La formulación de imputación le había sido dictaminada por el Poder Judicial luego de que la Procuraduría General de Justicia ejercicio acción penal en su contra, pues le detectó la malversación de 156 millones de pesos provenientes de los 300 millones de pesos concedidos por Bancomer al Ayuntamiento de la capital morelense para refinanciar una deuda con el Banco del Bajío. Sin embargo, el ex edil pudo enfrentar su proceso en libertad gracias a que la juez Flores Servín le fijó una fianza de 1.5 millones de pesos, aunque debe presentarse cada semana en el Centro de Medidas Cautelares para firmar el libro de gobierno. El “Caso Sánchez Gatica” es semejante al que Alfredo Jaime de la Torre, ex secretario de Planeación y Finanzas del sexenio anterior, enfrenta desde ayer, cuando el juez de control Jorge Gamboa Olea le fijó la medida cautelar de prisión preventiva durante un año a fin de que no evada la acción de la justicia. A dicho ex servidor público se le imputa un peculado de casi 173 millones de pesos, de los cuales Alfredo Jaime de la Torre deberá rendir cuentas. Simplemente evadió cuotas patronales y desvió el dinero a… quién sabe dónde. Sobre este espinoso asunto se esperan más aprehensiones.
2.- El procurador general de Justicia del Estado, Rodrigo Dorantes Salgado, conversó ayer con este columnista y comentó que, efectivamente, son casos iguales. Sin embargo, respecto a Sánchez Gatica la juez Flores Servín resolvió de manera distinta favoreciendo al ex alcalde (nunca fue encarcelado), mientras Jorge Gamboa Olea envió al ex secretario de Planeación y Finanzas al CERS de Atlacholoaya. Así, el fiscal Dorantes criticó la falta de objetividad de algunos juzgadores que, como fue evidente en el caso de la abogada Flores Servín, no soportan las presiones políticas y se prestan para ayudar a alguien, como ocurrió con Sánchez Gatica quien, por cierto, sigue sin aclarar el destino de los 156 millones de pesos reclamados por la administración que actualmente preside Jorge Morales Barud. Conclusión: entre Sánchez Gatica y Alfredo Jaime de la Torre cabe el dicho: “Lo mismo, pero más barato”. A ver qué sigue. Falta la audiencia de vinculación a proceso. Ahí podría cambiar la suerte de Alfredo “N”, un tipo que, por cierto, traicionó de manera trapera a Alejandro Villarreal Gasca cuando éste dejó la Secretaría de Planeación y Finanzas para buscar la candidatura panista a la gubernatura hacia los comicios de 2012. Le volteó la espalda de alguna forma u otra. La vida cambia.
3.- Luego de su cabildeo del fin de semana anterior, el lunes al menos los coordinadores de las bancadas del PAN y el PRD, Javier Bolaños Aguilar y Lucía Meza Guzmán, festinaron en público que ya había acuerdos para que este miércoles fuese aprobada la reforma educativa en la entidad. Sobre el tema comenté ayer: “Si sale humo blanco, se verá hasta el último momento, pues otra costumbre ya es que al cuarto para las 12 se les caen los acuerdos”. Y así fue. Resulta que ayer el SNTE se rebeló al no acudir a una reunión donde públicamente daría su aval a los cambios que hasta la mañana del martes se preveían en el tema educativo, aduciendo que no garantizan el respeto a los derechos laborales del magisterio. Eso implica que los amarres estaban flojos y el acuerdo se les cayó a los perredistas del Congreso, otra vez. Veremos si hoy hacen buena la reforma que ya está enlistada en el orden del día de la sesión ordinaria de este miércoles, junto con las dos iniciativas preferentes entregadas el 1 de febrero por el Ejecutivo. Por su parte Graco Ramírez reiteró ayer, al anunciar las designaciones de Miguel Angel Izquierdo Sánchez y Mireya Gally (me suena este apellido) como subsecretario de Educación y rectora de la UPEMOR, respectivamente, que las conquistas laborales del SNTE se mantendrán intactas.
