Según se plasmó en un boletín difundido al anochecer del mismo viernes, Mayela Alemán de Adame, previo al encuentro con militantes panistas, “coincidió de manera casual con el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la gubernatura, Amado Orihuela Trejo, con quien intercambió algunos comentarios”. Añadió el comunicado: “En este contexto, Mayela Alemán rechaza cualquier versión o expresión que se refiera a la claudicación de su militancia o al apoyo que siempre ha mostrado a los candidatos panistas, mucho menos dar su respaldo a otro partido o candidato. Lamentó que este breve encuentro con el candidato del PRI haya sido manipulado con el propósito de confundir a la ciudadanía, en un abuso a su cortesía, dejando en claro que estas versiones no corresponden con las ideas y principios por los que siempre ha luchado”.
Efectivamente. El viernes de la semana pasada hubo tremendo revuelo y confusión porque, supuestamente, Mayela Alemán había otorgado su “absoluto respaldo” a Amado Orihuela Trejo tras haberse tomado un café con él en “Las Mañanitas”, escenario donde la presidenta del Sistema DIF-Morelos le pidió que, en caso de ganar la elección el primero de julio, “no se olvide de mis viejitos”, lo cual tenía, además, vinculación con la falta de aprobación a una nueva ley de asistencia social para Morelos que duerme el sueño de los justos en el Congreso local por razones políticas. Esa iniciativa ha sido propugnada por Mayela Alemán desde hace un par de años, sin que hasta el momento se le haya dado celeridad a su análisis, aprobación y posterior promulgación. Fue todo lo que pasó en “Las Mañanitas”.
Y para confirmar que la esposa del primer mandatario morelense se mantiene firme en sus convicciones políticas e ideológicas, ayer llevó a cabo una jornada 100 por ciento proselitista a favor del Partido Acción Nacional. Entre otras actividades efectuó trabajos de volanteo y promoción del voto a favor de los candidatos del PAN a la gubernatura, Adrián Rivera Pérez, y a la alcaldía de Cuernavaca, Marcos Manuel Suarez Gerard. En el centro histórico de la capital morelense Mayela Alemán manifestó que “no hay lugar a dudas, pues el próximo primero de julio los mexicanos y los morelenses refrendarán su voto y confianza al PAN, llevando a la presidencia de la República a Josefina Vázquez Mota, y a Adrián Rivera a la gubernatura”.
Y añadió algo con bastante jiribilla: “La ciudadanía de Cuernavaca ya comprobó que los 12 años en que gobernó el PAN fueron los mejores para la ciudad con grandes obras, servicios públicos y seguridad para las familias. Debido a ello Marcos Manuel Suarez recuperará la presidencia municipal devolviendo el esplendor y grandeza que merece tan importante localidad”. Y ya. Así se puso fin a una de las etapas más difíciles en la actual campaña preelectoral, aunque los de enfrente digan lo contrario. Alguien, definitivamente, se aceleró metiendo en redes sociales la parte superficial del encuentro en “Las Mañanitas”, aunque inicialmente se especuló sobre algo que podría ser tangible: a través de Mayela Alemán hay un deslinde del gobierno morelense sobre su supuesto apoyo a Graco Ramírez Garrido Abreu, candidato a la gubernatura por las izquierdas locales. En fin.
Cambiando de tema comentaré que el gigantesco asentamiento humano irregular de Cuernavaca (producto de una “invasión”), conocido como “Patios de la Estación”, data de hace aproximadamente 65 años. Estigmatizada como una “ciudad perdida”, donde lo mismo han radicado trabajadores de Ferronales, que familias provenientes de zonas rurales morelenses o entidades federativas periféricas, la zona ha representado un dolor de cabeza para muchos gobernadores. La mayoría jamás decidió enfrentar una regularización ante el riesgo de conflictos sociales. Ni el poderoso doctor Lauro Ortega, gobernador en el sexenio 1982-1988, pudo concretar la total reubicación de centenares de familias que hasta hoy habitan la zona. Escasamente removió a algunas, junto con varios grupos de oportunistas que, después de obtener casas y terrenos a bajo costo en Ciudad Chapultepec, retornaron sin ningún pudor. En administraciones municipales recientes se habló sobre lo mismo, pero no pasó nada. La incertidumbre jurídica sigue prevaleciendo, en tanto la colonia representa uno de los peores rezagos urbanos y agravios sociales en Cuernavaca.
Así las cosas, el candidato gubernamental del PRI, Amado Orihuela Trejo, visitó este fin de semana los “Patios de la Estación” ofreciendo a sus moradores certeza jurídica en la tenencia de los predios, dotarlos de servicios públicos, aterrizar programas sociales y crear un centro de artes y oficios en la vetusta sede ferroviaria morelense. Ante cientos de familias que acudieron a brindarle su apoyo y voto (teniendo como escenario el antiguo campo de futbol), el abanderado tricolor a la gubernatura lamentó que las administraciones panistas los hayan tenido en el abandono, cuando han sido uno de los sectores poblacionales de Cuernavaca más vulnerables. A ver. Por su parte, el candidato del PAN a la presidencia municipal de Cuernavaca, Marcos Manuel Suárez Gerard, se comprometió ayer a devolver a los habitantes del pueblo de Ocotepec la administración del pozo de agua. Lo anterior tiene relación con el hecho de que el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado (SAPAC) fracasó en el control del pozo que, como otros más localizados en distintas zonas de nuestra capital, tiene adeudos millonarios con la Comisión Federal de Electricidad.