Y he aquí los conceptos más importantes expresados por el mandatario electo sobre el mismo asunto, los cuales contienen rasgos personales interesantes de quien será nuestro gobernador durante los próximos seis años: “El gran valor de mi vida es que me he regido como una persona que piensa con cabeza propia; no acostumbro a mostrar mi lealtad política dejando de pensar, pues el gran valor de mi vida es que he sido un hombre libre, que piensa lo que dice asumiendo la responsabilidad de mis expresiones, mediante lo cual me he construido un perfil político”. Más claro, ni el agua. Una vez superado el trance en el mencionado ámbito jurisdiccional, Ramírez Garrido se abocará al diseño de un programa sexenal en común con todas las fuerzas políticas, incluida cualquier tendencia que conduzca hacia Peña Nieto en aras de fomentar el desarrollo económico morelense. A ver.
Tocante al escenario postelectoral de Jiutepec, el gobernador electo se refirió a la profesora Silvia Salazar Hernández, cuyo triunfo quieren escamotear Hugo Barenque Otero, ex candidato a la alcaldía por el Partido Acción Nacional, y María Guadalupe Jiménez Tovar, quien contendió por el mismo cargo bajo las siglas del Partido Revolucionario Institucional. Se congratuló porque el Ayuntamiento será presidido por “una formidable mujer, militante del partido del sol azteca, persona trabajadora y honesta”. Al respecto es importante agregar que, efectivamente, la vida pública de la presidenta municipal electa jamás ha sido cuestionada y no se traslada hacia el comienzo de la administración aún encabezada por Miguel Angel Rabadán Calderón. No, Silvia Salazar Hernández ha trabajado a favor de la sociedad jiutepequense desde el trienio de Adolfo Barragán Cena, en el periodo 1997-2000.
La funcionaria municipal debe saber que Jiutepec es la localidad con mayor porcentaje de industrialización en Morelos, pero el segundo con mayor densidad demográfica después de Tijuana. Además, la fémina ha conocido los triunfos y derrotas, sin abandonar jamás su activismo dentro de lo que conocemos como gestión social a partir de la izquierda. Experimentó la derrota del PRD en el año 2000 frente al panista Liborio Román Cruz Mejía, debido al “efecto Fox”. Es menester subrayar que gracias a su excelente trabajo, Cruz Mejía entregó la comuna en 2003 a otro político blanquiazul, Demetrio Román Isidoro. Empero, en 2006 llegó la primera “ola obradorista” y Jiutepec se volvió a pintar de amarillo con la candidatura de Rabindranath Salazar Solorio en una coalición del PRD, el PT y el entonces Partido Convergencia. Silvia Salazar contribuyó para lograr aquel triunfo y, obvio, formó parte de la administración, tal como lo hizo de nuevo en el periodo 2009-2012 con Miguel Ángel Rabadán al frente. Debido a su experiencia con cualquier número de programas sociales, la futura alcaldesa constitucional pondrá énfasis en conseguir el desarrollo integral de todas las comunidades y la reconstrucción del tejido social. Lamentablemente, Jiutepec forma parte de una franja invadida por el crimen organizado. Temixco expone la misma problemática.
En más sobre el encuentro sostenido el pasado fin de semana entre Graco Ramírez Garrido Abreu y los funcionarios electos de Jiutepec, comentaré que el próximo mandatario morelense se refirió una vez más a la inminente auditoría general de carácter externo que se aplicará al gobierno estatal y al de los 33 municipios. Agregó que el viernes anterior habló con la diputada federal (de filiación perredista) Estela Damián Peralta, presidenta de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación, “a fin de que nos entregue todas las observaciones existentes sobre los gobiernos municipales y el estatal de Morelos”. Siempre he sostenido que cuando un alto exponente del sistema político mexicano decide emprenderla contra alguien, lo logra y de manera plena. La información sobre el manejo exacto que el gobierno estatal y los 33 ayuntamientos le han dado a todas las partidas presupuestales federales y los recursos etiquetados debe estar radicada en sendos expedientes de la Auditoría Superior de la Federación, hoy a cargo del contador público Juan Manuel Portal. A ver.
Finalmente he de referirme al VIII Consejo Nacional del PRD efectuado el sábado y en el cual aprobó sus proyectos “Balance del Proceso Electoral 2012” y la “Agenda Legislativa”. También definió que el 17 y 18 de agosto tendrá lugar el Consejo Nacional Electivo para definir a quienes ocuparán las carteras de los órganos de la Dirección Nacional. De ello se derivará el relevo en la presidencia estatal del PRD en Morelos, hoy todavía en manos de Abel Espín García. Asimismo, dicho Consejo Nacional decidió preservar la unidad del PRD con el PT y Movimiento Ciudadano hasta 2018. El tema debería impactar de manera positiva hacia la fusión de todos los diputados locales de nuestra entidad emanados de lo que fue la Coalición Nueva Visión Progresista. Empero, aunque la intención del gobernador electo es que los 13 operen bajo una misma directriz, todavía se desconoce si los legisladores electos Carlos de la Rosa Segura y Joaquín Carpintero Salazar (del Movimiento Ciudadano) se sumarán de lleno a la bancada del sol azteca o formarán un grupo parlamentario aparte a fin de conseguir prerrogativas del Congreso local. Hasta ayer, Juan Angel Flores Bustamante seguía como virtual coordinador de la bancada parlamentaria perredista. Y sobre los dichos de Jesús Zambrano, máximo jerarca nacional del PRD, en el sentido de que habrá una negociación entre el Ejecutivo Federal y el PRI respecto a la información de presuntas empresas “fantasmas” con las que el PRI trianguló recursos a su campaña, no debe caber la menor duda. Sin embargo, esa perniciosa alianza también se repetirá en el Congreso federal y el local. Aquí hay acercamientos entre José Manuel Agüero Tovar, perfilado ya hacia la coordinación del grupo parlamentario del PRI, y Javier Bolaños Aguilar, a quien se le ven espolones para encabezar a los siguientes diputados panistas. A ver.