Desde su arranque, la Legislatura se colocó como la menos productiva a nivel nacional, aunque ha dispuesto de un lucrativo presupuesto de 344 millones 236 mil pesos durante 2012. Es decir: cada uno de los puntos de acuerdo y exhortos, que no sirven de nada pues no tienen carácter vinculatorio, le han salido carísimos a la sociedad morelense la cual, por su parte, debe soportar los antiguos vicios de los legisladores mexicanos, entre los cuales destacan la prepotencia, la arrogancia y el despotismo, defectos bastante usuales entre los diputados locales, sobre todo en aquellos que son herederos del poder concedido por caciques regionales. Y ahí vienen los nuevos, que rendirán protesta el próximo 1 de septiembre. Un día antes entrará en funciones la Comisión Instaladora y se designará a los diputados que presidirán la Mesa Directiva. Al PRD le corresponderá presidir la Junta Política y de Gobierno.
Quienes conformarán la 52 saben muy bien que la lana es la lana. Aplican con absoluta certeza algunos dichos populares sobre el dinero. A continuación varios de ellos: “En la vida hay cosas muchísimo más importantes que el dinero, pero ¡cuestan tanto!”. “A un perro con dinero se le llama señor perro”. Dentro de tal contexto no me extrañaría que los diputados Héctor Salazar Porcayo, distrito III de Cuernavaca Poniente; Alfonso Miranda Gallegos, distrito IX (cabecera Puente de Ixtla), y David Rosas Hernández, distrito XVIII (Jonacatepec), quienes contendieron el pasado 1 de julio por la Coalición Nueva Visión Progresista, integren el grupo parlamentario del Partido del Trabajo (PT). Y harían lo propio Carlos de la Rosa Segura, distrito III Cuernavaca Oriente, y Joaquín Carpintero Salazar, distrito X (con cabecera en Zacatepec). Al igual procederán Eduardo Bordonave Zamora y Dulce María Sánchez Espinoza con el carácter de diputados plurinominales del Partido Social Demócrata (PSD); Blanca María González Ruiz, Roberto Fierro Vargas y Angel García Yáñez (los dos primeros por el principio de representación proporcional y el tercero por el de mayoría relativa), abanderando al Partido Verde Ecologista de México (PVEM); y Matías Nazario Morales y Erika Hernández Gordillo, legisladores pluris del Partido Nueva Alianza (Panal), aunque el primero asegura que será el jefe de la fracción priísta.
Todo parece indicar que los posibles grupos parlamentarios del Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano se sumarán a la bancada del Partido de la Revolución Democrática (PRD), cuyo coordinador será Juan Angel Flores Bustamante. Los diputados perredistas serán, pues, Jordi Messeguer Gally, distrito I Cuernavaca Norte; María Teresa Domínguez Rivera, distrito IV Cuernavaca Sur; David Martínez, distrito V Temixco; Arturo Flores Solorio, distrito VI Jiutepec Norte; Fernando Guadarrama Figueroa, distrito XIII Yautepec Oriente; Raúl Tadeo Nava, distrito XIV Cuautla Norte; y Lucía Virginia Meza Guzmán, distrito XV Cuautla Sur. Héctor Salazar Porcayo encabezaría el grupo del PT y Carlos de la Rosa el del Movimiento Ciudadano. Empero, se especula en el sentido de que la diputada del PSD, Dulce María Sánchez Espinoza, por tener acres relaciones con la dirigencia estatal de ese partido, se sumaría a la fracción del sol azteca. En el mismo escenario falta todavía averiguar quiénes, conformando la nueva chiquillada, actuarán como grupo bisagra en determinadas negociaciones.
Los diputados electos del PAN (todos salieron por la vía plurinominal) son Mario Arturo Arizmendi Santaolaya, Erika Cortés Martínez, Edmundo Javier Bolaños Aguilar y Amelia Marín Méndez. La disputa por el liderazgo del grupo se centrará en Erika y Bolaños. Tocante al PRI, los diputados electos de mayoría relativa son José Manuel Agüero Tovar, distrito VII Jiutepec Sur; Juan Carlos Rivera Hernández, distrito VIII Tetecala; Humberto Segura Guerrero, distrito XII Yautepec Poniente; e Isaac Pimentel Rivas, distrito XVI Ciudad Ayala. Plurinominales son Manuel Martínez Garrigós (ya se descartó como posible coordinador), Rosalina Mazari Espín y los mencionados Matías Nazario Morales y Erika Hernández Gordillo (nieta de la maestra Elba Esther).
Los 30 diputados al Congreso local, según el artículo 18 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo, tienen derecho a ser parte de un grupo o fracción parlamentaria y percibir la dieta, prestaciones y viáticos que les permitan “desempeñar con dignidad y eficacia su cargo”. El artículo 28 menciona lo que hoy nos interesa: “Los diputados electos bajo las siglas de un mismo partido, en un número de dos o más, constituirán un grupo parlamentario”. ¿Y la lana, apá? Tranquilos. El artículo 31 prevé que “los recursos económicos de que dispondrán los grupos parlamentarios serán de hasta el 10 por ciento del total del presupuesto anual del gasto corriente del Congreso del Estado, mismos que se asignarán mensualmente en relación al número de curules obtenidas en el proceso electoral”. Según el artículo 12 del Presupuesto de Egresos del Gobierno Estatal 2012, para el Poder Legislativo se aprobó un presupuesto de 344 millones 236 mil pesos. De esa cantidad, el 10 por ciento, o sea 34 millones 423 mil pesos, se distribuiría entre todas las bancadas. Tocó de a 1 millón 147 mil 453 pesos anuales por legislador, es decir 95 mil 621 pesos mensuales. Así, más allá de las dietas, las prerrogativas de gestión social y demás canonjías, los grupos parlamentarios disponen (y dispondrán) de casi 100 mil pesos adicionales por cada uno de sus diputados. La inminente fracción del PT, por lo tanto, tendría recursos extras de casi 200 mil pesos, e igual cantidad sería para el Panal y el Movimiento Ciudadano. Hipotéticamente, el GPPRD dispondría de casi 765 mil pesos mensuales, igual que el PRI. Por eso todo mundo quiere ser diputado.