Y con este funcionario se está repitiendo la historia que durante varios años, en la administración de Felipe Calderón Hinojosa, observamos en la Delegación Morelos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), donde Fidel Giménez-Valdés Román, con el carácter de delegado, hizo de las suyas valiéndose de la hermandad con su gemelo Rafael, quien todo el sexenio estuvo adscrito a una importante oficina de Los Pinos como responsable de estudios de opinión pública. Roberto, el flamante delegado de Capufe Región IV (con sede a un costado del acceso de la autopista Miguel Alemán en Chamilpa), es hermano de Juan Carlos Ortega Reyes, notario público con licencia en el Estado de México y hoy encargado de la agenda presidencial. Ni más ni menos. Imaginen ustedes la fuerza que Beto posee para manipular contratos con proveedores y compañías constructoras.
2.- Dícese que Roberto Ortega Reyes llegó a Morelos con una mano adelante y otra atrás, aceptando inclusive el arrendamiento de un departamento a razón de 12 mil pesos mensuales en un condominio situado cerca de la avenida Río Mayo de Cuernavaca, dinero que no salía de su bolsillo, sino de un proveedor específico. Sin embargo, actualmente (esto es un secreto a voces en “Radio Pasillo” de Capufe) mantiene negociaciones para comprarle una residencia a Lupita Jones, la hermosísima ex Miss México y Miss Universo. Así de bien le ha ido en poco más de un año. Y cómo carambas no iba a suceder eso cuando el delegado de marras ha aprovechado en formas por demás eficaces las oportunidades que se le presentan a un servidor público de su nivel. Por ejemplo, durante la contingencia generada por los huracanes Ingrid y Manuel, fenómenos climatológicos que destruyeron varios tramos de la Autopista del Sol el año pasado, Ortega Reyes se confabuló con varias empresas constructoras a las cuales exigió el 20 por ciento de comisión para darles “chance”. En “Radio Pasillo” se comenta que entre esas compañías -con las cuales todavía conserva nexos- se encuentran Reca Construcciones, Siglo 2001 y una persona moral identificada con el nombre de René Roberto Castañeda. No se conforma con el diezmo, sino con otro tanto igual, de lo que se derivó el mote de “Míster 20” que, aunque no es nuevo, le sigue quedando al mismo modelo de servidores públicos.
3.- El multicitado Roberto Ortega Reyes tiene como principal operador a un sujeto de nombre Marco Bautista, autonombrado “director general de seguridad” de Capufe, aunque realmente no trabaja para la institución. Empero, es quien se encarga de las “colectas”. Su influencia en el área, no hace mucho, lo envalentonó para amenazar a representantes del consorcio Tradeco (el mismo que construye actualmente la ampliación de la autopista La Pera-Cuautla) con impedirles la asignación de nuevos contratos sin su autorización y la de su jefe: el delegado de la Región IV de Capufe. Finalmente es importante decir que Roberto Ortega Reyes no ha tenido el mínimo empacho para mandar a freír espárragos al ingeniero Mauricio Sánchez, director general de Infraestructura de Capufe, un hombre cercano a Benito Neme Sastre. Dice que “aquí nomás mis chicharrones truenan”. Típicas actitudes plenipotenciarias surgidas de la consanguineidad con alguien importante.
4.- Cambiemos de frecuencia. Por más que se emitan llamados para sacar el tema de la seguridad de entre las preocupaciones de quienes se dedican a la política, dizque porque lo “politizan”, los diputados no pudieron sustraerse a su obligación de señalar las condiciones de inseguridad en Cuernavaca y lanzaron un exhorto al alcalde Jorge Morales Barud para que garantice la integridad física de los habitantes de esta ciudad, la tranquilidad y la paz pública. El llamado se dio a partir de una propuesta de la diputada Griselda Rodríguez Gutiérrez, la cual fue apoyada por el diputado Jordi Messeguer Gally, quien representa al primer distrito electoral (correspondiéndole la zona norte capitalina), y además por el coordinador de los panistas, Javier Bolaños Aguilar. Con el asunto los diputados aludieron a los hechos sangrientos del pasado fin de semana, cuando cuatro personas fueron acribilladas al interior de un antro de vicio. Por ello, además de pedir seguridad, señalaron que el ayuntamiento asume, al momento de otorgar una licencia de funcionamiento para ese tipo de negociaciones, la obligación de otorgar los servicios públicos necesarios para que la sociedad haga uso de los mismos, incluida por supuesto la seguridad pública.
5.- Durante la discusión del acuerdo dirigido a Morales Barud, el diputado por el Distrito XVI correspondiente a Ayala, Isaac Pimentel Rivas, dejó en claro que no es la capital el único municipio donde hay problemas de inseguridad pública. Dijo que en el municipio del que es oriundo, donde gobernó durante el trienio pasado, la delincuencia tiene en permanente zozobra a la población, particularmente debido al incremento en los secuestros, mientras en el vecino municipio de Yautepec la ola delincuencial no se ha controlado ni con el ingreso del Mando Único, que desde hace tres semanas se hizo cargo de la seguridad local. El diputado Humberto Segura Guerrero, alcalde de Yautepec también en el trienio anterior, acusó además, en distinto escenario, que el Mando Único no ha dado resultados y asemeja una simulación. El diputado Javier Bolaños reveló que de los 33 municipios, sólo en Tetela del Volcán hay indicios de que la inseguridad pública ha disminuido. Vaya usted a saber si será nomás por el frío.
6.- Pero el de la seguridad no es el único frente de guerra que se abrió para el gobierno de Cuernavaca en el Congreso. La Comisión de Hacienda, Presupuesto y Cuenta Pública que preside el panista Mario Arturo Arizmendi Santaolalla, comenzó a trabajar en las solicitudes de créditos y refinanciamiento de 21 municipios. La capital morelense está entre ellos. Esa solicitud pendiente de análisis salió a la luz cuando en la tribuna legislativa fue denunciado que hay carencia de recursos económicos en Cuernavaca, a grado tal que el ayuntamiento está pidiendo a los ayudantes municipales que las comunidades “cooperen” con dinero contante y sonante para reparar patrullas y pagar salarios de policías, cuando osan pedir que la comuna capitalina lleve a cabo rondines de vigilancia. Y eso contrasta con que el gobierno municipal “no ha enviado ninguna señal de austeridad”, según el también panista Javier Bolaños, quien advirtió que se siguen pagando con el erario municipal las rentas de lujosas oficinas. El punto es que ese y otros argumentos similares ya comienzan a pesar en el propósito de las autoridades de jalar recursos para Cuernavaca. A ver.