobernabilidad: 1) La virtud y la tradición de la “razón de Estado”, la cual pone énfasis en la eficacia/eficiencia del poder político y de la gestión gubernamental; 2) La legitimidad y el buen gobierno, vinculados a la obligación gubernamental de proveer bienestar general; y 3) La capacidad de integrar a todos los actores para respaldar el proyecto nacional o estatal y aglutinar a los grupos de presión hacia el establecimiento de alianzas con los principales integrantes de la clase política. La gobernabilidad se fortalece cuando se instrumentan mecanismos de negociación y solución de conflictos. Del tercer factor depende la capacidad gubernamental para durar en el tiempo. Y en este contexto cobra relevancia la actitud asumida este fin de semana por el gobernador Marco Adame Castillo, quien ya prepara el escenario donde entregará la titularidad del Poder Ejecutivo a su relevo, sea del partido que fuere, el primero de octubre próximo.
Efectivamente, Marco Adame Castillo encabezó una reunión de evaluación con los secretarios y demás integrantes de su gabinete, a quienes planteó temas que durante los próximos cuatro meses y hasta el último día de septiembre deberán asumirse como prioridad para desarrollarse a través de diversas acciones, muchas de las cuales ya presentan avances importantes que serán evaluados en posteriores encuentros que se programarán de manera semanal. No obstante los avances que le fueron expuestos, el mandatario estatal exhortó a sus subalternos a redoblar esfuerzos en cada una de sus áreas e intensificar las gestiones de recursos ante la federación que están por radicarse en el Estado para la conclusión de obras y programas.
Así las cosas, Adame Castillo delineó tres aspectos fundamentales rumbo a la conclusión del régimen: mantener la estabilidad laboral como atractivo para nuevas inversiones extranjeras y nacionales; la periódica revisión a las acciones del Plan Morelos Seguro, ante lo cual se reforzará la coordinación entre los tres órdenes de gobierno; y consolidar el diálogo, los acuerdos y la conciliación, hasta los albores del nuevo régimen, frente a grupos sociales que mantienen algún grado de conflicto con el gobierno estatal. Sobre esto último es importante subrayar que, a diferencia de hace seis años, prácticamente no están alterados los elementos de la gobernabilidad. Me parece que un problema más o menos agudo es la falta de socialización del proyecto de un gasoducto en la zona oriente; y otra asignatura pendiente es la intermitente rivalidad entre bandas del crimen organizado, ante lo cual es necesario evitar el descontrol de la violencia mediante la decidida colaboración del gobierno federal.
Tocante al movimiento de los candidatos a la gubernatura es importante referirse a dos escenarios. El fin de semana vino a Zacatepec el líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Azucarera (adherido a la CTM), Adrián Sánchez Vargas, para respaldar a Amado Orihuela Trejo, candidato de la Coalición Compromiso por Morelos (PRI-PVEM-Panal), a quien reconoció como el promotor de que el ingenio “Emiliano Zapata” se haya mantenido por más de una década en el primer lugar nacional de productividad. El acto sirvió para que el aspirante tricolor anunciara que dejará en breve el liderazgo de la Unión Local de Productores de Caña con un superávit de 55 millones de pesos, lo cual fue considerado como un mentís a Adrián Rivera Pérez, candidato gubernamental del PAN, quien durante el debate del 24 de mayo acusó a Orihuela de haber desviado 24 millones de pesos de un crédito otorgado a dicha Unión.
Y en distinto contexto, pero como respuesta a la posición asumida recientemente por el mitómano Raúl Iragorri, en el sentido de que aportará 70 mil votos del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) a la causa de Amado Orihuela, ayer estuvo en Cuernavaca Ricardo Monreal Avila, coordinador nacional de Morena y coordinador general de la campaña de AMLO, quien aseguró que “todo el Movimiento Progresista le brinda y brindará su respaldo político y moral a Graco Ramírez; debemos señalar con toda contundencia que no habrá un solo miembro de Morena que apoye otra alternativa política”. “Como coordinador general de la campaña he venido a reiterar que nadie tiene la autorización para usar el nombre de Morena, porque el único coordinador a nivel nacional soy yo y en Morelos Ramón Jiménez”, declaró.
Rogelio Peñaranda Rodríguez (o Hernández) se llamaba un agente del Ministerio Público adscrito a la PGJ, cuyo cadáver fue encontrado ayer en el fraccionamiento Burgos de Cuernavaca. Toda la mañana se manejó con hermetismo el nombre del malogrado funcionario, pero trascendió un poco antes de las 14:00 horas, cuando el procurador Mario Vázquez Rojas iniciaba su comparecencia ante varias comisiones del Congreso local. Empero, simultáneamente se ejecutó el enésimo asalto bancario en nuestra capital, tocándole el turno a Santander del centro citadino. Por cierto, tocante al sepelio del MP el coordinador de los servicios periciales de la zona metropolitana, Cuitláhuac Cardoso Méndez, exigió ayer a gritos la donación del féretro a varias funerarias, pero de maderas finas. Nomás.