Infinidad de medios informativos dieron a conocer, también recientemente, que hoy podría sesionar el Pleno del TSJ bajo una convocatoria del mismo Ricardo Rosas Pérez, a fin de reasignar las ponencias de magistrados que aún no están incorporados a dicho cuerpo colegiado debido a un asunto que se ventila en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, vía controversia constitucional. El cónclave de magistrados vigentes, por lo tanto, deberá definir el número de ponencias reasignadas y las rotaciones respectivas. Por ponencia debemos entender los asuntos conferidos a cada uno de los magistrados, en las salas correspondientes.
El magistrado Miguel Angel Falcón Vega ha sido el único miembro del Pleno en manifestar públicamente su aspiración de sustituir a Rosas Pérez. Dícese que es respaldado por Andrés Hipólito Prieto, José Valentín González García, Verónica Cuevas López y Leticia Taboada Salgado. Esta última funcionaria del Poder Judicial, por si ustedes no lo recuerdan, era magistrada supernumeraria, pero ante la inconsistencia jurídica prevaleciente sobre el nombramiento de seis magistrados efectuado a cargo del Congreso local (L Legislatura), tema contenido en la controversia constitucional 69/2009 que aún se discute en la SCJN, sustituyó a Angel Garduño Gómez como magistrado numerario, y éste a su vez a Aurora Maura Linares Serrano, quien se separó del Tribunal por jubilación.
Falcón Vega ha declarado que este Pleno tiene como objetivo un “albazo” a favor de Rosas Pérez, y ha expresado su preocupación por lo que podría ser un “lapso de ingobernabilidad” entre la fecha de hoy y el 17 de mayo, día “D” previsto por la Constitución de Morelos. A mí me parece que a estas alturas del partido, Ricardo Rosas no cometería tal aberración. No. Más bien creo que, efectivamente, el Pleno deberá circunscribirse al análisis de las ponencias radicadas en cada sala y su redistribución, pero con la posibilidad de que exista una intención de fondo: hacer a un lado la calidad de Leticia Taboada Salgado como magistrada numeraria, regresándola a una sala auxiliar con su cargo anterior, lo cual le impediría participar el próximo 17 de mayo con voz y voto. Esto significaría un duro golpe a la tendencia que apoya a Miguel Angel Falcón Vega, frente a la que sigue a Rosas Pérez (quien tiene voto de calidad en caso de empate): Virginia Popoca, Ezequiel Honorato Valdez, Roció Bahena Ortiz y Nadia Luz Lara Chávez.
De llevarse a cabo el Pleno (habrá que ver si asisten las dos terceras partes de magistrados), es obvio que se debatirá, y fuerte, el tema difundido la víspera por este diario, en el sentido de que Rosas Pérez solicitó a la SCJN, dentro de la controversia constitucional 66/2009, dar vista al Ministerio Público Federal por la eventual comisión de hechos delictuosos en que habrían incurrido los magistrados Andrés Hipólito Prieto, Verónica Cuevas López y José Valentín González García. Nos estamos refiriendo a un documento enviado por los mencionados funcionarios judiciales al ministro Juan N. Silva Meza, el 23 de febrero de 2010, donde se refirieron precisamente al asunto de las ponencias, asegurando que cada uno estaba a cargo de “hasta tres”, y que su función actual se había tornado “imposible para el buen funcionamiento del órgano jurisdiccional del que formamos parte”. Rosas ha afirmado que los magistrados mintieron, pues en repetidas ocasiones han aceptado, dentro del TSJ, que no hay asuntos pendientes por resolver. Habrá que ver el resultado del Pleno de hoy, que presagia tormenta.
Finalmente diré que la presunta posición delictiva de los magistrados aludidos es igual a la de Gerardo Casamata Gómez, auditor Superior de Fiscalización, tomando como base lo establecido por el capítulo V del Código Penal Federal, dedicado al delito de falsedad en declaraciones judiciales y en informes dados a una autoridad.