4.- El boletín B-2794 del gobierno estatal, que se refiere a la posición de Graco Ramírez sobre la armonización de ordenamientos locales con la Reforma Educativa federal, indica que los maestros morelenses deben estar seguros de que serán respetadas sus conquistas laborales y prestaciones. “Estén tranquilos”, les dijo. Pero la tranquilidad no es sencilla, especialmente cuando no fue el gobierno de Morelos sino el SNTE quien exigió la inclusión de un transitorio en la reforma educativa local que explicite el respeto a los derechos y conquistas laborales y prestacionales obtenidas en las negociaciones directas con el gobierno de Morelos. El gobierno estatal advirtió ayer que el depósito del acuerdo más reciente de negociación entre el Ejecutivo y la sección 19 del SNTE (en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje) es suficiente para que se consideren protegidas las prestaciones laborales de 20 mil trabajadores de la educación activos y 10 mil jubilados. Si es así, queda la pregunta del motivo por el cual el gobierno se ha rehusado a la inclusión del transitorio solicitado por el SNTE.
5.- Importantes segmentos del magisterio local advierten una nueva ofensiva gubernamental sobre el sector educativo. En tal contexto consideran que la designación de Miguel Angel Izquierdo como subsecretario de Educación estatal y la negativa del Ejecutivo y la fracción perredista en el Congreso de reconocer jurídicamente la titularidad de las relaciones laborales en la educación pública de Morelos al SNTE (que ha sido reconocida ya en la legislación federal), pretenden alentar movimientos de grupos magisteriales afines al gobierno graquista preparando un año electoral, sobre un escenario donde el tema de la inseguridad ha debilitado la popularidad de la actual administración y su partido. No se descarta, pues, que una de las misiones de Miguel Angel Izquierdo sea la operación política en el sector educativo estructurando un nuevo corporativismo que permita al régimen negociar directamente con grupos magisteriales afines a cambio de respaldo político, sin la intervención de la representación legítima del magisterio morelense. Mientras tanto, entre otras cosas, el SNTE promueve (como ya lo ha demostrado) mejores mecanismos para la aplicación del Programa de Refinanciamiento de Créditos con BANSEFI, estrategia que dicha organización gremial anunció en noviembre de 2013. A ver.
6.- Cambiemos de tema. Quizás porque ahí mantiene poder por su condición de diputado, Manuel Martínez Garrigós escogió el salón de Comisiones del Congreso para responder las acusaciones por presunto manejo irregular millonario durante su gestión como dirigente estatal priísta. Se presentó ante la prensa con 19 carpetas conteniendo documentos oficiales que acreditarían el correcto uso de las prerrogativas entregadas por el Instituto Estatal Electoral. Al desvirtuar diversas acusaciones, MMG permitió ver que sí, el PRI-Morelos puede ser una verdadera cueva de ladrones, y no de ahora: Con relación a los 40 vehículos de cuya desaparición le acusan –la mayoría modelo 2003-, reveló la lista de aquellos a quienes les fueron entregados bajo la figura, dijo, de “donación a resguardo”, que se antoja discutible en virtud de que son bienes comprados con recursos públicos.
7.- La lista que dio a conocer incluye hasta al desaparecido Manuel Montalvo Medellín y a la presuntamente honesta diputada Rosalina Mazari Espín, aunque figura como “Rosalinda”, además de otros nombres que seguramente usted conoce: Albino Franco Escobar, Eliasib Polanco Saldívar, José Luis Rayo Armenta, José Luis Arellano Cuevas, Luis López Martínez, Roberto Pablo Merino Espinoza, José Luis Villegas Aquino, Enrique Morales Barud, Humberto Sandoval Zamora, Janeth Bucio Montiel, Gustavo Rebolledo, Francisco Brito Ortiz, Miguel Ángel Flores Torres, Alberto Luna Villegas, Agustín Sánchez Ortiz, Jorge Lozada Martínez, Rafael Vargas Zavala, Francisco León y Vélez Rivera, Galo Gerardo Hernández, Benito Sánchez Martínez, Ranulfo Alquisira García, Delfino Toledano, Andrés González García, Januario Zaga Huerta, René Coronel Landa, Ramón García Pastrana, Pedro Gaona Nava, Hugo Vélez, Guillermina Sánchez Cortés, Alberto Franco López, Francisco Vázquez Domínguez, Abraham Adame González, Francisco Aragón Galván, Jesús Zavaleta Castro, Dadlid Enrique Garibo, Erasto Yáñez Sánchez y Humberto Islas Aburto.