Han aprovechado la crisis financiera de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) para hacerse presentes y ofrecer su mediación a favor de la institución, así como el respaldo absoluto del gobierno estatal, en caso de ganar las elecciones el primero de julio próximo, lo cual podría ser legítimo u oportunista.
Lo cierto es que más allá de cualquier planteamiento preelectoral, el nuevo titular del Poder Ejecutivo, así como los demás actores políticos (desde nuestros futuros emisarios ante el Congreso federal, hasta el más modesto edil) deberán unirse con el objetivo de resolver la problemática económica universitaria, pero siempre disponiendo de datos concretos sobre la aplicación de los recursos, los cuales no han sido ni son despreciables y que en determinadas épocas históricas contribuyeron a generar nuevos ricos. Sin embargo, déjeme decirle a usted que no necesitamos ser doctos en administración pública o expertos en contaduría y administración para analizar el escenario financiero de la UAEM mediante un vistazo al portal de transparencia de la multicitada institución, estableciendo un cuadro comparativo entre los ingresos y egresos de la Universidad en 2005 y 2011. No tengo la intención de abrumarlo con cifras, amable lector, pero son necesarias en esta ocasión.
Dentro del presupuesto 2005, para el rubro de sueldos, se programaron 216 millones 248 mil pesos, cuando los egresos reales fueron de 277 millones 432 mil pesos. Prestaciones ligadas a salarios: 157 millones 265 mil 955 pesos, pero se erogaron 153 millones 176 mil 773 pesos. Prestaciones no ligadas salarios: 22 millones 853 mil 648 pesos, aunque los egresos reales se incrementaron notoriamente hasta 65 millones 272 mil 682 pesos. Becas desempeño: 13 millones 913 mil 781 pesos, mientras los egresos reales llegaron a 33 millones 751 mil 997 pesos. Para el gasto de operación se programaron 88 millones 355 mil 795 pesos, con egresos de 84 millones 944 mil 555 pesos. En 2005 el total del subsidio oficial fue de 498 millones 638 mil 85 pesos, pero el total de egresos fue de 620 millones 478 mil 335 pesos. Hubo, pues, un déficit de 121 millones 840 mil 249 pesos. Empero, es importante indicar que la UAEM tuvo ingresos propios de 36 millones 324 mil pesos e ingresos autogenerados por 8 millones 224 mil 552 pesos. Así, el total del presupuesto fue de 543 millones 186 mil 638 pesos, con egresos reales de 629 millones 478 mil 335 pesos. Es decir: hubo un déficit de 86 millones 291 mil 697 pesos.
Pasemos ahora al año 2011. El total de ingresos presupuestados para sueldos, más prestaciones ligadas y no ligadas a salarios fue de 590 millones 171 mil pesos. Empero los egresos reales por los mismos conceptos fueron de 781 millones 356 mil pesos. Tocante a becas desempeño, 17 millones 327 mil pesos programados, con egresos reales de 61 millones 97 mil pesos. El gasto de operación se programó en 180 millones 502 mil pesos, pero los egresos fueron por 90 millones 828 mil pesos. Total del subsidio: 788 millones de pesos, con egresos de 931 millones 281 mil pesos. Es decir, hubo un déficit de 143 millones 281 mil pesos. Mencionamos ahora los ingresos propios: recursos extraordinarios de estímulos al desempeño docente, 5 millones 813 mil pesos. Recursos provenientes de municipios, 6 millones 800 mil pesos. Ingresos Propios, 74 millones 439 mil pesos. Ingresos autogenerados, 54 millones 230 mil pesos, con egresos de 48 millones 807 mil pesos. Programas especiales, 113 millones 649 mil pesos con una cantidad igual de egresos. Regionalización, 38 millones de pesos e igual cantidad de egresos. Infonavit, 19 millones 982 mil pesos. A continuación algunos rubros que no tienen ningún desglose para comprenderlos: diferencia diciembre 2009, 9 millones 720 mil pesos. Fondos concurrentes 2009, 6 millones 805 mil pesos. Fondos concurrentes 2010, 8 millones 319 mil pesos. Ampliación oferta educativa, 5 millones 980 mil pesos. Total del presupuesto: 1 mil 131 millones 737 mil pesos e igual cantidad de egresos.
De la anterior información se pueden desprender los siguientes razonamientos: 1.- El déficit en 2011 fue de 143 millones 281 mil pesos, tomando en cuenta sólo los subsidios estatal y federal. 2.- Considerando los ingresos propios, el déficit 2011 fue de menos de 70 millones de pesos. 3.-Por mucho que crezca el déficit no puede y no debe duplicarse en un año. 3.- El presupuesto aumentó durante 6 años en 290 millones de pesos, pero los gastos en ¡311 millones de pesos! 4.- Los aumentos al presupuesto no se utilizaron para cubrir el déficit. A juzgar por las apariencias la planeación fue negligente. 5.- Las prestaciones ligadas y no ligadas al salario aumentaron el 90 por ciento, aproximadamente, en 6 años. 6.- La matrícula, la infraestructura y las exigencias de calidad (razones dadas por la autoridad para explicar el déficit) no tienen injerencia en el déficit presupuestal, pues estos rubros se manejan en partidas especiales. 7.- Todo el déficit se encuentra en los gastos de servicios personales (salarios y prestaciones). 8.- Los gastos de operación se encuentran cubiertos con el subsidio. 9.- En el rubro de prestaciones se encuentran los estímulos al personal (bonos discrecionales), que suponemos son los que crecieron exponencialmente en la anterior administración. Aquí es importante subrayar que en 2005 el rector percibía 40 mil pesos mensuales, pero en 2008 esa cantidad superó los 140 mil pesos, integrando bonos y estímulos (350 por ciento más). 10.- Se crearon plazas de confianza con sueldos altísimos para familiares de la cúpula (esposas), los cuales permanecen en la nomina. Y ahora hay dos rectores más, jubilados con salarios que alcanzan casi un millón de pesos por cabeza (uno de ellos sin derecho a esos recursos).
Asimismo, la información a veces difundida por las autoridades universitarias tocante a la calidad de la UAEM no es tan cierta, pues la institución no se ubica entre las diez mejores del país. A las pruebas me remito. Al respecto es necesario subrayar que no se tiene acreditada la mayoría de programas académicos (de 40 sólo 7 están avalados por el Consejo para la Acreditación de la Educación Superior, conocido por las siglas COPAES). Y justo cuando los candidatos presidenciales cacarean su compromiso para dotar de internet a todo el país, este recurso, en la modalidad inalámbrica, no existe. En resumen: si bien es cierto que toda la sociedad morelense debe apoyar a la UAEM, también es verdad que antes deben transparentarse todos los gastos ejercidos durante el periodo aludido y hasta hoy. Si no se hace, lo único que lograremos es crear una universidad pobre con autoridades ricas.