El nuevo nosocomio, que sustituirá al todavía existente en la colonia Lomas de la Selva de Cuernavaca, ampliará su cobertura a adolescentes de entre 14 y 18 años, mientras el actual Hospital del Niño Morelense, cuyo director es el nefrólogo pediatra Melquisedec Piedragil Ayala, servirá para albergar la Unidad de Tococirugía y Obstetricia adscrita al Hospital José G. Parres. Por cierto, es importante subrayar que el Parres se encuentra totalmente rebasado por la demanda de servicios médicos, ante lo cual será necesaria mucha, muchísima voluntad política y solidaridad social del mandatario electo Graco Ramírez Garrido Abreu, una vez convertido en gobernador constitucional de Morelos, para gestionar ante el gobierno federal y el Congreso local la ampliación del Parres o de plano la construcción de otro hospital civil para la capital morelense. Las negociaciones en torno al Presupuesto de Egresos 2012 empezarán en septiembre próximo, periodo en el cual Ramírez Garrido debería presentar el proyecto respectivo, amén de que el mismo expediente podría ser entregado al presidente de la República, Felipe Calderón, en fecha próxima. A ver.
Las declaraciones del general García Vera en torno a la inseguridad pública de Morelos y sus causas surgieron durante la entrega del predio “Los Lagartos” a la Secretaría de la Defensa Nacional. Son aproximadamente 247 hectáreas otrora pertenecientes al gobierno estatal y ubicadas a un costado de Tehuixtla, en el municipio de Jojutla. Se trata precisamente de una zona azotada por el crimen organizado y donde no existía ninguna demarcación militar. Según el comandante de la 24 Zona Militar, los tres grupos delincuenciales más activos de Morelos se dedican al secuestro, la extorsión, el cobro de piso y el narcomenudeo. Y se supone que el gobierno federal, en coordinación con el estatal, está dedicado a combatirlos, aunque es importante subrayar que en determinadas regiones existen corporaciones policíacas municipales cuya principal actividad es encubrir a las bandas. Cabe subrayar que a partir de ya, el terreno “Los Lagartos” (adquirido por el gobierno de Morelos en tiempos de Lauro Ortega para la construcción de una cárcel estatal) servirá para el adiestramiento y la formación de fuerzas castrenses. En un santiamén la sociedad de la región sur verá acondicionadas las unidades habitacionales móviles de la Secretaría de la Defensa Nacional, sin necesidad de una gran obra civil. Este tipo de campamentos son comunes a lo largo y ancho de México. Sin embargo, lo trascendente será la participación de los militares en operativos frecuentes para reducir todavía más la incidencia delictiva de la región sur. A ver. Cabe hacer mención que durante la ceremonia de entrega de escrituras a la Sedena, el gobernador y el general García Vera estuvieron acompañados, entre otras personalidades, por el coronel Simón Saucedo Castañeda, comandante del 21 Batallón de Infantería, quien arribó hace varios meses a nuestra entidad para cambiar los protocolos de intervención de esa demarcación militar y sus procedimientos de investigación en la lucha contra el crimen organizado, a raíz de los lamentables hechos en que, dentro de las instalaciones de ese Batallón, fuera torturado y asesinado Jethro Ramsés Sánchez Santana hace poco más de un año. Tocante al mismo asunto, el proceso jurídico se está tornando difícil, pues las autoridades castrenses no han logrado la captura de más involucrados.
El escenario delictivo reciente generó que varios políticos, politicastros y politiqueros se desgarraran las vestiduras, como lo han hecho en coyunturas anteriores (desde 2009 hasta ahora). Sin embargo, ayer trascendió una buena noticia que contrasta con la demagogia y oportunismo de determinados grupúsculos. Me refiero a dos convenios firmados por el alcalde de Cuernavaca, Rogelio Sánchez Gatica, con la Delegación de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) y la Asociación de Parques Acuáticos y Balnearios de Morelos, organizaciones presididas por Rodolfo Ramírez Covarrubias y Mario García Ordóñez, respectivamente. El primero de los convenios consiste en obtener descuentos para la concurrencia de los trabajadores del Ayuntamiento y de las personas de la tercera edad a lugares de esparcimiento, como son los balnearios de Morelos, lo cual generará beneficios a la economía coadyuvando al mismo tiempo a la armonía familiar y el fortalecimiento del tejido social. Los balnearios que participarán en este programa son Las Palmas, la Ex Hacienda de Temixco, Las Estacas, Apotla, Aqua Splash, El Bosque, Iguazu, Los Amates, Los Manantiales, IMSS Oaxtepec, Termas de Atotonilco y Santa Isabel. El segundo es un convenio que marca el inicio del programa denominado “Los jueves se come fuera en Cuernavaca”, esperando que permita reactivar la actividad turística local. Los establecimientos gastronómicos que apoyarán este convenio son Los Arcos, Emilianos, Iguanas, La Cueva, La Covacha, La Eterna Primavera, Los Ángeles, Kiku, Los Vikingos, Pollo y más, Groovy Bar, Los Alcatraces y Quinta las Flores. Desde que en 2009 arreció la guerra contra el crimen organizado, Morelos y sobre todo Cuernavaca han visto mermadas las actividades económicas derivadas de la industria turística. La fragilidad del sector, me parece, ya no aguanta más incertidumbre. La mayoría de familias cuernavacenses se enclaustra en sus casas a partir de las siete de la noche, ante lo cual son altamente valiosas todas las acciones que en sentido opuesto emprendan las autoridades de los tres órdenes de gobierno y la sociedad civil organizada. A ver.