Este trabajo nos ayuda a comprender el origen de las frecuentes agresiones de algunos políticos al gobernador Graco Ramírez Garrido Abreu, aunque me parece necesario recordar que el propio mandatario, durante su etapa de consolidación en la política de Morelos (desde 1993, cuando arribó a esta entidad, hasta 2006, cuando se convirtió en senador de la República), también utilizó los mismos recursos para impugnar a los gobernantes en turno. Escribió Daniel Eskibel: “Algunos políticos opositores creen que cuánto más radicales sean sus posiciones políticas tanto más daño le harán al gobierno. Pero no es así”.
2.- Añade el excelente análisis: “A veces sucede lo contrario y el que sale beneficiado es el gobierno. No me refiero a las luchas contra dictaduras ni a las guerras civiles, sino a situaciones democráticas comunes, en países donde la lucha política se despliega dentro de la legalidad institucional. Dentro de esa legalidad, algunos opositores maximizan sus posiciones. O sea: cuestionan al gobierno en todos los terrenos, en todos los temas, impugnando todas y cada una de sus acciones, criticando todas y cada una de sus palabras, repudiando a todos y cada uno de sus miembros. Elevan al máximo la tensión política de cada día con acusaciones cada vez más duras, con conceptos cada vez más duros y con lenguaje cada vez más agresivo.”
3.- Algunos detractores acompañan el proceso con una gestualidad despectiva y llena de enojo, y también con un uso agresivo de la voz tanto en tono como en volumen, lo cual es frecuente en el Congreso de Morelos, hoy por hoy convertido en la caja de resonancia de la política local. El 21 de agosto del año pasado indiqué que un ejemplo de ello fue la forma en que los diputados Javier Bolaños Aguilar y José Manuel Agüero Tovar (del PAN y PRI respectivamente) agredieron el 9 de mayo del mismo año a la entonces secretaria de Seguridad Pública del Estado, Alicia Vázquez Luna, por motivos de sobra conocidos. No tuvieron el mínimo decoro al demostrar “la fuerza del lenguaje” desde la tribuna del Congreso local, aunque a la postre no sucedió absolutamente nada. De aquel evento nadie se acuerda hoy. Y en el olvido se están quedando otras apariciones protagónicas de ambos legisladores, como las del pasado 1 de febrero durante la apertura del segundo periodo ordinario de sesiones.
4.- “¿Por qué ese maximalismo radical beneficia al gobierno?”, se pregunta Eskibel, quien responde: “Porque estrecha el mercado opositor, lo hace más chiquito. Al radicalizarse de este modo la oposición solo convoca a quienes piensan, sienten y actúan exactamente igual. O sea que se condena a sí misma a un círculo estrecho, un círculo de iguales, un grupo reducido. Y la oposición pone así una barrera respecto a un amplio sector del público.
Sector que seguramente cuestiona al gobierno en algunos temas y terrenos importantes, pero no en otros. Cuestiona a algunos de sus miembros pero no a todos. Cuestiona algunas decisiones y declaraciones, pero no todas. No soporta vivir en constante tensión política y aunque esté en desacuerdo con el gobierno no se adhiere a políticos crispados y enojados. El maximalismo radical de la oposición suele empujar a ese segmento de la sociedad hacia el campo del gobierno, aún con diferencias y discrepancias”. Hasta aquí el magnífico artículo de Daniel Eskibel. En otra ocasión me referiré a lo que es la economía de fuerzas dentro de la lucha política, la cual despilfarran quienes hoy por hoy son detractores sistemáticos del régimen.
5.- Cambiemos de frecuencia. Ya señalamos aquí que no fue del Ejecutivo la idea de impulsar un frente, pacto, alianza –que hoy se maneja como manifiesto- por la seguridad en Morelos, actualmente cabildeado por la Secretaría de Gobierno con los dirigentes de los partidos políticos, cuyo lanzamiento podría ser en marzo tal vez como golpe mediático previo al vencimiento del plazo fatal de 18 meses auto impuestos por el gobierno estatal para dar resultados en el combate a la delincuencia, y que necesariamente tendrá que pasar por el filtro del Congreso, donde se encuentra la representación formal de los morelenses y donde las izquierdas no han avanzado en el convencimiento de diversas voces disidentes que hoy ven al “manifiesto” como la mera pretensión de ponerles un “bozal” a los diputados, y a todos los actores políticos, para que no sigan haciendo referencias públicas a la inseguridad, con el argumento de que hacerlo es “politizarla”.
6.- Fuentes de la bancada del PRI, coordinada por Isaac Pimentel Rivas, indican que la relación de las fuerzas opositoras del Congreso con el Ejecutivo ha sido mala, como lo muestran temas aparentemente menores que se salieron de control y provocaron crisis políticas, verbigracia el caso del escudo de Diego Rivera hace meses, o el de la participación del titular del Ejecutivo en la tribuna legislativa recientemente. Ha sido mala y lo sigue siendo, fundamentalmente por la falta de canales de comunicación –señalan- ante lo cual es previsible que el pacto o manifiesto sea una imposición más, en lugar de un acuerdo consensuado. Y gente ligada al coordinador de los azules, Javier Bolaños Aguilar, opina en el mismo sentido, siendo previsible que por parte del Congreso el manifiesto tendrá el apoyo de las bancadas leales a la administración estatal, quizás ahora con el apoyo del PSD y eventualmente con Nueva Alianza sumada al PRI y PAN, si es que hemos de hacer caso a lo que el viernes pasado expuso el líder estatal aliancista, Francisco Santillán Arredondo.
7.- En su cuenta de Twitter, el ex diputado Santillán aludió cuatro veces el tema: 1. “El día de hoy tuvimos una reunión con el Subsecretario JL Correa para analizar la firma de un acuerdo en materia de seguridad #Morelos”; 2. “Es fundamental distinguir entre la politización del tema de inseguridad y los pronunciamientos q las fzas políticas emitimos ante la crisis”; 3. “Politizar la inseguridad sería NO brindarle al Gober las herramientas q necesita para combatir este mal, y no es así. Le hemos aprobado todo”; y 4. “Lo q no es, ni será posible, es pedirnos q no nos pronunciemos ante los errores cometidos y la crisis de seguridad q #Morelos vive”. Hasta ahí los tuits del dirigente de Nueva Alianza. De cualquier forma el pacto por la seguridad ya está en construcción y tiene el aval de gente tan importante como el encargado de la dirigencia estatal del PRI, Jorge Schiaffino Isunza.